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lunes, 13 de mayo de 2013

CiU llevará a Bruselas la expulsión del soberanista marroquí

La expulsión de España del ciudadano marroquí Noureddin Ziani, pedida por el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), fue criticada ayer por Convergència Democràtica (CDC) y Esquerra Republicana, al considerar que guarda relación con el proceso soberanista que vive Cataluña. el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa presentará hoy una pregunta-denuncia a la Comisión Europea contra la expulsión de Ziani. En su opinión, “no hay ninguna prueba que justifique los hechos de los que se le acusa”.
“Vistos los antecedentes, no nos sorprendería nada que este caso tuviera intencionalidad política. Si fuese así, y cada vez tenemos más claro que es así, merecería nuestro rechazo más rotundo y el de toda la sociedad”, dijo el secretario de organización de CDC, Josep Rull. “Si se piensan que desde las amenazas y el miedo pueden diluir el proceso que ha iniciado Cataluña, se equivocan mucho”, añadió Rull.
Por su parte, el diputado de ERC Alfred Bosch ve “indicios de guerra sucia contra el soberanismo catalán”, insta al CNI a cumplir la ley y pide al Gobierno central que “no utilice al CNI como escuadrón sucio contra la gente que defiende la libertad de su país, porque acabará ensuciando la democracia española”. Bosch apreció un cierto “aire de venganza” en la propuesta del CNI de expulsar a este dirigente musulmán que “se ha significado mucho con la realidad catalana”.
Ziani preside desde hace años la Unión de Centros Culturales Islámicos de Catalunya y tiene un cargo en la Fundación Nous Catalans, que dirige el Àngel Colom, secretario de inmigración de CDC. La fundación fue creada con la finalidad de atraer inmigrantes a las filas del nacionalismo y Ziani recorrió con Colom varias mezquitas de Cataluña el pasado mes de noviembre, difundiendo entre los musulmanes las supuestas ventajas que comportaría la independencia catalana. El CNI acusa a Ziani de “amenazar la seguridad nacional (...) y comprometer las relaciones de España con otros países” y de ser “un colaborador muy relevante de un servicio de inteligencia extranjero desde 2000”. Por esos motivos fue denunciado por el director del CNI, el general Félix Sanz-Roldán, Su orden de expulsión está pendiente de ser ejecutada.

Un tiroteo siembra el pánico en un desfile por el Día de la Madre en Nueva Orleans

Un tiroteo durante un desfile con motivo del Día de la Madre ha dejado al menos 19 heridos en Nueva Orleans, según fuentes oficiales. El suceso ha ocurrido a las dos de la tarde hora local en la calle Frenchmen. El Departamento de Policía de Nueva Orleans ha informado que entre los afectados hay 10 hombres, siete mujeres, un niño y una niña, ambos de 10 años, que "han sido alcanzados por las balas". Los dos menores tenían varias lesiones en el cuerpo pero se encuentran estables. El FBI ha definido el tiroteo como violencia callejera, rechazando que haya sido un atentado terrorista.
"Ha sido un día muy trágico para Nueva Orleans, una vez más, -tres personas resultaron heridas durante en un desfile en 2006 y una mujer en otro en 2010- , especialmente en un día como hoy, el Día de la Madre", ha dicho el alcalde de la ciudad, Mitch Landrieu. "Han disparado a madres, hermanas e hijos que han resultado heridos", ha añadido. El alcalde también ha instado a los testigos a que proporcionen toda la información posible: "Este tipo de sucesos no se pueden quedar sin resolver. La manera de poner fin a esta violencia es que todos ayudemos".
El director de los servicios médicos de emergencia de Nueva Orleans, Jeff Elder, ha confirmado en rueda de prensa que tres de los heridos han llegado en estado crítico y han sido traslados al quirófano de inmediato: "Entre los afectados hay algunos que están graves y han sido ingresados y otros que están en buenas condiciones". "Hemos recibido 19 personas a la vez, las estamos evaluando lo más rápido posible. La situación es caótica pero no hay fallecidos", ha explicado.
Ronal Serpas, subdirector del Departamento de Policía de Nueva Orleans, ha agregado en rueda de prensa que han visto a tres personas huir corriendo de la zona. “Estos tres sospechosos podrían haber trabajado de manera conjunta y al menos se han usado dos armas diferentes”, ha dicho. Uno de los sospechosos ha sido descrito como un hombre de entre 18 y 22 años con el pelo corto y vestido con una camiseta blanca y pantalones vaqueros cortos.
Hasta el momento no hay ningún detenido. "Los agentes están realizando entrevistas a varios testigos, se están recuperando las grabaciones de las cámaras de vigilancia aledañas a la zona del suceso y, por supuesto, llevando a cabo la recogida de pruebas en el lugar. Estamos seguros de que pronto encontraremos y arrestaremos al autor o autores del tiroteo", ha sostenido en un comunicado el portavoz del Departamento de Policía de Nueva Orleans, Remi Braden.
Había entre 300 y 400 personas viendo el evento en el momento del suceso, unas 200 muy próximas a la zona en la que se ha producido el tiroteo. Además, había unos 10 agentes encargados de la seguridad del desfile, que se celebraba en un barrio de familias de clase media y de bajos ingresos. En 2012 su población había disminuido un 60% con respecto a 2005, año en el que el huracán Katrina azotó la ciudad dejando tras de sí 1.800 muertos y unos 128.000 millones de dólares en pérdidas económicas.
"Desde el segundo que oí los disparos, corrí con mi hija y justo un hombre cayó sobre mi regazo", dijo Shermaine Tyler, de 32 años, que presenció el tiroteo. Tyler aseguró que esta persona había recibido dos impactos de bala, uno en la zona de la pelvis y otro en la mano. "Todo esto es ridículo, todos sangramos la misma sangre, todos venimos del mismo dios. Esta gente ha recibido un disparo y para qué", añadió.
Adriana Stewart, una residente de la zona que ha participado en el desfile, calificó de incomprensible lo ocurrido. "Era la primera vez que llevaba a mis hijos. No es justo, ni para las madres ni para ellos", dijo. Otra mujer de 59 años relató que estaba en su casa viendo el desfile cuando oyó los disparos: "Había cientos de personas gritando y corriendo. Es muy triste que la gente no pueda salir a la calle a celebrar. Nadie se puede dirigir a una multitud y empezar a pegar tiros".
El Original Big 7 Social Aid and Pleasure Club es el encargado de organizar el desfile desde el año 2001, de acuerdo con su presidente Edward Buckner, que explicó que el fin es "felicitar a las mujeres estadounidenses de Nueva Orleans por el duro trabajo que hacen cuidando de sus hijos”. “No puedo decir cómo son los hombres que han disparado, porque estaba ocupado desfilando. No lo vi venir, todo el mundo estaba pasándolo bien", dijo.
El tiroteo ocurre en medio del debate político sobre el control de armas en Estados Unidos y antes de cumplirse un mes del atentado durante el maratón de Boston en el que tres personas murieron y más de 180 personas resultaron heridas. Tanto este suceso como el perpetrado por los hermanos Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev en Boston acontecieron a plena luz del día y en eventos con una gran cantidad de gente.
La actual lucha del presidente Barack Obama contra las armas comenzó tras el tiroteo del pasado diciembre en una escuela de Newtown perpetrado por Adam Lanza, en el que murieron 20 niños de entre seis y siete años. La batalla contra el descontrol en el uso civil de armamento ha sufrido varios contratiempos desde entonces. Por ejemplo, la enmienda bipartita para extender el control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones comerciales de armas en EE UU fue derrotada en abril. La iniciativa no solo encarnaba la apuesta legislativa más ambiciosa sobre el control de armas en los últimos 20 años, sino que recogía una de las principales apuestas para la reducción de la violencia armada defendidas por Obama. La decisión supuso un duro revés para las aspiraciones de aprobar una ley más restrictiva sobre armas.

Demolerán el colegio de Newtown escenario del tiroteo que mató a 20 niños y 6 adultos

Cinco meses después de la tragedia, las autoridades del estado de Connecticut (EEUU) han determinado demoler el colegio Sandy Hook, en Newtown, donde el tiroteo llevado a cabo por el joven Adam Lanza acabó con la vida de 20 niños y 6 adultos el pasado mes de diciembre. En su lugar, levantarán una nueva escuela que ayude a borrar las heridas.
Esta ha sido la decisión de los 28 miembros del comité encargado de decidir qué hacer con la escuela, aunque ahora la medida deberá ser sometida a voto en otro panel antes de entrar en vigor. Su aprobación, sin embargo, parece probable ante la vehemente oposición de los familiares de víctimas a la posibilidad de una reapertura del centro.
"Me encadenaré a la escuela en protesta si intentan reabrirla", dijo la semana pasada a NBC Erica Lafferty, hija de la directora del colegio, Dawn Hochsprung, que fue una de las asesinadas.
Las alternativas que barajaba el panel y que descartó fueron las de renovarla y reabrirla o construir otra escuela en una localización diferente.
Los estudiantes que acudían a Sandy Hook volvieron tres semanas después del suceso a otra escuela a pocos kilómetros de distancia, donde han seguido asistiendo a clase hasta ahora.
Las autoridades locales han estimado que la construcción de una nueva escuela costará entre 47 y 59 millones de dólares.