Manolo Escobar cumple 80 años este 2011. Pero él sigue ahí, dándole a la copla, como en el doble concierto de antología del género que da este fin de semana en el Coliseum de Madrid, acompañado por Sylvia Pantoja, Natalia Mellado y Carlos Vargas.
Amante del buen fútbol (luce su pin del Barça), buen hablador y pícaro con la hembra, Manolo Escobar está, hay que decirlo ya, hecho un toro. Y lo quiere demostrar sobre el escenario. "Yo soy un admirador de Manolo Escobar y todo lo que canta me gusta", bromea. "A mi edad, lo más importante es poder ofrecer un espectáculo al público del que salga contentísimo".
La clave es bien sencilla: "Para mí la copla es vivir y disfrutar de la vida. Yo tengo dos amores en mi vida, que son mi familia y mi trabajo. La familia no me da disgustos, y el trabajo menos". Y que no le mencionen la retirada. Así, no entiende cómo Phil Collins haya dado la espantá del mundo del espectáculo. "Ése está tonto. Teniendo éxito, si no aguantas el calor del público, lo que te da cuando terminas una canción y se ponen 500, 1000 ó 2000 personas a aplaudirte... Pero si es lo más bonito", comenta.
A Manolo le gusta hablar de fútbol y de política, como a todos los españoles. Se hincha al recordar el manteo que le brindaron los componentes de la selección española al volver con la copa del mundo. Y está contento por cómo va su Barça, aunque honra al rival: "Vamos a siete puntos del Real Madrid. Ahora lo estamos pasando mejor, porque hay más lío y porque el Madrid tiene un equipo extraordinario. No se habla más que de Mourinho y de Cristiano Ronaldo. Pero tienen ahí a De María, que es una maravilla; a Benzema, que es otra maravilla; a Ozil, que es otra maravilla..."
Y, con respecto a la situación actual del país, lanza un mensaje optimista: "Me gustaría que, de aquí a un año, España estuviese como en la primera legislatura de Felipe González o en la primera de Aznar. Y creo que lo conseguiremos. Si me lo pones muy largo, no sé, porque soy muy mayor. Pero sí me lo pones corto, seguro que sí. Yo quiero verlo".
Y, venga, que hay que ensayar para los conciertos. "El que no pueda o no quiera venir", avisa, "que no se preocupe. Si, total, es para ver a Manolo Escobar, que tampoco tiene mayor importancia". Y se ríe.
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