El Gobierno venezolano reforzó hoy su combate frente a lo que
considera sabotaje a su gestión, con la activación de una línea
telefónica para denunciar situaciones irregulares y la puesta en marcha
de un órgano con el que apunta a neutralizar las amenazas contra la
economía.
Las iniciativas se enmarcan dentro de la tesis lanzada por el
Gobierno en las últimas semanas de que los servicios públicos del país
están siendo víctimas de un sabotaje de sectores de oposición interesados en generar desestabilización para forzar en el país algún tipo de intervención extranjera.
El presidente, Nicolás Maduro, se ha puesto a la
cabeza de esta ofensiva, tras llamar a los venezolanos a "dar una
lección a los saboteadores" de la economía y anunciar que dirigirá
personalmente el nuevo "Órgano Superior de Defensa Popular de la
Economía" para coordinar acciones a favor de la producción y el
abastecimiento. "Cero tolerancia con las conspiraciones. Llamo al pueblo a que me acompañe", afirmó Maduro durante un acto de Gobierno transmitido por la televisión estatal.
Tal como Maduro había anunciado el viernes, el nuevo órgano ha
celebrado este lunes su primera reunión en el Palacio de Miraflores, con
la conformación de mesas de trabajo para mejorar la distribución de los
alimentos transportados y reducir así los focos de desabastecimiento que suele sufrir la economía.
Uno de los miembros del órgano, el ministro de Transporte Terrestre,
Haiman El Troudi, precisó que el órgano comenzó con una reunión entre
todos los entes públicos encargados del transporte y firmas y cámaras
empresariales vinculadas con el transporte de carga.
'La guerra económica'
En el encuentro se acordaron hacer inspecciones a empresas y tomar medidas para combatir el desvío de alimentos
a la economía informal y se analizaron alternativas para reducir la
burocracia, señaló El Troudi en una comparecencia ante el canal estatal
Venezolana de Televisión.
"La guerra económica la vamos a ganar, que no se llame a engaño quien
quiera seguir en sus pretensiones de apostar a la inestabilidad, al
desasosiego, al desabastecimiento de los productos", afirmó.
"Acá hay un Gobierno determinado en su firme atribución de
garantizarle el abastecimiento de los bienes necesarios para la vida de
todos los venezolanos", añadió El Troudi. Este Órgano Superior, que
supervisará la producción interna, la importación, el transporte y la
comercialización de productos, surge en momentos en que el país registra
una inflación de 33 % en lo que va del año y frecuentes episodios de
desabastecimiento de productos básicos de consumo masivo.
Al combate a las amenazas contra la economía se suma la activación hoy de la línea O800SABOTAJE
para denunciar los factores que estarían conspirando contra el normal
funcionamiento de la economía del país, aunque Efe intentó en varias
oportunidades comunicarse con este sistema sin éxito. Además de la línea
telefónica, el Gobierno creó la cuenta de Twitter @noalsabotaje para también canalizar denuncias, la cual a dos días de haber sido creada ya cuenta con más de 4.000 seguidores.
El Gobierno ha defendido estas iniciativas como necesarias frente a
la presunta "guerra económica" que desde la "derecha fascista" están
librando en su contra, aunque la oposición le ha reclamado pruebas y
detenciones en conexión con las denuncias que realiza prácticamente a
diario.
El Gobierno ha dicho, por ejemplo, que el apagón
que se produjo el pasado día 3 en 19 de los 23 estados del país fue
producto del sabotaje, mientras que el ministro de Petróleo y Minería,
Rafael Ramírez, exhibió pruebas la semana pasada de que el incendio que
se produjo en agosto de 2012 en la principal refinería del país y que
dejó 42 muertos, fue provocado.
Estas denuncias se unen a una larga lista de presuntas conspiraciones
que Maduro ha dicho buscarían desestabilizar la economía para acabar
con la llamada revolución bolivariana tras la muerte del presidente Hugo
Chávez en marzo pasado.
En sus cinco meses en el poder, Maduro ha denunciado guerras
psicológicas, sabotajes económicos, la infiltración de sicarios
colombianos y mercenarios pagados por "la derecha salvadoreña" para
matarlo y un supuesto plan orquestado para envenenarlo.