Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas
abonaron durante su etapa al frente de las cuentas del PP sobresueldos
dobles al mes a los principales miembros de la cúpula del partido, que a
su vez tenían un salario fijo como parlamentarios nacionales. Estos
dirigentes ingresaron dinero del partido al menos por dos vías
diferentes y fijas durante un tiempo. Una de las retribuciones les
llegaba como "trabajos extraordinarios", entre 1990 y 1993, o "gastos de
representación", a partir de aquel año. Ese salario siempre se
distribuía en 14 pagas de cantidades idénticas, con una extra en julio y
otra en diciembre.
La segunda retribución, según la contabilidad oficial que el PP ha
remitido a la Audiencia Nacional, la cobraban en concepto de dietas. En
muchas ocasiones siempre se trataba de la misma cantidad fija mensual.
En este caso de sobresueldos dobles se encuentran algunos de los que han sido secretarios generales del partido, como Francisco Álvarez-Cascos, el que más cobró y que hoy está fuera de la formación; o Javier Arenas; y otros vicesecretarios generales que ingresaron esas cantidades de manera más esporádica a comienzos de los noventa, como Mariano Rajoy.
El partido no consideraba incompatible abonar a los cargos, además de
los mencionados "gastos de representación" en 14 pagas (contando las
dobles de julio y septiembre), otras retribuciones en concepto de
dietas, a las que además se añadían pagos por gastos de las comidas o
los viajes que realizaban.
Estos "sobresueldos", como los calificó Luis Bárcenas, exgerente y
extesorero del PP, ante el fiscal Anticorrupción el pasado 6 de febrero,
son la fórmula que la formación conservadora buscó para remunerar a sus
miembros y completar sus ingresos como diputados. El despacho jurídico
de Miguel Crisantemo, según Bárcenas, les recomendó que los llamasen
"gastos de representación" para no tener ningún problema ante Hacienda, y
el pago se articuló "mediante recibos en los que figuraba la cantidad
bruta" a la que se descontaba, según contó Bárcenas "una retención del
21%, la misma que se aplicaba en el Congreso y el Senado".
Aunque en la contabilidad oficial del partido no siempre se denominan
de la misma manera. Entre 1990 y 1993, Aznar sí percibió 29.735.653
pesetas (178.715 euros) como "gastos de representación". Pero Cascos,
Rajoy y Arenas ingresaron cantidades mensuales fijas por "trabajos
extraordinarios". La contabilidad no detalla de qué clase de tareas se
trataba.
La práctica de las remuneraciones se perfeccionó en los años
posteriores, a medida que las cuentas se volvían menos transparentes
para identificar a los destinatarios de los sobresueldos. Rajoy declaró e
hizo públicos ingresos anuales del partido entre 2003 y 2011 (hasta que
pasó a ocupar la presidencia del Gobierno, incompatible con otras
remuneraciones), pero estas retribuciones no figuran por ninguna parte
atribuidas a su nombre en las cuentas oficiales remitidas por el partido
a la Audiencia.
Trabajos extraordinarios y dietas
José María Aznar,
presidente del PP entre 1990 y 2004, percibió en el año 1990
sobresueldos de siete millones de pesetas (42.000 euros) que se
incrementaron hasta los ocho millones en 1991 (48.000 euros) y los 10
millones en 1992 (60.000 euros). A partir de ese momento su nombre
desaparece de los listados de cuentas del PP aunque en 2003 figuran sus
siglas (JMA) asociadas a la cuenta 530 con cantidades superiores a las
300.000 pesetas mensuales (1.800 euros). En ese periodo la contabilidad
oficial del partido paga a Cascos, Rajoy y Arenas por "trabajos
extraordinarios" diversas cantidades mensuales que se duplicaban en
julio y diciembre.
Sumado a lo anterior, Cascos cobró en concepto de dietas en el año
1990 un total de 1,8 millones de pesetas (10.800 euros). El partido le
sufragó otras 215.000 pesetas (1.300 euros) durante ese ejercicio por
facturas de viajes y comidas.
Rajoy, entonces miembro del Comité Ejecutivo Nacional y diputado por
Pontevedra hasta que Aznar lo incorpora a su Gobierno, en 1996, percibe
pagas por conceptos similares. En 1990 ingresa al menos 1,3 millones de
pesetas (7.831 euros) por trabajos, dietas, viajes y comidas del
partido. Dos años más tarde pasa a percibir mensualmente 231.836 pesetas
(1.396 euros) por "trabajos" y entre 170.000 y 350.000 pesetas como
"dietas".
Los beneficios del tesorero
Los tesoreros del PP fueron siempre mejor retribuidos que los
políticos del partido, según demuestra la contabilidad oficial. Álvaro
Lapuerta, guardián de las cuentas de la formación entre 1993 y 2008 y
diputado por Madrid durante siete legislaturas, cobraba gastos de
representación que sumados, alcanzaron los 36 millones de pesetas
(216.000 euros) entre 1993 y 2000. Dependiendo del año podría llegar a
ingresar entre 350.000 pesetas (2.108 euros, año 1994) y 2.970.370
pesetas en algunos meses (17.893 euros, año 1998). En la cuenta de
"gastos varios", figura un apunte atribuido a él en 1995 de otras
210.000 pesetas.
El PP pagaría a Bárcenas, su sucesor en el cargo en 2008 y hasta ese
momento gerente, un salario anual de 200.000 euros al año, más incluso
de lo que percibía Rajoy hasta que llegó a la presidencia del Gobierno
(entre 41.195 euros y 200.628 euros en el periodo 2003-2011).
Restaurantes
Una de las partidas importantes de las cuentas del partido es la que
corresponde a los gastos de comidas de trabajo. Cuando no figuran
directamente relacionadas con un cargo del PP se atribuyen a la cuenta
de los propios restaurantes, muchos de ellos situados cerca de la sede
de Génova 13 en Madrid. De forma periódica se pagan comidas con la
prensa en locales de restauración muy conocidos en la capital. Arenas es
uno de los altos cargos que más gastos pasaba al partido por este
concepto junto a Cascos.
Pagos en especie
Los pagos en especie no son habituales en el PP aunque algunos altos
dirigentes recibían esta contrapartida por su especial dedicación. Es el
caso de la cuenta de "utilización de vivienda", vinculada al código 053
por la que el partido desembolsaba mensualmente 1.022.000 pesetas
(6.000 euros) en el año 1995, siendo Aznar el presidente de la
formación. Un año después continúa figurando en la contabilidad oficial
el mismo importe abonado en un periodo que coincide con los cuatro meses
previos a su llegada a La Moncloa.
En el año 2000 el partido abona a Arenas, entonces secretario general
del partido y diputado por Sevilla, el alquiler de su casa de 481.481
pesetas mensuales (2.900 euros). En 2001 el partido añade el alquiler de
"J. Mayor Oreja" de 450.000 pesetas (2.710 euros). Ambos vuelven a
figurar en 2002 con sus respectivos alquileres.
La constancia de Ana Mato
La actual ministra de Sanidad, Ana Mato,
llegó al PP de la mano de José María Aznar en 1991. Tras las elecciones
a la Comunidad de Madrid se convierte en diputada autonómica, cargo que
ocupa hasta 1993 para pasar a ser diputada nacional. Ella es una de las
personas que regularmente cobra del partido, aunque no entra en el
comité ejecutivo del mismo hasta 1999. El primer apunte en la
contabilidad oficial se ingresa en 1994 por "gastos de representación".
Le abonan mensualmente en ese año 232.432 pesetas (1.400 euros) que en
los meses de enero, julio y diciembre se incrementan considerablemente
(ver gráfico adjunto). Junto a esa retribución figura como perceptora de
"gastos varios", que no se especifican. En total los apuntes de
contabilidad atribuidos a Mato suman la cantidad de 22,6 millones de
pesetas en la década 1990-2000 (136.000 euros). De manera aislada
también se le abonan comidas de trabajo.
El puesto de Acebes
Cuando Aznar llega a la presidencia del Gobierno, en 1996, es
relevado por Ángel Acebes en el partido, que se ocupará desde ese
momento de la coordinación general hasta el congreso de 1999. Gracias a
ello el exministro de Administraciones Públicas, Justicia e Interior en
Gobiernos posteriores comienza a figurar en los "gastos de
representación" de los años 1996, 1997 y 1998. La suma de sus
retribuciones durante tres años es de 29 millones de pesetas (164.700
euros).
El fin de la transparencia
El nivel de detalle que muestra la contabilidad oficial del PP
desaparece casi por completo a partir del año 2001. La cúpula del PP
deja de figurar con nombre y apellidos en los gastos de representación y
solo aparecen apuntes sueltos, como uno de Arenas de noviembre de 2001
en el que ingresa un millón de pesetas (6.000 euros); otro de Mayor
Oreja de julio de 2002 (14.000 euros) o dos de Pío García Escudero de
2003 con poco más de 13.000 euros.
Otros nombres que aparecen anotados con pequeñas cantidades (al menos
en una ocasión durante esa década) son los de Ángel Acebes y la actual
secretaria general, María Dolores de Cospedal. Nadie de la cúpula del
partido pasa gastos en hoteles o vuelos, que de manera genérica se
imputan a agencias de viajes. Tampoco por comidas, que se pagan en las
cuentas de los propios restaurantes.
La reacción del partido
La contabilidad oficial del PP no ha merecido ninguna explicación por
parte de la formación conservadora. En un intento de restar interés al
caso, Alfonso Alonso, portavoz parlamentario en la Cámara baja, comparó
el repaso de los balances a un intento de "tirar de No-Do", pese a que
esa ha seguido siendo una práctica habitual de su partido hasta al menos
el 2011.