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miércoles, 25 de junio de 2014

La FIFA investiga a Suárez

Debido a esta situación, la FIFA intervino de oficio ante la "supuesta mordida" de Suárez a Chiellini. La delegación uruguaya fue notificada de las acciones que tomó el órgano rector del fútbol y el salteño quedó expuesto a sufrir una sanción, que puede afectarle para el partido del sábado ante Colombia.
El portavor de FIFA, Segolne Valentin, dijo a AFP: "La FIFA escuchará los árbitros y cotejará los elementos necesarios y luego tomará un decisión y de ser necesario tomará una determinación en el caso". Al respecto, hay un solo antecedente de sanción al italiano Mauro Tassotti en el Mundial de 1994.

Dos versiones.

Consultado Suárez por canal 10 en la zona mixta del estadio de Natal, en el que se disputó el encuentro que cerró el grupo D del Mundial de Brasil 2014, expresó: "Son situaciones que pasan adentro de la cancha, estábamos los dos justo ahí adentro del área, él me pechó con el hombro, así me quedó a mí el ojo también".
Por su parte, después del encuentro, Chiellini, que durante el partido mostró al árbitro el supuesto mordisco, denunció al salteño. "Me ha mordido, está claro, aún tengo la marca", dijo el zaguero a la cadena pública italiana RAI tras el partido. "El árbitro debería haber pitado y haberle mostrado la (tarjeta) roja, también porque ha simulado", añadió el defensa.
El jugador italiano se encargó inmediatamente de mostrar al juez, a sus compañeros y sus rivales la supuesta mordida que recibió del salteño. Antes, el jugador uruguayo había sido blanco de reiterados golpes de los defensas europeos que intentaron a cualquier precio detener al futbolista de Liverpool.

Lugano y la AUF.

Ante las expresiones de Chiellini, el capitán Diego Lugano dijo estar "decepcionado" con la actitud del defensa. "Lo peor de todo es la actitud de Chiellini", dijo el uruguayo.
Chiellini, "es un gran jugador, que ha tenido una gran carrera y no es normal del fútbol italiano que un deportista abandone el campo de juego llorando y acusando a un rival", dijo Lugano a AFP al término del partido en la zona mixta del Arena Das Dunas,
"Como hombre me decepcionó totalmente. Yo lo admiraba" a Chiellini, agregó el capitán uruguayo.
Sobre la situación, Alejandro Balbi expresó a Ovación: "Yo no sé… el árbitro no lo sancionó, no le mostró amarilla ni lo expulsó. Me parece que están haciendo mucho ruido los italianos, y me defraudan, no son como aquellos campeones del mundo que iban al frente, nunca imaginé que se quejaran tanto. Y de los ingleses ya estamos acostumbrados, y Luis también. Esperemos a ver qué pasa".
Suárez quedó otra vez en el ojo de la tormenta después de ser protagonista de otros episodios en los que mordió a rivales, en el fútbol holandés e inglés, que le costaron duras sanciones y multas.

EXPEDIENTE



Hacía más de un año que Luis Suárez no mordía a un contricante. Fue en marzo del 2013 cuando el jugador uruguayo mordió a Brasnilav Ivanovic del Chelsea en el brazo y la FA lo sancionó con 10 partidos. La primera fue en 2010 y jugando para el Ajax de Holanda. Allí, Suárez lanzó una mordida al cuello de Otman Bakkal en una discusión.

Le pegaron toda la tarde y estuvo muy cerca del gol



El delantero Luis Suárez tuvo una tarde muy intensa, por su activa participación en la ofensiva, en la que protagonizó las mejores acciones de los celestes, y porque los defensas italianos lo buscaron como blanco para derribarlo una y otra vez.


Lo tuvieron a las patadas



El que sufrió toda la tarde la violencia de los defensas de Italia fue Suárez, que durante todo el partido lo tuvieron en la mira y cada vez que pudieron le pegaron sin medir consecuencias. Pese a los golpes, el salteño se levantó una y otra vez e hizo su juego. Con su fútbol y potencia, intentó conducir a Uruguay al triunfo.

En las manos de Buffon



Luis Suárez tuvo dos claras ocasiones para marcar, pero Buffon lo impidió. En la primera, a los 32', el salteño se mandó hasta el fondo y el golero no solo le sacó el gol a Suárez, también, en la misma acción, evitó uno de Lodeiro. En la segunda, a los 65', tuvo la jugada del partido: quedó mano a mano con Buffon y éste desvió al córners.