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jueves, 29 de mayo de 2014

Un documental sobre cómo superar la crisis alimentaria de forma sustentable Agricultura urbana en Cuba

Adital


El documental "Agricultura Urbana en Cuba”, dirigido por Nicolás van Caloen y Juan Pablo Lepore, muestra como Cuba consiguió superar la crisis agrícola y alimentaria, vivida por la isla después de la caída de la Unión Soviética, su principal asociado económico e ideológico, a través de alternativas que permitieron desarrollar una agricultura sustentable y de autoabastecimiento.
El filme comienza con una breve explicación histórica de cómo el período de crisis alimentaria surgió y nos muestra la trayectoria de los cubanos que, a causa de la crisis, iniciaron un largo trabajo para reestructurar su economía y agricultura.

Cuba ya convivía con el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos cuando, en 1989, la URSS sucumbió, iniciándose un período de desequilibrio económico en la isla. La forma que se encontró para esquivar las adversidades fue innovar en agricultura. Los espacios urbanos pasaron a ser usados sustentablemente para dar condiciones de producir alimentos saludables.

Declaraciones de habitantes que comenzaron a producir sus propios alimentos indican el apoyo a la forma de cómo Cuba pasó a concientizar a su población para cultivar sus propias huertas y así terminar con la dependencia de abastecimientos de alimentos desde el exterior. Berenjena, lechuga, coliflor y acelga son producidos por los propios cubanos en sus casas, en el espacio urbano.

Se muestra como son organizados los procesos de producción de los alimentos en los llamados "organopónicos”, áreas destinadas a la agricultura comunitaria. Cuba es presentada todavía como un país que merece atención por el éxito en la superación de la crisis alimentaria. Aún con el bloqueo de Estados Unidos y con la decadencia de la URSS, la isla desarrolló alternativas que se sustentan con actitudes simples, haciéndonos reflexionar sobre cómo podemos usar el espacio urbano sustentablemente en pro del bien común.


IU, Podemos y Equo quieren pactar una candidatura para conquistar la capital

Izquierda Unida está trabajando ya para ligar una alianza con Podemos y Equo, recabando además el apoyo de otros movimientos sociales, para forjar una candidatura que desplace a los socialistas como segunda fuerza e, incluso, alcance la alcaldía, según ha podido saber EL PAÍS.
Las elecciones europeas del domingo han revolucionado a la izquierda en Madrid. El auge vertiginoso de Podemos, convertida en tercera fuerza política a costa sobre todo del PSOE pero también de las expectativas de crecimiento de IU, ha alterado todas las estrategias diseñadas para las elecciones municipales de 2015.
En el Ayuntamiento gobierna el PP con mayoría absoluta (31 de los 57 concejales), tras obtener el 49,7% de los votos en 2011. El PSOE tiene 15 ediles (23,9%), IU 6 (10,7%) y UPyD 5 (7,8%).
La estrategia del líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha sido forjar un frente con IU y UPyD para arrebatar al PP una plaza que controla desde 1991. Según la encuesta publicada en mayo por EL PAÍS, podría lograrlo. De hecho, el sondeo da mayoría absoluta a socialistas e IU, aunque tan justa que probablemente precisen del apoyo de UPyD. Su líder, David Ortega, ya ha avanzado que pactará con quien más se ajuste a su programa, pero su choque casi constante con el PP le dificultará mantenerlo en la alcaldía; eso, por supuesto, en caso de que sea candidato, pues él quiere pero también tendrá primarias.
Ese era el escenario hasta el domingo. En las europeas, el PPconfirmó su peor augurio, con el 32,4% de los votos. Ese resultado, trasladado al reparto de escaños en el Ayuntamiento, le daría 23 concejales. El PSOE obtendría 13 (18,2%), IU 7 (10,3%) y UPyD 7 (9,6%). Pero irrumpiría Podemos con otros 7 (10,4%), complicando el juego de alianzas.
Un candidato conjunto de IU y Podemos, con el apoyo del PSOE, se quedaría a dos ediles de la alcaldía. Aunque UPyD tendría difícil apoyar al PP en la capital, aún más le resultaría respaldar a ese candidato de izquierda. Pero tampoco parece importar en IU: lo primero es forjar un pacto, que se desea pero aún está lejos; y, luego, galvanizar al electorado para convertirse en segunda fuerza y lograr una mayoría suficiente.
Los obstáculos no serán pocos. IU es, en palabras de su ahora líder local, Ángel Pérez, una formación “complicada y contradictoria”. En la Comunidad de Madrid está fracturada en dos casi por la mitad. El sector mayoritario (representa al 51%, más o menos) controla el liderazgo regional, que ostenta Eddy Sánchez, y hasta ahora también el municipal en la capital, con Pérez. Pero sus rivales (con un 49%, aproximadamente, y el respaldo de la dirección nacional) son realmente mayoría en la ciudad; un cambio en la interpretación de los estatutos (que posibilitó la paz en la asamblea regional de abril) les permitirá ahora hacer valer su peso.
Pérez ha insistido en que no repetirá como candidato (lo fue en 2007 y 2011). Los partidarios del sector 49% han puesto en marcha las conversaciones con Podemos y Equo (y otros movimientos sociales) para encontrar a un candidato de consenso. Un candidato que no tiene por qué ser de IU, y que no está claro aún de qué forma (asamblearia, primarias abiertas, etcétera) será elegido.
El sector minoritario de IU podría haber fijado un nombre en abril a nivel interno, pero prefirió posponerlo, según indica el concejal Jorge García Castaño, anticipando la marea que podía surgir en la izquierda en las europeas.
“El talante y las ganas son de confluir  trabajar codo con codo”, dice Medialdea (Podemos)
Pero nombres no faltan. El diputado regional Mauricio Valiente es uno. O la activista Yayo Herrero, coordinadora de Ecologistas en Acción. “No queremos ser como el PSOE: primero vamos a completar el camino, y luego llegarán los nombres”, añade Castaño. “Es esto, o se nos lleva la historia por delante”, concluye.
Pese al temor de muchos a que Pérez obstaculice este proceso, el aún líder municipal parece convencido para echarse a un lado y dejar hacer. Una postura similar tendría Sánchez, que, además, parece inclinado a seguir este camino a nivel regional.
En Podemos, “el talante, la intención y las ganas de la mayoría es confluir y ponernos a trabajar codo con codo”, señala Bibiana Medialdea, profesora universitaria y una de las impulsoras del partido en Madrid.
Se trata de sumar fuerzas “con quienes tengan claro que hay que darle la vuelta a la austeridad y poner el pago de la deuda por detrás de las necesidades sociales de la población”, añade. Pero el mecanismo está por decidir.
“Existimos desde hace dos telediarios y no somos un partido tradicional; después del verano nos plantearemos cómo organizarnos; queremos articular mecanismos de participación ciudadana no sólo para elegir candidatos sino para temas más complejos, pero hay que hallar la fórmula”, indica Medialdea. En Madrid son miles sus partidarios (y “cada vez más”, tras las europeas), pero su estructura está “en suspenso”, a falta de hallar una “permeable”. En cualquier caso, “el ánimo generalizado es unir fuerzas a favor de la mayoría", aunque “no hay nada cerrado”, concluye.
Equo logró el 2,2% en Madrid el domingo. Sus votos aportarían uno o dos concejales a la coalición con IU y Podemos. Su portavoz, Inés Sabanés, ve “factible” el acuerdo. “Ya se han superado escollos que parecían imposibles. Hay que explorar nuevos caminos; creamos una cooperativa política para forjar acuerdos locales, y ahora podemos formar un bloque que aglutine la diversidad, aprendiendo de movimientos sociales como el 15-M”, añade.
“La unidad tiene un efecto multiplicador”, tercia Mauricio Valiente. “En IU ya veníamos hablando de la convergencia de todas las fuerzas políticas y sociales de la izquierda, y ahora no sé si es posible pero sí necesario. Queda mucho por debatir, lo primero el programa, que todos queramos lo mismo. Pero con foros de participación amplios y respetando las formas de organizarse de cada formación, es posible”, añade.
“Yo voy a estar en ese proceso, no sé si en primera o segunda línea, pero estoy a disposición de la organización”, concluye.