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martes, 15 de julio de 2014

Luis Suárez aterriza en Barcelona sin saber cuándo será su presentación

El Barcelona ha dejado en un rincón las cámaras, la fanfarria, la alfombra roja al verde del Camp Nou y cualquier tipo de aderezo propio de sus presentaciones. No se verá a Luis Suárez en un evento público del club, ya sea vestido de calle o de azulgrana, tal y como recuerda la FIFA tras la sanción impuesta al delantero tras sumordisco a Giorgio Chiellini.
Por mucho que el jugador aterrizara en la ciudad (este lunes sobre las 21.00 horas), por mucho que se haya podido cruzar con aficionados cual turista veraniego, no podrá lucir en ningún evento de puertas abiertas de la entidad. De hecho, la institución está pendiente para sacar de nuevo la parafernalia de este tipo de actos. Será en cuanto sepa la resolución del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), que se presentará en breve y en la que ha participado con la federación uruguaya. El veredicto podría conocerse en unas tres semanas.
Hasta entonces, evento aplazado sin fecha de reapertura. El club es consciente de que el castigo al flamante atacante que ha costado 81 millones de euros implica que no pueda jugar hasta el 26 de octubre... y que de paso deba cumplir con un via crucis de cláusulas con un espectro cuando menos llamativo. Entre ellas, la entidad sabe que el futbolista no puede realizar ningún evento de carácter público. Ahora bien, en su ámbito privado, claro está, puede entrenar por su cuenta, jugar al fútbol con sus familiares, jugar a la videoconsola, escribir de este deporte en redes sociales como hizo para disculparse por el bocado al central italiano... incluso, podría ser, firmar el contrato que le una al Barça. Curioso. El atacante, por el que se ha pagado una millonada, está en la ciudad, pero no se puede mostrar en público con nada que pertenezca al club.
No en vano, el plan inicial era que el jugador fuera presentado el miércoles. Primer paso: Luis Suárez partió este lunes rumbo a Barcelona desde el aeropuerto de Carrasco de Montevideo junto a su esposa, Sofía Balbi, y sus dos retoños. Sin embargo, no podrá pisar el que será su estadio, el Camp Nou, ni visitar su taquilla, ni siquiera pisar el césped de la Ciutat Esportiva, donde se ejercitan sus nuevos compañeros. Ni como futbolista ni como turista, ni como seguidor. Nada de nada. Tampoco, claro está, ser presentado, suspendida la jarana hasta nueva orden, a la espera de conocer qué depara el litigio.
Curiosamente, el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, se encontró con el máximo representante de la FIFA, Joseph Blatter, antes de la disputa de la final del Mundial en Brasil. El segundo fue bastante aséptico sobre el asunto en su balance del torneo, en el que el castigo a Luis Suárez por parte del ente fue uno de los puntos más álgidos: "Es uno de los casos que se manejan por comisiones independientes. Como aficionado me duele la sanción, pero como presidente debo aceptarla. Espero que vuelva al fútbol porque lo que ha demostrado en el campo es capacidad técnica y táctica. Y ha firmado por uno de los mejores equipos del mundo".
Sin evento con Luis Suárez pero con él de paseo por la ciudad (la familia de su pareja vive en Castelldefels), el Barça ha decidido, en principio, rellenar el espacio asignado este miércoles. El cambio de programa oficial conduce a una tradición durante las últimas campañas: la rueda de prensa de inicio de curso del entrenador y el director deportivo. Luis Enrique acompañará a Andoni Zubizarreta, como antes hicieran Pep Guardiola, Tito Vilanova y Gerardo Martino. Será después de que este martes arranquen las sesiones de entrenamiento. En plural. Dobles, de mañana y tarde, excepto el jueves, que será matinal, el sábado, cuando el equipo dispute el primer encuentro amistoso de la pretemporada, ante el Recreativo de Huelva en el Trofeo Colombino, y el domingo, día de descanso.

El drama español de la desnutrición infantil que algunos no quieren ver

Lejos de La Moncloa, lejos del hemiciclo del Congreso, lejos de la Puerta del Sol, existe un submundo de 'tuppers' que van de aquí para allá, un trajín de bolsas de merienda que pasan de mano en mano,una red de favores cotidianos que está sacando adelante a muchas familias españolas.
Niños que piden lonchas de pavo de más en el colegio porque en casa hay poca 'comidita'; abuelas que se van a la cama con una infusión para que puedan cenar sus nietos; madres que apenas se acuerdan ya del sabor de la carne o el pescado. Es el mapa de la desnutrición en España cuyos accidentes geográficos muchos no quieren ver.
Ahora en verano, tras el cierre de los comedores escolares, numerosos niños se han visto privados de su única comida completa al día. Para paliar esta situación, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, recomendó a las comunidades autónomas que los comedores escolares atendiesen en la época estival a los menores en situación de mayor vulnerabilidad.
Algunas comunidades, como Canarias o Andalucía, sí recogieron el guante de Becerril, pero otras como Galicia, la Rioja o Madrid,hicieron oídos sordos. De hecho, el consejero de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, descartó la apertura de los comedores escolares en verano al considerar que en esta región no existe problema alguno de desnutrición entre los estudiantes.
Si Laura tuviese cara a cara a Salvador Victoria y a muchos otros políticos, les pediría que se diesen un paseo por la España real, pero no en el coche oficial ni con escolta, sino a pie, despacio y mirando a la gente: "Que salgan de la nube, que se den una vuelta por los colegios y las asociaciones de Madrid y vean lo que hay, cómo está la gente y cómo lo pasan de mal. Que no piensen tanto en ellos y en llenarse los bolsillos. Si quisieran arreglar algo, ya lo habrían hecho. Como lo de abrir los comedores escolares en verano. ¿Qué hacen las familias que tienen a todos sus miembros en paro o que ya no tienen prestaciones? ¿Qué comen? El Gobierno tendrá que ayudar. Deberían tratarnos mejor y no recortando lo más esencial como la sanidad y la educación. Es una vergüenza".

Programa de becas de Educo

El 'tupper' de hoy de Laura lleva alubias con carne. Esta joven, de 37 años, sobrevive en verano gracias al campamento urbano que organiza la Asociación Solidaridad con Madres Solteras con la financiación de CaixaproInfancia, del Ayuntamiento de Madrid y de las becas de la Fundación Educo, que ha lanzado un plan este verano para alimentar a los niños españoles en riesgo de exclusión social. La ONG Educo ha puesto en marcha un programa de becas comedor de verano en 17 autonomías con el que tiene previsto repartir un total de 105.000 comidas sufragadas con donativos de particulares.
Laura acaba de recoger a su hija en el colegio Blas de Otero, en el distrito de Latina en Madrid, y, de paso, se lleva las sobras en una tartera para la cena. "Lo que sobra de algún niño que no ha venido me lo dan y me lo llevo porque en mi casa hace falta. Todo lo que me sirva de comer lo cojo encantada. Además, aquí siempre hacen comidas muy completas".
Aunque el alegre griterío de los niños apenas deja escuchar su voz, esta madre transporta una tartera cargada de desolación. Pese a tener 37 años, criar una hija pequeña y contar con toda la vida por delante, ni un atisbo de esperanza se asoma a su rostro. En dos largos años en paro tan sólo ha conseguido realizar dos entrevistas con ningún resultado.
Si la economía está mejorando, la recuperación todavía no ha llamado a las puertas de su casa. Hace tiempo que tuvo que abandonar su domicilio para volver con sus padres. "Si no tuviera la casa de mis padres ya me habría muerto. Mi hija y yo no sé dónde estaríamos. Los bancos de alimentos no dan para tanto porque hay muchísima gente. Estoy divorciada y mi pareja no me paga ni un duro. Si no es gracias a ellos y a la asociación de madres solteras, no sé qué habría sido de la infancia de mi hija", asegura con el pesimismo impregnado en su piel.
Nancy con su hija y su nieta en un colegio de Latina. | G. M. P.
La Asociación de Madres Solteras organiza colegios de tarde durante el invierno para que las madres solteras que trabajan puedan conciliar y campamentos urbanos durante el verano. "Si no pudiéramos ofrecer este servicio de comedor, estaríamos hablando de graves problemas para estas familias monomarentales. Son casos de supervivencia. Ellas son las únicas que traen los ingresos a casa y los menores dependen sólo de ellas. En muchas ocasiones hablamos de mujeres inmigrantes que no cuentan con una red familiar", explica Isabel Villaverde, coordinadora de los campamentos urbanos de la asociación.
Nancy es una de esas mujeres, obligada a ejercer de madre y abuela por partida doble. No sólo se tiene que ocupar de su hija Zoila, de 9 años, sino también de su nieta Melanie, de 10. Su hija mayor, también madre soltera como ella, se quedó en paro y decidió marcharse a Nueva York a probar suerte. Se llevó a Melanie con ella, pero la pequeña no se adaptó a la vida norteamericana y decidieron enviarla de vuelta a España.
A veces por las noches Nancy se bebe una infusión para que puedan cenar su hija y su nieta
Esta mujer de origen ecuatoriano, con nacionalidad española, vive con el subsidio de 426 euros que recibe por hijo a cargo, con el que mantiene a las dos menores y a otro hijo mayor. Llegó a España en 1999 y siempre tuvo trabajo, incluso varios a la vez, hasta que hace cuatro años le atropelló el tren del desempleo. Desde entonces, no ha vuelto a encontrar un empleo estable y tan sólo limpia casas por horas, de vez en cuando.
"Los comedores escolares de verano son una ayuda muy grande para las madres que estamos en estas circunstancias. Acceder a un campamento particular es un dineral que no tenemos. Poder venir y dejarles aquí y que puedan comer gratuitamente es algo que uno no se puede pagar con nada, si no tienes un sueldo digno. Estos comedores populares son muy buenos para las personas que lo necesitan", relata Nancy.
En ocasiones, su hija y su nieta se van a la cama con un vaso de leche. Y sin rechistar. Noches en las que no hace falta decir nada; basta tan sólo con una mirada. Son conscientes de los apuros económicos por los que atraviesa la familia: "Cuando no hay comida, les doy un vaso de leche y las niñas entienden que hoy no hay. Se les explica y las niñas se lo toman y a la cama. Lo importante es que ellas tengan algo, aunque una no coma. Yo me tomo una infusión y ya está, pero ellas tienen que estar mejor alimentadas".
Los bolsillos de Nancy tampoco están notando la salida de la crisis. "Eso es mentira. Uno busca trabajo y no lo encuentra. Le diría a los políticos que traten de ver la situación no sólo de los inmigrantes, sino de todos los españoles en general , que también tienen ahora dificultad al no tener trabajo. Que se den una vueltita caminando de pie, en los colegios y que no quiten apoyo a los comedores, a los colegios y a los centros de salud. Ahora, me han dicho que si dejo de cobrar el subsidio no tengo derecho a Seguridad Social y no me van a atender ni a mí ni a mi hija. Si ella enferma y no tengo derecho a la sanidad, ¿cómo la voy a atender? El Gobierno tiene que tener en cuenta eso y no pensar sólo en los recortes".
La mayor frustración para Laura es mirar a la cara de su hija y no poder ofrecerle oportunidades: "Es una impotencia cuando te ves sola con tu hija y quieres algo bueno y no puedes darle ni lo básico. La verdad es que es muy triste. Que la gente esté perdiendo sus casas y que los bancos se están inflando los bolsillos, es muy fuerte". Si no fuera por las redes solidarias, hace tiempo que habría tirado la toalla.

Rebelión europea para abaratar el último fármaco contra la hepatitis C

El poder curativo de un nuevo fármaco contra la hepatitis C, el sofosbuvir, y su elevado precio han movilizado a media Europa. Respondiendo al llamamiento hecho por Francia en la última reunión de ministros europeos de Sanidad, quince países se han unido para exigir una rebaja del coste de la innovadora medicina y, de paso, reforzar su posición negociadora frente al laboratorio que la produce, el americanoGilead. España asegura que no ha recibido ninguna invitación para sumarse a la rebelión pese a que la propuesta francesa se difundió por los servicios del Consejo Europeo entre los ministros reunidos en Luxemburgo los días 19 y 20 de junio.
“[La cuestión] se va a discutir mañana [por hoy], por lo que no hemos podido suscribir nada antes”, indica una portavoz de Sanidad, el departamento que dirige Ana Mato. El ministerio se refiere al encuentro de directores generales que se celebrará hoy en Bruselas, donde está previsto abordar, entre otros asuntos, el coste de las nuevas terapias para la hepatitis C. “Estamos dispuestos a colaborar con otros Estados en este ámbito”, añade la portavoz.
La propuesta francesa es un llamamiento conjunto a la industria farmacéutica para que reduzca el precio del sofosbuvir (que se vende bajo la marca Sovaldi). Desde entonces, los socios europeos se han ido sumando a la iniciativa. Según el Ministerio de Sanidad francés, son ya 14 los países que se han adherido a la iniciativa y entre ellos no está España, a pesar de que, como expresa la iniciativa, son los países del sur de Europa, junto a los del este, los que sufren una mayor prevalencia deesta infección contagiosa que solo en España afecta a 900.000 personas y que, tras un periodo de evolución que suele durar décadas, puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado.
Han suscrito esta declaración hasta la fecha Alemania, Italia, Polonia, Holanda, Portugal, Bélgica, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre, Croacia, Irlanda, Lituania y Luxemburgo, aparte de Francia. El laboratorio farmacéutico interpelado no ha reaccionado todavía al llamamiento, según informó la portavoz francesa de Sanidad a este periódico.
“Los precios fijados para los nuevos medicamentos contra la hepatitis C son extremadamente altos e insostenibles para los presupuestos de salud”, dice la declaración conjunta, que alerta de que dichos importes pueden dejar excluidos de los beneficios del medicamento a miles de pacientes. El texto conjunto añade: “Los precios de los fármacos deberían tener en cuenta los Presupuestos nacionales y la sostenibilidad de los sistemas de salud para que los pacientes tengan acceso a las innovaciones farmacéuticas”. Una declaración que puede aplicarse también a los últimos antitumorales u otras innovaciones.
Quince países se unen frente
al laboratorio americano Gilead
La declaración no va tan lejos como para proponer una negociación conjunta de los precios, dados los obstáculos legales a este respecto, pero sí propone una red de intercambio de información permanente con la finalidad de que al menos se establezca un techo para los precios del fármaco en los países firmantes. “Cada país debe negociar con el laboratorio”, explica la portavoz de la ministra francesa Marisol Touraine, quien añade: “Consideramos que la declaración conjunta puede reforzar la posición negociadora de los sistemas de salud”.
Touraine está convencida de que la unión de estos países “da peso a las autoridades nacionales en la negociación sobre los precios con este laboratorio americano”. El texto conjunto señala a este respecto: “Las autoridades competentes y la industria farmacéutica deberían alcanzar un acuerdo entre el pago adecuado a la innovación y el acceso equitativo y asequible a las terapias innovadoras para los pacientes”.
La nueva medicación cuesta unos 60.000 euros por paciente
El tratamiento completo con sofosbuvircuesta casi 60.000 euros. La Agencia Europa del Medicamento aprobó el fármaco el pasado mes de enero, pero en países como España, aún no se ofrece por parte de la red pública. Desde principios de año las autoridades sanitarias se encuentran negociando con el laboratorio un precio para incorporar el fármaco al sistema de salud sin que, hasta el momento, hayan llegado a un acuerdo por el elevado coste del compuesto. Según los cálculos de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, unos 3.000 pacientes españoles para los que no es eficaz la terapia actual necesitarían con urgencia la administración del medicamento.
En Francia, el laboratorio cobra 56.000 euros por paciente tratado. En Estados Unidos, donde el mismo tratamiento se eleva a los 84.000 dólares (61.700 euros), ya se conoce a este medicamento nuevo como “el fármaco de los mil dólares”, un número redondo que en Europa serían unos 735 euros, dado que es lo que cuesta la pastilla diaria que hay que tomar durante 12 o 24 semanas.
Responsables sanitarios tratan hoy en Bruselas esta cuestión
Francia no solo ha presentado la iniciativa mencionada, sino que registra entre sus legisladores una cierta revuelta contra lo que Forbes ha calificado de “coste abusivo” de los medicamentos. Cinco diputados socialistas han escrito una dura carta al presidente de Gilead en Francia, Michel Joly, exigiéndole las cuentas de la empresa.
Gilead no es el descubridor del fármaco contra la hepatitis C, sino la compañía que compró la empresa que lo desarrolló, Pharmasset, por 8.000 millones de euros. “Durante el primer trimestre de este año, Gilead ya ha registrado una cifra de negocios de 1.100 millones de euros en todo el mundo con Sovaldi, es decir, va a amortizar rápidamente la compra de Pharmasset”, ha declarado a Le Parisien Gérard Bapt, otro de los diputados firmantes del escrito.
El movimiento puede abarcar otros productos como los antitumorales
La hepatitis C es un grave problema de salud pública en Europa. La prevalencia de la infección es de entre el 0,5% de la población (en los países nórdicos) hasta el 5% en el sur y el este de Europa. Entre 5 y 10 millones de europeos están afectados y el sofosbuvir es un hito médico que podría marcar el inicio de la erradicación de esta enfermedad. El precio, sin embargo, dada la precaria situación de las arcas públicas en Europa, es un obstáculo casi insalvable que obliga de momento, como han señalado los expertos franceses en un informe oficial, a tratar solo los casos más graves (algo que también aceptan los hepatólogos españoles).
Las multas que la semana pasada impuso la Comisión Europea a varios laboratorios aumentan las sospechas de que hay una política tendente a engordar artificialmente los precios. La sanción fue de 427,7 millones de euros y la firma más perjudicada, la francesa Servier. El Ejecutivo europeo le acusa a ella y otros cinco laboratorios de dificultar la comercialización de un genérico más barato de un medicamento cardiovascular.

Compra centralizada de vacunas

El 20 de junio, España y otros 14 países de la Unión alcanzaron un acuerdo para la adquisición conjunta de vacunas. El objetivo de esta iniciativa no es tanto conseguir una posición de mayor fortaleza en la negociación con la industria y alcanzar rebajas de precio —que también—, sino, sobre todo, evitar problemas de desabastecimiento ante situaciones súbitas de aumento en la demanda, como las que se produjeron hace cinco años.
A raíz de la pandemia de la gripe A (H1N1) varios países europeos se encontraron en 2009 ante serias dificultades a la hora de adquirir dosis para sus ciudadanos. Entonces, la Comisión y el Parlamento Europeo pusieron en marcha una iniciativa que se plasmó en el acuerdo alcanzado hace algo más de tres semanas.
La iniciativa ya cuenta con la adhesión de España, Bélgica, Croacia, República Checa, Chipre, Estonia, Grecia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y Reino Unido. Países como Alemania, Irlanda, Francia, Italia, Lituania, Rumanía, Finlandia y Suecia han mostrado la intención de incorporarse. El comisario de Salud, Tonio Borg, ha alentado a todos los países a sumarse “lo antes posible” para “proceder a la primera adquisición conjunta de vacunas pandémicas”.
Además de sueros frente a brotes de gripe, también se contempla usar esta fórmula para afrontar necesidades relacionadas con infecciones por carbunco, botulismo, polio o hepatitis C.
Fuentes del Ministerio de Sanidad apuntan que el pacto no obliga a la compra colegiada, sino a sumarse a ella si las condiciones son más ventajosas que las que los países pueden conseguir por su cuenta.