A su vez, pidieron "otras a favor de una mayor desregulación de la economía, así como un aumento de la competitividad evitando sucesivos incrementos en los costos de las empresas tanto salariales como no salariales".
Para la gremial empresarial, de esa manera "se amortiguará el impacto de la debilidad del dólar así como su eventual futura contra cara de este ciclo, cuando los capitales dejen de venir a los países emergentes y vuelvan a los desarrollados".
Si bien la gremial reconoce que un factor de la caída del dólar es la depreciación de esa moneda a nivel internacional, señala que no es el único.
"En el caso uruguayo, se encuentra que el aumento del gasto público al presionar al alza los precios de los bienes no transables, deteriora el tipo de cambio real, es decir, la competitividad del país", afirmó la Cámara de Comercio y Servicios.
"Con un sistema de cambio flotante, el ingreso de capitales del exterior genera un exceso de oferta de dólares en plaza y por lo tanto cae el precio del mismo. El Banco Central (BCU) emite deuda en moneda nacional y con esos pesos compra dólares para intentar contener la caída del precio del dólar", añadió.
Pero, según la gremial esa combinación de políticas no es sostenible en el mediano plazo. "Se termina generando un aumento del déficit fiscal, producto de un aumento del gasto, un aumento del endeudamiento del sector público y un deterioro de la competitividad de las empresas exportadoras de bienes y servicios por el encarecimiento de los costos en dólares, especialmente los salariales", afirmó. De esta manera, la gremial se suma al pedido de la Unión de Exportadores en el mismo sentido
DIFERENCIA. La semana pasada, el presidente del BCU, Mario Bergara señaló que no se ha afectado la competitividad pese a la caída del dólar (de 19,3% en lo que va del año).
"Si hubiera un factor idiosincrático propio de Uruguay que hiciera caer el dólar en el país y no en otros lados, eso se expresaría en más problemas de competitividad. Pero si el dólar cae en todos lados, la relación de competitividad no cambia", afirmó, lo que se contrapone al argumento de la Cámara de Comercio.
Bergara dijo que "los análisis internacionales no prevén reversiones drásticas de las tendencias (a la baja) que están teniendo las monedas fuertes a nivel internacional".
También manifestó que si bien ha caído en lo que va del año, el Tipo de Cambio Real (TCR) "está en los mismos niveles que antes de la crisis internacional, momento en el que todos coincidían en que la competitividad era saludable".
Según el funcionario, en los países donde más ha bajado el TCR (EE.UU. y Europa) "la capacidad de competir no está por ese lado sino por las barreras al ingreso a los mercados".
Tercer día de descenso para el billete verde
El tipo de cambio tuvo un comienzo de semana bajista en la plaza cambiaria local, acompañando la tendencia internacional y con fuertes compras del Banco Central (BCU) y del Banco República (BROU).
El dólar interbancario fondo se operó en la víspera a $ 19,65 como único precio, lo que supuso el tercer descenso consecutivo, esta vez de 0,25%. En dicho nivel, la divisa acumula una depreciación de 2,20% en diciembre y de 19,30% a lo largo del año.
Por su parte, el BROU mantuvo inalterada la cotización al público al ubicarla al cierre de la jornada en $ 19,45 y $ 20,05, compra y venta respectivamente.
Operadores de mercado consultados por El País señalaron que si bien el circuito se presentó muy vendedor, los dos bancos oficiales se mostraron muy decididos a contener el ritmo bajista. Eso se vio reflejado con las primeras intervenciones del BROU ya en el comienzo mismo de la sesión. El BCU realizó compras por un total de US$ 6,50 millones.
Los operadores agregaron que el mercado estuvo un poco más tranquilo que en las sesiones previas, a pesar de que se transaron US$ 25,25 millones en total.
En el exterior la divisa estadounidense se desvalorizó frente a las principales monedas, tras conocerse la noticia de que el gobierno de Abu Dhabi respaldó a Dubai World con US$ 10.000 millones. Esto dio cierta tranquilidad a los inversores, que salieron a la búsqueda de activos más riesgosos y otras divisas.
En efecto, frente al euro retrocedió un 0,27% hasta los 1,4658 dólares. A su vez, en Brasil la divisa cayó 0,74% al cerrar en 1,744 reales.