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domingo, 25 de enero de 2015

Los secretos de Bárcenas inquietan al mafioso Partido Popular

Los papeles de Bárcenas con los ingresos bancarios de las donaciones ilegales.
Luis Bárcenas ha vuelto a la luz tras 19 meses preso en el módulo 4 de la prisión de Soto del Real (Madrid). Sus primeros pasos en libertad, amplificados por micrófonos y cámaras de televisión, han retumbado en la sede del Partido Popular. Allí trabajó 20 años como gerente y tesorero, entre papeles y una caja fuerte donde se guardaban algunos de los secretos financieros más inconfesables de la formación conservadora.
 Con Bárcenas libre y amenazado por un juicio donde se enfrenta a decenas de años de cárcel por siete delitos, el PP espera inquieto a los próximos movimientos de su extesorero, cuyas confesiones al juez desembocaron en una causa que acorrala al partido del Gobierno por supuesta financiación irregular.
Agobiado por el rastro que dejaron sus propios delitos, abandonado a su suerte por el PP, y ya en prisión, Luis Bárcenas decidió confesar su culpa al juez el 15 de julio de 2013. Entonces detalló bajo juramento un amplísimo catálogo de supuestas corruptelas en la formación conservadora de las que fue testigo directo y uno de los autores principales.
Agobiado por sus delitos, el extesorero confesó su culpa en julio de 2013
Para demostrar sus acusaciones, Bárcenas entregó en la Audiencia Nacional 10 carpetas de colores con diversos escritos. Eran sólo una pequeña parte de las nueve cajas de documentos que sacó en julio de 2009 de su despacho en la sexta planta de Génova 13, sede nacional del PP, para ponerlas a buen recaudo cuando los jueces ya le seguían la pista por corrupto.
En el sumario del caso Gürtel, gracias a Bárcenas, figuran los originales de la supuesta contabilidad secreta del PP; numerosos recibís firmados por algunos de los que recibieron dinero negro, entre ellos los que permitieron imputar a dirigentes manchegos porla supuesta mordida cobrada para la campaña electoral de María Dolores de Cospedal; fotocopias de hojas sueltas de su agenda personal con nombres relevantes y almuerzos sospechosos; y diverso material —ingresos bancarios y cuentas de alguna campaña electoral— que aportó para probar otras irregularidades.
"Es mi mano la que entrega los sobres a la señora Cospedal", dijo
Su confesión de cinco horas al juez Pablo Ruz cuando ya estaba preso; sus declaraciones en el juicio de Toledo a raíz de una demanda de María Dolores de Cospedal y sus entrevistas en medios de comunicación redondearon un relato que puso al PP y a su cúpula contra las cuerdas, forzando la apertura hace casi dos años de una investigación judicial sobre las finanzas del partido.
Sus respuestas a los jueces eran como disparos al corazón del PP: “Es mi mano la que entrega los sobres a la señora Cospedal. Era un sueldo en b, sin retención, era una tradición en el partido (…), Acebes, Arenas, Álvarez-Cascos, Rajoy, todos ellos cobraban un complemento de sueldo en b, en efectivo y sin retención de ningún tipo. En las entregas de dinero negro no hay testigos normalmente (…). Desde la primera a la última anotación de los papeles son ciertas (…)”.
A estas alturas del procedimiento, el juez instructor Pablo Ruz, la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado consideran ya acreditada la financiación ilegal de la formación conservadora durante al menos 15 años (1993-2008). Es un problema mayor en el camino electoral que emprende la formación conservadora en un año clave donde se juega su inmenso poder institucional.
Tiene certificados bancarios de donaciones de empresas a fundaciones del partido
La apertura de juicio oral por las acusaciones de Bárcenas y sus papeles de la caja b todavía está lejos. Pero la salida de prisión del extesorero, 19 meses después de ingresar en Soto del Real, ha levantado un muro de inquietud en el PP ante lo que Bárcenas puede contar de lo que todavía esconde.
Sólo él conoce qué se oculta en toda la documentación que sacó de su despacho de Génova 13 aquel mes de julio de 2009 ante el temor a un registro policial tras el estallido del caso Gürtel. Pero antes de entrar en prisión había mostrado a algunos de sus amigos y abogados que le asesoraban otros documentos que aún no han salido a la luz. Bárcenas, según personas que han visto esos papeles, guarda pruebas de negocios privados de dirigentes del PP que fueron alimentados con fondos de la formación. También tiene certificados bancarios de donaciones de empresas a fundaciones del partido que se utilizaban, ilegalmente, para campañas electorales. Y presupuestos tramposos elaborados para salvar el control del Tribunal de Cuentas en determinados comicios.
Cuando se le pregunta por otras cuestiones que podrían suponer el descrédito definitivo para el PP, como grabaciones de conversaciones o pruebas de los cobros irregulares por parte de la cúpula, Bárcenas ni confirma ni desmiente.
La existencia de la caja b del PP ha sido acreditada por el juez instructor; también muchos de los pagos irregulares que figuran en esa contabilidad. Pero de otras acusaciones que Bárcenas ha deslizado no hay en estos momentos pruebas fehacientes. Si quiere demostrar que él no creó la caja b del PP, que sólo obedecía órdenes, que no robó dinero de ese fondo para su enriquecimiento personal y que pagó sobresueldos a la cúpula durante años, aún deberá presentar más pruebas de las que figuran en el sumario.
Sobres en b. La cúpula lo niega. Faltan pruebas. Faltan pruebas. Bárcenas ha relatado al juez cómo durante 15 años tanto él como quien fue su jefe, el extesorero Álvaro Lapuerta, llevaron en sobres y entregaron en mano cada tres o seis meses diversas cantidades de dinero a quienes fueron secretarios generales o vicesecretarios del PP entre 1993 y 2008. Dinero opaco de la caja b sin retención fiscal de ningún tipo. Las entregas, según Bárcenas, se hacían en los despachos de la sede del partido o en los ministerios cuando esos dirigentes formaron parte de los Gobiernos de José María Aznar. Todos los aludidos (Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, Javier Arenas, Francisco Álvarez-Cascos, Mariano Rajoy, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal) lo han negado. Bárcenas no ha sido capaz de mostrar un solo recibí que demuestre que la cúpula del PP cobró ese dinero. Su palabra sólo coincide con lo que él mismo escribió en la contabilidad paralela. Álvaro Lapuerta, que supuestamente conocía estos pagos y sería un testigo clave para apuntalar la versión de Bárcenas, tiene problemas graves de salud y ha rechazado someterse al interrogatorio del juez sobre estos aspectos.
Aunque entre la documentación que Bárcenas llevó al juez figura una decena de folios escritos a mano con recibís de distintos dirigentes (Calixto Ayesa, Jaime Ignacio del Burgo, Miguel Ángel Rodríguez), ninguno de ellos pertenece a los miembros de la cúpula del partido.

Donaciones ilegales que los empresarios desmienten. El juez Pablo Ruz mantiene imputados a una decena de empresarios, algunos de ellos grandes constructores, que aparecen en los papeles de Bárcenas como donantes ilegales, porque aportaron más de 60.000 euros al año y eran contratistas de la Administración, dos circunstancias que la ley prohíbe expresamente para donar dinero a un partido.
Bárcenas ha relatado al juez los encuentros con estos empresarios en la sede del PP. Las grabaciones de las cámaras de seguridad de Génova 13 que podrían acreditar al menos la visita de los imputados los días que reflejan los apuntes del extesorero en la contabilidad paralela fueron destruidas mucho antes de que el juez las solicitara, según el PP.
Todos los empresarios han negado haber dado dinero al partido en la forma que relata Luis Bárcenas. El extesorero sostiene que, cuando recaudaban el dinero, su entonces jefe, Álvaro Lapuerta, apuntaba en tarjetas de visita las cantidades que aportaba cada empresario. Bárcenas anotaba después esas cifras de su puño y letra en la contabilidad paralela. Pero las tarjetas de visita de Lapuerta tampoco han sido aportadas al sumario.

Campañas electorales: gastos fuera de la ley. Bárcenas tiene en su poder algunos presupuestos de campañas electorales donde se demostraría que el PP rebasó el límite de gastos que fija la ley y financió el exceso de financiación con dinero no declarado al fisco. Son papeles sin ningún respaldo documental que permita probar la supuesta irregularidad.
Junto a ello, el extesorero dispone de certificados bancarios de transferencias de dinero para costear el pago de hipotecas o de compras de sedes del partido en distintas provincias cuyo origen sería la caja b del partido.

Una victoria de Syriza podría abrir caminos novedosos ¿Un nuevo comienzo para Europa?



Ni bien se sabía que a fines de enero habría elecciones legislativas en Grecia y que una victoria del partido izquierdista Syriza era probable, que una serie de políticos/as y comentaristas de toda Europa saltaron a asegurar que no hay alternativa posible a la política actual, y punto. “Seguridad”, “estabilidad” y “orden”, fueron los lemas del momento. Difamando al líder de Syriza, Alexis Tsirpas, como “populista antieuropeo” (diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, Alemania), vaticinaron que un gobierno encabezado por Syriza sería un “drama”, e indefectiblemente llevaría al “caos”. El Ministro de Finanzas alemán Schäuble incluso amenazó de frente a la población griega, mientras el Presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker recomendó a los/as griegos/as no “equivocarse” al momento de votar. Finalmente, el FMI bloqueó el desembolso de una cuota crediticia.Sin embargo, estos comentarios pintan un cuadro equivocado. En los hechos, el caos ya es la realidad cotidiana para muchas personas en Grecia: El 50% de la juventud está sin trabajo, las jubilaciones fueron recortadas dramáticamente, muchos hospitales tuvieron que cerrar sus puertas. Si uno pone mayor atención al debate en Grecia, se dará cuenta que precisamente Syriza es el partido que propone reformas de amplio alcance: reformas que sin duda trastocarían también el “establishment”, a fin de combatir la corrupción y el clientelismo y garantizar el nivel de vida de las personas en vez de “depreciarlo”. El partido se opone a la actual política de austeridad, y quiere ser parte de las alternativas en y para Europa – lo cual, evidentemente, tiene molestos a los actuales gestores de la crisis. De ahí ese miedo a un partido que hace cinco años, ni recibía aún el 5% de los votos emitidos.
Una oportunidad para Grecia
Démosle vuelta al asunto. Convirtamos a Grecia en un campo de experimentación para probar otras formas de manejar la crisis. Imaginemos una reestructuración exitosa del Estado y de la economía: las personas gozan de condiciones laborales y de vida estables, se reforma el sistema impositivo, de manera que los ricos carguen con una parte adecuada del coste para la colectividad. Asimismo - horribile dictu para toda mente neoliberal - hay programas de inversión pública eficientes que permiten superar las crisis humanitarias en las áreas alimentación y vivienda, educación y salud.
En un escenario de este tipo, el criterio de éxito ya no sería el grado en el que se “tranquilicen” los mercados financieros y se mantenga la política de austeridad – como lo planteó Joschka Fischer, ex Ministro de Relaciones Exteriores alemán en el periódico Standard el pasado martes. Fischer también presume que una victoria de Syriza desembocaría en una crisis política que arrastraría a toda Europa.
Está claro que nada de esto será fácil. Minimizar los problemas estructurales existentes no ayudará en nada, y no faltarán voces europeas que exijan políticas intransigentes contra el nuevo Gobierno griego. Pero aún así, existirá cierto margen de acción. Por ejemplo, se podrían fortalecer las economías locales y regionales. No, ¡no estamos hablando de proteccionismo! Estamos hablando de una política económica razonable y sensata que no se someta al “campo de batalla del mercado global” sino que, dentro de la división de trabajo internacional, insista en una política industrial, estructural y de mercado laboral autónoma e independiente. Esto podría dar un impulso refundacional que tanta falta hace en Grecia.
¿Otra Europa?
Europa podría convertirse en un proyecto que que es vivido de manera positiva por todas las personas, en todos los países. Un primer paso sería re-negociar las deudas, cara a cara y en pie de igualdad, para así restituir su margen de acción al Gobierno griego. El partido proeuropeo Syriza podría promover una salida diferente a la crisis, no sólo para Grecia, sino también para otras regiones.
Finalmente podría darse la tan necesaria conferencia europea sobre la deuda. Mucha gente ya reconoce que Grecia jamás podrá pagar su deuda – a no ser por el precio de una dependencia más o menos eterna. La conferencia debería abordar el tema de una solución europea global, pero también tratar la posibilidad de una condonación parcial de la deuda griega y, para los créditos restantes, un mecanismo de pago de deuda a la medida del rendimiento económico real del país. Sería una señal política poderosa, tanto para las personas como para los mercados, de que por fin se trabaja seria- y solidariamente en desarrollar estrategias adecuadas de manejo de la crisis. Al mismo tiempo, se transparentaría quienes se benefician realmente de la crisis actual.
Hay mucho para repartir, en Grecia y en otras partes también. El libro de Thomas Piketty sobre la evolución histórica de los patrimonios ha desencadenado para un amplio debate en este sentido.
Sin duda, un desarrollo positivo de la situación en Grecia desalentaría las fuerzas antieuropeas y nacionalistas en Europa.
Tenemos por delante debates intensos acerca de ¿cuáles podrían ser los pilares de un modelo de bienestar justo, ecológico y democrático para Europa?
En los comentarios, se repite una y otra vez la cantaleta pálida del necesario “crecimiento”. Pero, ¿qué significa eso concretamente? Concretamente ¿qué tipo de empleos se generan o se conservan? ¿Estamos hablando de empleos en la industria de armamento, o en una industria productiva lo más sostenible posible? ¿Del trabajo de peones mal pagados/as en la agroindustria, o de trabajadores/as con empleo digno en la producción ecológica de alimentos? ¿Y quiénes deciden sobre las inversiones que deben llevarnos al crecimiento? Fondos de alto riesgo privados en busca del mayor rédito posible, o empresarios/as responsables, o incluso la población mediante mecanismos y procedimientos de democracia económica? Todas esta son preguntas a las que Syriza quiere encontrar respuestas. Y de hecho son temas claves que deberíamos discutir y analizar en y para toda Europa.
Y para terminar: Cabe preguntarnos también cómo pueden contribuir actores relevantes de otros países, por ejemplo políticos/as, empresarios/as progresistas y sindicatos, a que no se deje pasar la oportunidad de un nuevo comienzo en Europa. Los comentarios que han suscitado los primeros amagues de la contienda electoral en Grecia dejan muy en claro que esta campaña no es un asunto meramente griego. 

Ulrich Brand, profesor de Política Internacional en la Universidad de Viena, fue co-organizador de un Foro sobre la crisis del Euro a mediados de diciembre en Atenas y es integrante del Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo de la Fundación Rosa Luxemburg.

La cúpula del PP contesta a Aznar arropando a Rajoy

Mariano Rajoy ha convocado a todos sus barones autonómicos a una comida y varios de ellos aseguraron después que no se había hablado ni de Luis Bárcenas ni del discurso de José María Aznar. Sin embargo, estos dos elementos centran absolutamente todos los comentarios de pasillo en la convención. Sobre todo el ataque indirecto de Aznar a la forma de hacer política de Rajoy con sus preguntas retóricas: ¿Dónde está el PP? ¿Aspira realmente a ganar las elecciones? El discurso ha sentado mal en la cúpula, aunque algunos dirigentes señalan que el PP tiene un electorado muy amplio y es bueno que Aznar hable para un público determinado y Rajoy queda así con una imagen más centrada, cubriendo un flanco amplio casi único en Europa, que va del centro a la extrema derecha, que en España no tiene una alternativa fuerte. “Este partido es muy grande, aquí todo suma, lo importante es que diga que él sigue en el PP y es aquí donde hay que estar”, señalaba un barón autonómico. “Él sabe lo difícil que es gobernar y más en las circunstancias que le han tocado a Rajoy, hubiera bastado con un mínimo gesto de apoyo”, sentenciaba otro, molesto. El entorno de Rajoy asegura que el líder responderá este domingo en la clausura, a su manera, esto es, no de forma directa, al discurso de Aznar. Pero ayer lo hicieron también de forma sutil los principales miembros de la cúpula. Los que están molestos con Aznar, sobre todo miembros de la cúpula y dirigentes regionales fieles a Rajoy, señalan en privado que al expresidente le faltó ese mensaje mínimo de apoyo y reconocimiento a la labor del presidente en unos años muy difíciles. No hubo ni uno. Los miembros de la cúpula de Rajoy, María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Carlos Floriano, Esteban González Pons, y algunos ministros, se desvivieron ayer para hacer lo contrario: arropar al presidente y lanzarle palabras de ánimo mientras las cámaras enfocaban su gesto de agradecimiento desde la primera fila.
En cualquier caso, el PP no puede ocultar en su convención que la situación es muy difícil para ellos. Las encuestas pronostican un claro hundimiento. Aznar llegó a decir que “algunos dan por amortizado al PP”. Javier Arenas trató de animar a los suyos: “Cometemos errores, pero esta situación también la vamos a superar. Siempre superamos los momentos difíciles, recuerdo cuando cada semana íbamos a un entierro de un compañero”. Y auguró, como Rajoy había hecho antes, que el PP volverá a ganar las elecciones generales. “España necesita una legislatura más del PP. Sería una temeridad cortar la racha de buen Gobierno que tiene ahora España”. Arenas reivindicó a Rajoy como un hombre “de centro”. González Pons le siguió, como si fuera una consigna para responder a Aznar: “Queremos un presidente de centro, sensato, honesto, como Rajoy”.