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jueves, 5 de diciembre de 2013

Arabia Saudí expulsa a más de 100.000 inmigrantes etíopes irregulares

El Gobierno etíope ha anunciado este jueves que Arabía Saudí ha repatriado a más de 100.000 de sus nacionales desde que, hace un mes, Riad empezó a expulsar a los inmigrantes en situación irregular que no se hubieran acogido a una amnistía de siete meses. El país africano, que a principios del mes pasado se esperaba repatriar a 10.000 personas, tuvo que cambiar sus previsiones a 80.000. Ahora, tras el regreso de 100.620 etíopes, según el ministro de Exteriores, Tedros Adhanom, espera que lleguen a Etiopía otros 50.000.
Etiopía declaró que se haría cargo del regreso de sus ciudadanos detenidos en Arabia Saudí tras denunciar la muerte de tres de sus nacionales en los disturbios provocados por las redadas de las autoridades de Riad.
"Ya están de regreso todos los detenidos en el centro de internamiento de la capital", ha afirmado Adhanom en su página de la red social Facebook. "Esperamos entre 40.000 y 50.000 repatriaciones de Yeda (el mayor puerto del país) y Yizan (en el sudoeste)", ha añadido.
La mayoría de los ciudadanos etíopes que emigran a los países del Golfo son mujeres. Según el ministerio de Trabajo de Etiopía, aproximadamente 200.000 etíopes emigraron el año pasado.
Arabia Saudí inició el mes pasado un plan de expulsión de inmigrantes irregulares para reducir las tensiones sociales provocadas por el paro juvenil, que supera el 30%. Los expertos dudan de la eficacia de esta medida, dado que los irregulares hacen tareas que los jóvenes saudíes se niegan a hacer. Además, la Organización Internacional del Trabajo ha alertado que los emigrantes africanos en Oriente Próximo tienen condiciones de trabajo indignas y bajísimos salarios, además de sufrir discriminación e, incluso, violencia física y mental. 

La tasa de paro alcanza el 10,5% en Francia, su nivel más alto desde 1997

La tasa de paro alcanzó el 10,5% en el tercer trimestre en Francia metropolitana, con un aumento de 0,1 punto respecto a los tres meses anteriores, según los datos publicados este jueves por el instituto francés de estadísticas (INSEE). Es el nivel más alto desde finales de 1997 cuando alcanzó el 10,8%. El paro se eleva al 10,9% de la población activa si se suman los departamentos de ultramar.
El dato, elaborado mediante encuestas, mejora las previsiones del INSEE que preveía en octubre un 10,6% de paro para el tercer trimestre y anticipaba una estabilización del desempleo en el cuarto trimestre.
El Gobierno socialista de François Hollande vaticina, por su parte, una mejora en el último trimestre de 2013, y se apoya en los datos del paro registrado publicados la semana pasada, que presentan un descenso de un 0,6% del número de parados, aunque siguen a un nivel históricamente alto (3,27 millones de personas).
Los menores de 25 años siguen siendo los más afectados con una tasa del 24,5%, sin variación respecto al trimestre anterior.

La Comisión pide a los Estados que faciliten las llegadas legales

Las políticas de inmigración han abierto una brecha entre la Comisión Europea y buena parte de los Estados miembros. Los ministros del Interior comunitarios se reúnen hoy en Bruselas con un programa controvertido que evidenciará el choque de posturas: recomendaciones del Ejecutivo comunitario para abrir los canales de inmigración legal —frente a las medidas represivas—, petición expresa para que acepten a más refugiados sirios y negativa rotunda a la llamada que lanzaron Reino Unido y Alemania para limitar la libre movilidad en la UE.
Ayer mismo, la responsable de Interior, Cecilia Malmström, pidió explicaciones al ministro español, Jorge Fernández Díaz, para saber "todos los detalles" sobre las concertinas con cuchillas que ha ordenado introducir en parte de la frontera de Melilla para disuadir a los extranjeros sin papeles.
“Después de la tragedia de Lampedusa se oyeron mensajes muy fuertes [por parte de los Estados miembros]. Pero eso puede ocurrir otra vez. Es hora de tener una aproximación coherente y común a la inmigración en la UE”, advirtió ayer la comisaria de Interior, Cecilia Malmström al presentar las medidas que trasladará hoy a los ministros para pedirles colaboración. La responsable sueca admite la necesidad de reforzar las fronteras con una misión especial que cubra todo el Mediterráneo, desde España hasta Chipre, pero alerta a los Estados miembros de que hacen falta 14 millones de euros para ponerla en marcha.
Más allá de esa iniciativa, surgida al calor de la tragedia que costó la vida a más de dos centenares de inmigrantes a las puertas de la isla italiana de Lampedusa, la comisaria propone abrir más canales legales que disuadan a los extranjeros de entrar en Europa clandestinamente. Este enfoque, diametralmente opuesto al que aplican ahora casi todos los Estados miembros, implica facilitar las entradas para las estancias temporales de extranjeros (trabajadores temporeros, estudiantes, investigadores o desplazados por motivos humanitarios). Los Estados miembros, acuciados por la crisis, recelan de flexibilizar esas vías porque temen que provoquen un efecto llamada.
Especial hincapié hará la Comisión en la situación de los refugiados, principalmente sirios. Los datos reflejan que la solidaridad europea dista mucho de ser modélica. Mientras Estados Unidos acogió a 50.000 personas el año pasado, la UE en su conjunto se limitó a 4.930. Y solo 12 países participaron (entre ellos figura España, pero las cifras son muy modestas). “Haremos un llamamiento a los Estados miembros para que acojan más refugiados”, aseguró la comisaria sueca que, como incentivo, anunció una ayuda comunitaria de 6.000 euros por cada desplazado acogido.