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martes, 3 de septiembre de 2013

Tardà le regala a Margallo una camiseta independentista en el Congreso

El diputado de ERC Joan Tardà ha aprovechado su intervención en la Comisión de Exteriores del Congreso durante la comparecencia de José Manuel García Margallo para hacer una reivindicación de la independencia de Cataluña. Durante su breve turno de palabra, el parlamentario republicano ha mostrado una camiseta amarilla, reivindicativa de la cadena independentista convocada para el próximo 11 de septiembre y se ha levantado para "regalársela" al ministro.
Tardà ha pedido al ministro de Exteriores que "reconozca su contradicción" al negar la independencia a Cataluña y reclamar la españolidad de Gibraltar. El diputado catalán se permitió "el lujo de diferir" de la exposición del ministro dado que, según sentenció, "estoy español, pero no soy español".
En su turno de palabra, Tardà expresó su "solidaridad republicana" con andaluces y gibraltareños perjudicados por la "frivolidad" del Gobierno, al que acusó de recurrir al nacionalismo -"esa ideología que ustedes no profesan"- para intentar ocultar las informaciones sobre Luis Bárcenas y "llamar a rebato contra la pérfida Albión".
Joan Tardà alertó al Gobierno de que ha echado mano de "un batiburrillo de argumentos" menos "el más moderno y más democrático" de todos ellos, que es el derecho a decidir como mecanismo para superar conflictos de este tipo.
Asimismo, Tardà denunció que los argumentos válidos para Ceuta y Melilla no sirvan para Gibraltar, y con ese hilo argumental pidió que dejen de "criminalizar" la Vía Catalana, el nombre que se ha dado a esa convocatoria de cadena humana por la independencia.
Según aseguró Tardà, Cataluña terminará ejerciendo ese derecho de forma pacífica y cívica, "por muchos margallos o rubalcabas que hubiera".
A continuación, expuso la camiseta que pretendía entregarle al ministro "para que la guarde como recuerdo", convencido de que dentro de unos años "cuando ya no estemos en política, quizá usted tendrá que revisar lo que dice ahora" y aceptar que estaba "equivocado".
Cuando Tardà se levantó a dar la camiseta al ministro, el presidente de la Comisión, Josep Antoni Duran i Lleida, de CiU, le alertó de que se le acababa el tiempo de intervención. "No me va a quitar la palabra", le dijo. "Como a cualquier otro, faltaría más", respondió Durán, que precisó después que era por agotamiento del tiempo, no por exhibir la camiseta.
El ministro recibió la camiseta de manos de Tardà, le dio la mano, y a continuación se la entregó a sus asesores, todo ello con una amplia sonrisa.

El sucesor de Bárcenas ante el juez: 'Me pagan un dinero que no se declara'

El ex gerente del Partido Popular (PP) Cristóbal Páez admitió ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz haber recibido honorarios sin factura procedentes de las percepciones que recibía la formación de empresas privadas. "Yo veo que me pagan un dinero que no se declara. Entiendo que es dinero de los donativos que no declaran", dijo.
En la declaración judicial que prestó el pasado 13 de agosto en la causa en la que se investiga la presunta contabilidad B del PP, Páez revela que dependía laboralmente del ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas, quien le contrató en 2004 como adjunto a la gerencia.
"Pero yo a ver estoy en una relación de dependencia, en una relación jerárquica y yo voy allí a trabajar, yo no soy un policía. Si ahí aparece un dinero que me dan, pues lo recibo porque considero que es justo que me lo den", señaló en su declaración como testigo quien fue gerente del PP entre julio de 2009 y abril de 2010.
Páez declaró que no existía en el partido ningún protocolo en materia de donaciones, aunque supone que "esas cosas se llevaban con discreción". "Yo no las reivindico porque no estoy de acuerdo... porque me parece que la ley vigente y la anterior no son precisamente unas buenas leyes", agrega.
Seguidamente, señaló que el departamento de auditoría interna impartía unas instrucciones sobre lo reglamentado por la ley a los gerentes de las provincias por indicación de Bárcenas. "Ese departamento siempre, siempre, siempre dependió de Luis Bárcenas, fuera gerente o no", remachó, según consta en la transcripción.
Cristóbal Páez dijo haber tenido conocimiento del sistema de donaciones del PP en el año 2009, cuando "estalla el tema Gürtel". Fue el propio Luis Bárcenas quien le relató el modus operandi de la "financiación extra" de los populares cuando le pidió una serie de certificados para "su defensa". "Me dijo Luis que al impedir la Ley los donativos anónimos, ya no dona nadie", explicó el testigo al ser preguntado sobre si el sistema de donativos se mantiene en la actualidad.

La custodia de los 'papeles'

Sobre la documentación, con la supuesta contabilidad B del PP, que, según reconoció, custodió durante un tiempo, Cristóbal Páez declaró ante el juez de la que Luis Bárcenas le pidió que la guardara porque estaba "paralizado", "bloqueado" y "shockeado" por temor a que la Policía realizara "un registro" en la sede de la formación.
Páez aseguró al juez que esa documentación, que no le consta que fueran los denominados papeles de Bárcenas, estaba formada por "fotocopias de facturas de empresas que no identificaba y hojas de cálculo".
"Yo no vi la documentación que luego he visto en prensa publicada manuscrita, esa yo no la vi", señala Páez en su declaración ante el juez, en la que concreta que se deshizo de los papeles que le dio Bárcenas en cuanto pudo. "Esa documentación me estorbaba, me quemaba. Yo no quería tenerla. Eso no era mío ni iba conmigo", dice.
En este sentido, apunta que estaba "dividido" ante la situación en la que se encontraba porque estaba "agradecido" con Bárcenas, que era su "jefe" y le había llevado a trabajar al PP, pero al mismo tiempo "salían cosas en prensa que contradecían la imagen que tenía de él".
Páez también asegura que Bárcenas le dijo que la documentación que le entregó abarcaba hasta 1996 porque la tenía "dividida" y la parte correspondiente a los años posteriores se la había dejado "a otra persona". "Yo le dije: ¿Por qué me la dejas a mí?", señala el ex gerente. "Porque me fío de ti", le contestó Bárcenas.
Tras indicar que guardó los papeles que le dio el ex tesorero durante "cuatro, cinco o seis semanas como mucho", en contra de lo manifestado por Bárcenas que elevó la custodia de Páez a "cuatro meses", el compareciente explica que no quería tener esa documentación en su domicilio.
"Luego cuando la tuve, cuando yo me la llevé a mi casa, yo en el camino pensaba: ¿para qué me da a mí esto? Y como me pareció que no debía tenerla yo en mi casa porque era llevar a mi casa algo que no era mío y que seguramente no era bueno, yo la volví a llevar al partido, la metí en un sobre, bueno, ya estaba en un sobre, la guardé entre unos papeles que tenía y allí se quedó", describe.

Bárcenas, 'el que manda'

En otro punto de la declaración, el testigo pone de relieve el poder que tenía Bárcenas en el departamento de gerencia, al decir que era él quien "mandaba" frente a la "mera" función "instrumental" del entonces tesorero del partido Álvaro Lapuerta. "El tesorero firmaba los talones y los pagos y punto, pero yo no le he visto intervenir en... Aquí quien cortaba el bacalao era Luis", señala en alusión a la labor de Bárcenas como gerente.
Preguntado por si elaboró un protocolo sobre las funciones de los miembros del departamento de Gerencia, Páez recuerda que, en un principio, hizo "un cuadro de mando, no de gerencia, sino de toda la casa". "Pero bueno los hechos son tozudos y uno puede poner en papel lo que sea, pero ahí el que mandaba era Luis. Y yo hacía lo que él me pedía, lo que él me dejaba y lo que yo podía", añade.
En este contexto, recuerda una escena en la que Bárcenas se negó a darle acceso al presupuesto cuando él fue nombrado gerente del partido en 2008. "Le dije Luis: Oye, dame el presupuesto, y me dijo: Es que si te lo doy me quedo sin nada, me quedo sin competencias", concluye en su declaración.

China cerca a la élite que supervisa las empresas públicas

Un empresario multimillonario chino se ha convertido en la quinta figura de alto cargo de la industria petroquímica en verse enredada en una investigación de corrupción de la élite política y económica de China durante la última semana para limitar la influencia de las grandes empresas estatales y sus partidarios. El proceso se produce una semana después de que finalizara el juicio a Bo Xilai, ex gobernador de la ciudad de Chongqing, una de las más grandes de China, y antiguo miembro del Politburó del partido comunista Chino, compuesto por 25 personas y que supervisa al propio partido
El empresario, Hua Bangsong, de 47 años, está "ahora ayudando a las autoridades competentes de la República Popular China en sus investigaciones ", según un comunicado ayer de Wison Engineering Services, la compañía de Hua, uno de los mayores contratistas no estatales de la industria del gas y el petróleo en China. China National Petroleum Corporation (CNPC) es uno de sus principales clientes.
En noviembre, Jiang fue ascendido a la Comité Central del partido
Una campaña contra la corrupción en China, enfocada en la industria petrolera, se ha intensificado en las últimas semanas. La semana pasada se empezaron investigaciones de cuatro altos directivos, uno de CNPC y tres de su filial PetroChina, por sospechas de "violaciones disciplinarias graves," según declaraciones oficiales. Esta expresión se suele referir a presuntos actos de corrupción, sobornos o malversación.
La investigación llamó la atención el pasado domingo al poner su punto de mira en el funcionario de rango más alto hasta el momento, Jiang Jiemin, expresidente de CNPC y director del organismo regulador de las empresas propiedad del Estado, que también está "bajo sospechas de violaciones disciplinarias graves," según un comunicado del Ministerio de Supervisión, una agencia gubernamental de anti-corrupción.
Jiang había dejado CNPC en marzo para convertirse en el director de la Comisión de Supervisión y Administración, una organización que supervisa 117 empresas públicas y es considerado por algunos analistas como un activo grupo de presión contra reformas de liberación del mercado.
En noviembre, Jiang fue ascendido a la Comité Central del partido, lo que le convirte en el primer miembro del Comité en ser objetivo de la campaña de anticorrupción lanzada por el nuevo presidente de China, Xi Jinping, quien prometió que investigaría a "tigres y moscas", altos funcionarios, así como burócratas de bajo nivel.
Muchos expertos dicen que esta investigación parece tener varios fines, la lucha contra la corrupción, que es una fuente de indignación pública, al mismo tiempo que que Xi consolida su poder. "(Estos eventos) han sido muy anticipados tras la reciente serie de maniobras del gobierno", dijo un analista de la industria energética a la agencia de noticias Reuters, refiriéndose a la investigación sobre Jiang. El analista pidió no ser identificado debido a la delicadeza del tema.
Al menos tres ejecutivos petroleros detenidos tienen vínculos con el anterior jefe de seguridad Zhou Yongkang, que también había dirigido la CNPC y luego pasó a convertirse en uno de los hombres más poderosos de China los hombres – como miembro de Comité Permanente del Politburó, la élite central del gobierno, y jefe de la seguridad interna durante cinco años - hasta que se retiró el pasado noviembre.

Perlas informativas del mes de julio y agosto 2013



Internacional 

Linchamientos
“Hamas linchó a 2 personas por colaborar con Israel”, tituló el 23 de junio el diario argentino Clarín. Leyendo la noticia, procedente de agencias, descubrimos que se trata de la aplicación de la sentencia de pena de muerte dictada por un tribunal de Gaza. La Real Academia establece como significado de linchar, “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo”. No es el caso de lo sucedido en Palestina, del mismo modo que no titularon ese mismo mes “Los republicanos alcanzan el medio millar de linchamientos en Texas”.
Racionamiento y suministro
A los cubanos el Estado lleva 50 años casi regalándoles una lista de productos básicos y El País titulaba el 12 de julio "Cincuenta años de racionamiento". El gobierno cubano no raciona nada, una vez gastado lo de la cartilla de suministro (no de racionamiento) si tienes dinero puedes comprar lo que quieras.
Amamantar en Venezuela y en España.
En las perlas del mes de junio hacíamos referencia a la noticia de El País que acusaba al gobierno venezolano de obligar a las madres de amamantar porque establecía límites a la publicidad de las empresas de lecha adaptada. Parece que les gusta más la situación en España, donde según El Mundo del 26 de julio, el 60% de los miembros del comité de lactancia de la Asociación Española de Pediatría han dimitido en protesta porque la editora de su revista profesional ha cedido a las presiones de las empresas de leche artificial y promocionan esa leche en la contraportada.
Heavy cubano
Gran noticia de El País el 8 de agosto: Grupo heavy metal cubano que no conoce nadie va a buscar trabajo a Miami. El diario les considera “la banda de heavy metal más popular de Cuba”, pero sus seguidores en facebook son 97 y las únicas referencia en google son para informar de su emigración.
Frente contra musulmanes
Clarificadoras estas declaraciones de Javier Solana en 2007, siendo representante de la política exterior de la UE, pero difundidas en Público el pasado 11 de agosto: "La UE e Israel compartimos la necesidad de formar un frente común contra el mundo musulmán". Luego nos preguntaremos por qué nos odian.
Iraníes censurados
Leo en eldiario.es el 13 de agosto una noticia sobre “La situación de los blogs y la censura de internet en Irán”. No dudo de que haya que denunciar la censura de internet en el país persa, pero sería bueno recordar que el lugar donde la información procedente de Irán está más censurada es en España. La televisión iraní en castellano, Hispan TV, dejó de verse en España en enero de 2013 después de que la Comunidad de Madrid -a instancias del Gobierno central- suspendiera su emisión por la TDT. El argumento madrileño es que se estaban aplicando las sanciones de la UE, pero estas sanciones no hacían ninguna referencia al cierre de medios de comunicación iraníes.
Lo que cuentan de Manning
Todos los medios han sido muy diligentes para contarnos que el soldado Manning, acusado de la filtración a Wikileaks, quiere cambiar de sexo, algo que ya se sabía. Pero ninguno, con excepción de rebelion.org, traducido por Silvia Arana, ha reproducido su carta solicitando el indulto presidencial, leída por su abogado defensor en la conferencia de prensa posterior al dictado de la sentencia. Allí dice cosas como que “al enfrentar el riesgo presentado por el enemigo nos olvidamos de nuestra humanidad. Elegimos de manera deliberada la devaluación de la vida de los seres humanos en Irak y Afganistán. Al luchar contra aquellos que percibimos como enemigos, a veces matamos a civiles inocentes. Y toda vez que matamos a civiles inocentes, en lugar de asumir responsabilidad por nuestra conducta, elegimos escondernos detrás del velo de la seguridad nacional y la información clasificada para eludir cualquier tipo de responsabilidad públicamente”. Evidentemente, a los medios les gustaba más el cambio de sexo, no hay comparación.
Genocida
Es curioso lo rápido que utilizan los medios el término genocidio cuando les interesa. “Pena de muerte para el genocida de Fort Hood”, titulaba un periódico mexicano. El “genocida” es porque mató a 13 soldados estadounidenses en una base militar de Texas. Si esa es la cantidad, creo que hay muchos genocidas en el ejército estadounidense.
33 presos 200 días
¿Recuerdan lo exhaustivas que fueran las informaciones de los presos huelguistas de hambre en Cuba? Pues ahora hay 33 que llevan 200 días alimentados por la fuerza en la base militar estadounidense de Guantánamo. Esos tuvimos que conocerlos por el periódico venezolano Correo del Orinoco del 26 de agosto.
Titular manipulado para informar de manipulación
Médicos sin Fronteras emitió un comunicado el 28 de agosto denunciando que su información sobre un posible ataque con agentes químicos en Siria había sido utilizado por el gobierno de Estados Unidos para justificar una intervención armada. Así tituló después El Mundo: “Médicos Sin Fronteras: 'Informar del ataque masivo era una obligación moral'”.
Pegarle duro
Los grandes medios hablan mucho de periodismo neutral, pero así son algunas de sus portadas, como esta de The Economist de agosto. “Hit him hard” se podría traducir por “Pegarle duro”.

España
Sueldo de ejecutivos
Otro dato escondido que callan los medios españoles. Lo encontramos en The Economist el 12 de junio. Resulta que los directivos españoles ganan de media casi 250 dólares más a la hora que los directivos alemanes. O sea que todos esos economistas que, en nombre de la competitividad y del libre mercado, proponen la disminución de sueldos, deberían sugerir comenzar por los directivos.
Tráfico marítimo en Valladolid
En realidad no existe medio informativo que no nos ofrezca alguna perla. El portal infoempleo.es nos sorprende el 31 de julio con la oferta de un puesto de trabajo de Operario de Tráfico Marítimo... en Valladolid. Dejan también muy claro que el trabajador debe vivir en esta ciudad castellanoleonesa, situada, como es sabido, a 300 kilómetros del mar. No creemos que vaya a tener mucho trabajo el operario de tráfico marítimo.
Accidentes ferroviarios
Los titulares de los accidentes ferroviarios son muy diferentes según sea amigo o enemigo el gobierno del país donde suceden. Título y subtítulo cuando se produjo en Argentina en febero de 2012: “Argentina, enfurecida con Kirchner tras el accidente ferroviario. El silencio de la presidenta ha desatado la ira de los ciudadanos, que identifican el siniestro con un caso de corrupción”. Título y subtítulo cuando se trató de España en julio: “'Qué gozada hacer saltar el radar a la Guardia Civil. Menuda multa para Renfe'. El maquinista que supuestamente causó la tragedia colgó esa frase en su perfil de Facebook el 8 de marzo de 2012 con una foto del velocímetro a 200 km/hora”.
Bancos Centrales
Dos noticias de las últimas semanas nos dan una idea del estilo de esos bancos centrales tan independientes que han creado nuestros gobiernos y que tanto insisten en que hay que bajar sueldos y recortar servicios públicos. Una es del 31 de julio en el Huffington Post que señala que “Draghi propone que las actas de las reuniones del BCE sean públicas como las de otros bancos centrales”. O sea, que un Banco Central Europeo es tan independiente del poder político y de los ciudadanos que sus actas son secretas. La otra es del 5 de agosto en eldiario.es que titulan “Los bancos ignoran 8 de cada 10 reclamaciones en las que los clientes tienen la razón”. Consiste en que de las reclamaciones dirigidas a los bancos que los ciudadanos presentan en el Banco de España, ocho de cada diez éste da la razón al usuario pero el banco ignora al Banco de España y no pasa nada.
Todo del PP
Ya sabíamos que del PP era el gobierno, la defensora del pueblo, la presidenta del CNMV y presidente Constitucional. Ahora por el suplemento vertele de eldiario.es del 16 de agosto sabemos que también es de un donante del PP el hotel donde se rueda el magazin de TVE1.
Tuits consecutivos
Dos tuits consecutivos de Europa Press el 21 de agosto muestran el doble rasero de la ley y el gobierno según a quiénes aplaudas. “Imputan por enaltecimiento del terrorismo a cuatro manifestantes que jalearon en Santiago a Resistencia Galega” y “NNGG del PP abre expediente informativo a cuatro miembros que se fotografiaron exhibiendo símbolos fascistas”. Vale la pena recordar que las acciones del grupo independentista Resistencia Galega nunca produjeron ningún muerto ni herido y se limitaron a pequeños artefactos explosivos, mientras que el fascismo español se estima que asesinó a 20.000 republicanos una vez terminada la guerra civil. Apoyar de palabra a los primeros es terrorismo y a los segundos, objeto de expediente informativo.


Solo si me afecta
El individualismo de los cargos del PP es tan acentuado que solo critican al gobierno si los asuntos y tragedias les afectan personalmente. Nadie del partido criticó al gobierno por el accidente ferroviario de Santiago excepto una diputada de la Asamblea de Madrid que resultó herida en ese accidente. Lo leímos en Público el 21 de agosto.
Nos salva Senegal
Cada día encontramos una noticia para avergonzarnos del gobierno español. La del 24 de agosto estaba en El Diario de Avisos, de Tenerife. El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales (IUET) se quedó sin la financiación del Campus de Excelencia y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y va a sobrevivir gracias a que el Gobierno de Senegal se ha comprometido a conceder 325.000 euros, destinados a la Fundación Canaria para el Control de las Enfermedades Tropicales. El próximo paso es que los países africanos dediquen el 7% de de su presupuesto a la ayuda al desarrollo de España.
Esperanza de vida
¿Recuerdan que el gobierno de España justificó el aumento de la edad de jubilación en que había aumentado la esperanza de vida de los españoles? Pues leemos en Infolibre.es el 21 de agosto que ya ha bajado las esperanza de vida en nuestro país por primera vez en la historia. No hemos oído ningún comentario del gobierno sobre cambiar la edad de jubilición.
Listas de espera
Un estado de Derecho es aquel en el que se cumplen las leyes. Pero el 25 de agosto leímos en El País que el 16'5% de los pacientes lleva más de seis meses en una lista de espera mientras existe una ley que establece que no debería ser más de ese tiempo. En cambio la nueva ley que quita la asistencia sanitaria a los emigrantes sin papeles sí la cumplen.
Cinco años sin pagar
Para algunas cuestiones nuestras administraciones no son tan diligentes para recaudar. Según El País del 30 de agosto , un parque acuático lleva cinco años sin pagar el agua pública y el gobierno se entera por la denuncia de un particular.

El caso de los niños robados durante el franquismo llega a Argentina

La presidenta de la asociación Todos los Niños Robados Son También Mis Niños, Soledad Luque, presentó este lunes ante una juez argentina la demanda por el robo de su hermano mellizo cuando era recién nacido en 1965 en Madrid, según confirmaron fuentes judiciales. Luque integra uno de los colectivos que sostienen que aquellos robos de bebés se inscribieron dentro de un plan sistemático pergeñado por el franquismo y por eso se ha unido a la querella que otras ocho asociaciones de víctimas del régimen han iniciado en 2011 en Argentina, dada la falta de investigación judicial de los crímenes de la dictadura en España.
“Mi caso es uno más de miles”, relató Luque el pasado jueves en una rueda de prensa en la sede de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que luchan por recuperar a sus nietos robados, cuando eran bebés, a sus hijos desaparecidos por la última dictadura militar de Argentina (1976-1983). “Nosotros consideramos que son crímenes del franquismo”, expuso Luque, que presentó su demanda en la misma mano de la juez, María Servini de Cubría, que poco ha avanzado en la investigación contra los delitos cometidos en España. Servini le tomó este lunes dos veces declaración a Luque y fuentes de su juzgado prevén progresos de las causas contra el franquismo en los próximos diez días.
El abogado argentino residente en Madrid Carlos Slepoy, que en los 90 presentó demandas de víctimas del régimen de su país ante el entonces juez Baltasar Garzón, ahora impulsa las querellas contra el franquismo en Argentina, siempre bajo el criterio de la justicia universal contra delitos de lesa humanidad. Slepoy relató que “en España hubo 30.000 niños apropiados desde la Guerra Civil hasta finales de los 50, se quitaban niños de hasta tres años a madres republicanas, y luego esto se convirtió en práctica generalizada contra decenas de miles de hijos de mujeres pobres o madres solteras”.
Tanto Luque como Slepoy destacaron que el pasado miércoles diputados argentinos de diversos partidos, que integran la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja del Parlamento, firmaron un proyecto de repudio de los crímenes del franquismo y de apoyo al juicio que en Argentina los persigue. Lo rubricaron diputados kirchneristas y de las centristas Unión Cívica Radical (UCR) y Coalición Cívica, del Partido Socialista y de la izquierdista Unidad Popular.
La causa contra los delitos franquistas se encuentra “semiparalizada” en Argentina, según lamentó uno de los abogados representantes de víctimas españolas, Héctor Trajtemberg. Este letrado recordó que en estos dos años de investigación judicial se suspendió un viaje previsto de la juez Servini a España y una videoconferencia de víctimas en el consulado argentino en Madrid. “La juez no se sintió respaldada, no sé si le dan los medios económicos”, se refirió Trajtemberg a las máximas autoridades del Poder Judicial de Argentina.
Las víctimas del franquismo sueñan con que se repita la historia de lo que ocurrió con los crímenes de la dictadura argentina, que comenzaron a ser juzgados en España ante la impunidad reinante en el país sudamericano hasta que un día llegó al Gobierno un político, Néstor Kirchner (2003-2007), que decidió impulsar la derogación de las leyes del perdón. La idea es que avance la causa en Buenos Aires como modo de presión sobre las autoridades españolas. Pero para reforzar el juicio en Argentina, organizaciones sociales de este país crearán este martes una plataforma de apoyo a las querellas de las víctimas del franquismo, que estará integrada por Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), militantes kirchneristas, Amnistía Internacional y colectivos de emigrantes gallegos y vascos, entre otras entidades. Además, el abogado Slepoy anunció su intención de pedirle a la jerarquía eclesiástica de Madrid y Euskadi que abriese archivos que contengan información sobre 40 curas vascos represaliados por el franquismo, a partir del ejemplo de Abuelas de Plaza de Mayo, que formuló una petición similar al papa Francisco para averiguar sobre sus nietos robados.

Las turbulencias en un vuelo entre Madrid y São Paulo dejan 15 heridos

Al menos 15 personas que viajaban en el vuelo JJ8065 de TAM, entre Madrid y São Paulo, han resultado heridas tras fuertes turbulencias que obligaron a los pilotos a efectuar un aterrizaje de emergencia en la ciudad brasileña de Fortaleza (nordeste de Brasil), según informa la Folha de S. Paulo.
Varios de los heridos, entre los que se encuentran turistas y miembros de la tripulación, sufrieron cortes, heridas y fracturas, por lo que los pilotos decidieron aterrizar para que pudieran recibir atención médica.
Fuentes de la compañía aérea confirman que ninguno de los heridos reviste gravedad, aunque dos mujeres permanecen ingresadas en el hospital por un traumatismo cervical al golpearse la cabeza con el techo del avión. Son Tatiana Rocancio (32 años), de nacionalidad colombiana, y Graciela Aguilar, peruana de 52 años.
Según la Folha de S. Paulo, el avión partió de Madrid el domingo a las 20.11 (hora española) y debía llegar a Brasil a las 4.55 (hora local). Las turbulencias se produjeron hacia la una de la madrugada (seis de la mañana, hora peninsular).
"Las turbulencias fueron muy fuertes, algunos pasajeros empezaron a gritar desesperados creyendo que el avión se iba a caer", explica Ricardo Pontes a la Folha de S. Paulo. Según Pontes, las turbulencias duraron unos diez segundos. "Había gente sin cinturón y acabaron golpeándose la cabeza contra el techo", continúa.
"La compañía lamenta el incidente y está proporcionando la ayuda necesaria a sus pasajeros y empleados", ha señalado TAM en un comunicado.

Özil se marcha al Arsenal por 50 millones

Cinco días después de asegurar que seguiría en el Real Madrid, Mesut Özil ha fichado por el Arsenal, según anunció el club londinense en su página web. El internacional alemán dejará en las arcas del club blanco casi 50 millones de euros, el traspaso más caro realizado por la entidad que preside Florentino Pérez, superando los 43 millones que pagó el Manchester City por Robinho.
El internacional alemán pasó el reconocimiento médico el lunes por la mañana en Múnich, donde estaba citado con su selección, antes de pactar su contrato por cinco temporadas. "Estoy muy contento de unirme a un club de la talla del Arsenal y estoy ansioso por jugar en la Premier. Será muy bueno para mi evolución como jugador y estoy particularmente ansioso por trabajar con Arsène Wenger. A raíz de nuestras negociaciones, es evidente que el club tiene una enorme ambición y espero poder formar parte de un futuro prometedor", asegura el alemán en la web del Arsenal.
"Estamos muy contentos de haber firmado a Mesut Özil. Es un jugador de una calidad contrastada tanto a nivel de clubes como de selecciones. Es un jugador al que hemos seguido y admirado desde hace tiempo y tiene todas la cualidades que buscamos en un jugador del Arsenal", señaló Wenger en la web del club. "Mesut -que lucirá el dorsal número 11- es un futbolista de la más alta calidad y será un fantástico refuerzo para nuestro equipo. Estamos ansiosos de que pueda unirse con nosotros tras los partidos internacionales que disputará con Alemania y trabajar con él ya como nuevo jugador del Arsenal", concluyó Wenger.
Özil, que aterrizó en Madrid en el verano de 2010 previo pago de 15 millones al Werder Bremen, tenía contrato por tres temporadas más, pero la llegada de Gareth Bale comprometía seriamente las oportunidades del alemán. En sus tres temporadas en el Chamartín ha disputado 159 partidos, ha marcado 27 goles y ha repartido 81 asistencias. "Muchas gracias por tres años maravillosos con todos vosotros. Mi etapa en el Real Madrid ha sido única y especial para mí", se despidió en su página de Facebook el jugador, que se marcha de España con una Liga y una Copa del Rey.

Sin la confianza de Carlo

Un jugador con extraordinario cartel, pero que no ha logrado encandilar a Carlo Ancelotti. El mediapunta, de 24 años, fue sustituido el pasado lunes en Granada y seis días después vivió desde el banquillo el 3-1 frente al Athletic. Ni siquiera salió a calentar. Una decisión técnica que precipitó las intenciones de Özil de buscarse un futuro lejos del Real Madrid. Además, todo coincidió con la irrupción de Isco, un media punta ya imprescindible para Ancelotti.
Mucho cambiaron las cosas desde el miércoles, cuando Özil participó en un acto promocional y declaró: "Tengo contrato (con el Real Madrid) hasta 2016. Sé que se ha hablado mucho sobre si tenía oferta de otros equipos, pero me quedo. Tengo muy buena sintonía con el club y mis compañeros, es un placer y honor jugar aquí".
El traspaso del alemán generó una profunda división entre la hinchada del Real Madrid, que tenía a Özil como uno de sus favoritos. Así se pudo comprobar en la presentación de Bale. Durante varios momentos del acto, los aficionados que acudieron al acto gritaron al unísono: "Özil no se vende". Pero el presidente blanco, Florentino Pérez, no hizo caso a esa demanda.
En las últimas semanas, las relaciones entre club y jugador se enfriaron debido a la negativa de Pérez a mejorar el sueldo del alemán, quien a través de su padre solicitó ganar siete millones de euros anuales, dos más de los que percibía. Tras ese enfriamiento de relaciones llegó la oferta del Arsenal, que triplicó lo que pagó el Real Madrid hace dos años al Werder Bremen por el futbolista.

Una nadadora de 64 años completa el recorrido entre Cuba y Florida

La nadadora estadounidense de larga distancia Diana Nyad, de 64 años, ha batido el récord que llevaba persiguiendo desde hace 35 años: ser la primera persona en atravesar a nado desde Cuba (La Habana) a Florida (Key West), 166 kilómetros, sin protección contra tiburones —ninguna persona lo había hecho en una distancia tan grande—, ni traje de neopreno, ni aletas. Tras tocar tierra, su agotamiento era patente.
A su llegada decenas de barcas y centenares de personas la esperaban con emoción. "Me gustaría decir tres cosas", ha señalado la nadadora. "Una es que siempre hay que perseguir los sueños. La segunda es que nunca eres demasiado mayor para alcanzarlos. Y la tercera es que este deporte parece solitario pero es necesario tener un buen equipo detrás para conseguir lo que hemos conseguido hoy". El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha felicitado a la nadadora vía Twitter: "Felicidades a Diana Nyad. Nunca hay que abandonar los sueños".
Era la quinta vez que esta veterana deportista intentaba este recorrido. "Quiero llegar a la meta. Se me rompe el corazón cuando miro en los mapas náuticos la ruta", resaltó la nadadora al comienzo de la prueba en Cuba. Y lo ha hecho.
Nyad, que empezó la travesía el pasado sábado en La Habana y que ha ido acompañada en todo momento de un equipo de más de 35 personas —de los que algunos eran buzos para vigilar los tiburones, además de médicos, marineros y asistentes—, ha tocado tierra este lunes a las 13.48 hora local (19.48, hora peninsular española) en Key West. Ha tardado poco más de 52 horas y se ha estado alimentando cada 40 minutos.
Según ha declarado en más de una ocasión, tras esta hazaña no volverá a dar una brazada más. A falta de 3,2 kilómetros, Nyad decía su blog: "Estoy a punto de nadar mis últimas millas en el océano. Este es un sueño que llevó persiguiendo toda mi vida y estoy muy contenta de que me apoyéis. Algunos de los miembros del equipo son mis amigos más íntimos, sois un equipo estupendo. Tenéis un gran corazón. Vamos a acabar y a celebrar una gran fiesta".
La veterana deportista usó por las noches una máscara protectora contra las medusas porque es cuando más atacan, "aunque la protección dificultaba que respirara adecuadamente", según su equipo. Precisamente, las picaduras de medusas hicieron que fracasara el año pasado, tras 96 kilómetros recorridos. Además, Nyad se vacunó con un medicamento elaborado por la especialista Angel Yanagihara, de la Universidad de Hawai, que alivia los efectos de las picaduras de estas medusas, según explicó Nyad en La Habana justo antes de comenzar la prueba.
"Diana ha parado en varias ocasiones para recuperarse del esfuerzo", explicaba a primeras horas de esta mañana su jefe de equipo, John Bartlett. "No sabemos el estado físico exacto de sus fuerzas en este punto, pero daremos más noticias pronto", agregaba entonces. A pesar de que ha remarcado que tenía problemas en los pulmones, al final la nadadora superó las adversidades.
La primera vez que intentó la travesía fue en 1978, entonces usó protección contra tiburones pero no llegó a su meta por las condiciones meteorológicas. Volvió a intentarlo en dos ocasiones en 2011, cuando las medusas, varios ataques de asma y el mal tiempo le llevaron a desistir. En esta ocasión, el tiempo ha sido mucho más favorable hasta la noche de este domingo, cuando las ráfagas de viento y las tormentas frenaron un poco el ritmo de Nyad. Aunque a primeras horas de la madrugada de este lunes su equipo informó de que "la veterana deportista nadaba con fuerza y que las ráfagas de viento estaban amainando".
Ayer domingo batió también el récord de Penny Palfrey y se convirtió en la mujer que ha nadado más distancia sin jaula protectora de tiburones. Esta misma distancia fue recorrida por la australiana Susie Maroney, pero con protección, en 1997 cuando tenía 22 años. Durante su carrera deportiva, Nyad se llegó a convertir en la mejor nadadora de larga distancia del mundo, batiendo varias plusmarcas, incluida la travesía alrededor de Manhattan, que realizó en 7 horas y 57 minutos en 1975 y nadar de las Bahamas a Florida en 1979.

¿Un Jaguar derretido por el reflejo de un rascacielos?

Edificio "Walkie Talkie" en Londres. | AfpLos nuevos rascacielos de la City londinense son a menudo acusados por muchos de estropear las vistas y el skyline de la capital británica. Ahora, un conductor ha denunciado que el reflejo de una de las torres de cristal ha "derretido" su automóvil, un Jaguar. El retrovisor, una ventanilla y unas placas del coche sufrieron grandes daños, según el relato del conductor afectado.

El edificio "culpable" es conocido como el 'Walkie Talkie' y su estructura acristalada refleja intensamente la luz en las calles aledañas cuando hay sol en la ciudad.
Según los diseñadores del edificio, ya se están buscando soluciones para atajar este problema que al parecer se produce en ciertos momentos del día, dependiendo de la posición del sol y la meteorología. "El fenómeno se debe a la elevación del sol en el cielo y dura aproximadamente dos horas al día".
Los responsables del rascacielos han decidido también clausurar varias plazas de aparcamiento que resultan afectadas por el reflejo del sol mientras se encuentra una solución permanente para evitar casos como el del "Jaguar derretido".

Brasil convoca al embajador de EE UU tras nuevas acusaciones de espionaje

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue objeto de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Fueron escudriñados los contenidos de llamadas de teléfono, correos electrónicos y mensajes de móvil, según reveló ayer el programa televisivo del canal Globo Fantástico. La mandataria brasileña convocó este lunes a primera hora una reunión de urgencia en el palacio presidencial. Antes de la reunión con Rousseff, el ministro de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, citó al embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, para pedirle explicaciones y advirtió que si se confirma el espionaje al Gobierno, este podría llevar el caso al examen de las Naciones Unidas.
Además de Rousseff, también habrían sido víctimas del espionaje sus asesores más cercanos y algunos de sus ministros más importantes. Los documentos secretos, en los que aparece que también fue espiado el presidente de México, Enrique Peña Nieto, fueron obtenidos por el periodista Glenn Greenwald -residente en Brasil- a través del extécnico de la NSA, Edward Snowden. Greenwald fue el que destapó la identidad de Snowden días después de haber sacado a la luz el tamaño y la profundidad del programa de espionaje organizado por Washington.
En la reunión con la presidenta estuvieron presentes por lo menos cinco ministros, entre ellos el de Defensa, Celso Amorim, así como Figueiredo y el ministro de Justicia, Eduardo Cardozo, que calificó el supuesto espionaje al Gobierno como “gravísimo” y como una “clara violación de la soberanía” brasileña.
El supuesto escándalo indignó a los miembros del Senado, donde el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Ferraço, del partido centrista PMDB -el mayor aliado del gobierno Rousseff- se mostró “indignado y perplejo” y anunció que ya está instalada una comisión parlamentaria que dará mayores poderes al Congreso para investigar el caso.
“Es inadmisible que, en un país como el nuestro en el que no existe la menor huella de terrorismo, exista este tipo de espionaje”, dijo el senador que anunció que serán convocados a comparecer en la comisión tanto el embajador de EE UU como el ministro de Justicia.
Paulo Bernardo, ministro de Comunicaciones, insistió en el hecho de que dicho espionaje era un “total absurdo” ya que “nada tiene que ver con la seguridad nacional de EE UU”. Para él, se trata sólo de obtener ventajas en negociaciones comerciales e industriales.
Folha de Sâo Paulo ha informado de que tres asesores directos de Rousseff han confirmado al diario que la presidenta brasileña ha llegado a plantearse suspender el viaje oficial a EE UU que tiene programado para el mes de octubre. Según el diario, Rousseff se siente "irritada, indignada y engañada" y su decisión dependerá de si el presidente Obama le ofrece "respuestas satisfactorias". Oficialmente, el palacio de Presidencia de Planalto dice que esa posibilidad no está aún sobre la mesa.
El interés de Estados Unidos por Brasil va, sin embargo, más allá, como aparece, por ejemplo, en una de las diapositivas de la presentación, titulada Identifying challenges for the future (identificando desafíos para el futuro) pasado a Greenwald por Snowden. En ella la NSA se hace la siguiente pregunta: “¿Amigos, Enemigos o Problemas?" Anota el documento la lista de los países que deben estar bajo observación. Brasil encabeza el ranking compuesto por Egipto, India, irán, México, Arabia Saudí, Sudán, Turquia y Yemen.
En el tercer documento revelado en el programa Fantástico, se afirma que la NSA mantiene un equipo responsable para seguir de cerca cuestiones comerciales en 13 países de Europa (entre ellos, España) y en otros “estratégicos” como Brasil, México y Japón. Son países que tienen en común el hecho de ser importantes para la economía americana y para las “cuestiones de defensa”. Dicha división debería proporcionar a la Agencia de Defensa de EE UU “informaciones sobre actividades militares y de inteligencia” de dichos países. La presentación, en la que tanto Rousseff como Peña Nieto son citados y aparecen en fotos, tiene un total de 12 diapositivas.
En julio, O Globo, en un reportaje firmado por Greenwald, sacó a la luz que Brasil era el segundo país más espiado por la NSA, después de Estados Unidos. Las sucesivas revelaciones han abierto una brecha entre los Gobiernos de Rousseff y Obama, brecha que se ha acentuado después de que, en agosto, el secretario de Estado, John Kerry, se negase a revisar su política de espionaje después de una entrevista con el entonces ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota.
Algunos analistas, como Rodrigo Constantino de la revista Veja, comentando la pregunta que en los documentos se hace sobre Brasil: “¿amigos, enemigos o problema?”, tras afirmar que la forma de conseguir esas informaciones es claramente “condenable”, tendría como finalidad saber en qué punto se encuentra Brasil en la política bolivariana tan temida por Washington. Con el expresidente Lula da Silva, la Casa Blanca tenía la confianza de que el exsindicalista era más bien un elemento de equilibrio, por ejemplo, en los devaneos autoritarios del fallecido Hugo Chávez. Lula sería una especie de amortiguador de los países bajo el eje bolivariano.
Las presuntas actuaciones de espionaje de la NSA a Rousseff, ¿podrían hacer pensar que Rousseff les ofrece menores garantías en este campo?, se preguntan algunos expertos en política. Lo cierto es que la mandataria brasileña ha sido seguida ilegalmente hasta en sus comunicaciones más estrechas con asesores y personas de confianza lo que significa una afrenta a la soberanía del país, en vísperas de su viaje oficial -si finalmente se produce- a Estados Unidos.

La venta de alimentos pasados de fecha ya es legal en Grecia

Un supermercado en el supermercado, donde en estantes separados están, a precio reducido, aquellos alimentos que hasta ahora se hubieran desechado por estar pasados de fecha. Es lo que se permite desde este lunes en Grecia. En un país que ha visto traspasar muchas líneas rojas desde el comienzo de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, la entrada en vigor de la nueva directiva anunciada por el Gobierno hace una semana y que autoriza la venta al pequeño consumidor de productos alimenticios con fecha de consumo preferente caducada ha despertado una fuerte polémica. Hasta el punto de que el secretario de Estado para el Consumo, Yorgos Stergiou, ha tenido que salir al paso de las críticas para garantizar que la decisión no supone un riesgo para la salud pública: “El consumo preferente es un instrumento de seguridad y marketing de los productores, pero no significa en absoluto que el producto no esté bueno o sea peligroso”.
Con la nueva regulación, las tiendas de alimentación y los supermercados podrán poner a la venta a precios rebajados productos no perecederos etiquetados con la indicación de “consumir preferentemente antes de…”. La vida útil comercial se alarga una semana para aquellos que lleven una fecha con día y mes; de un mes para los que estaban marcados con mes y año; y tres meses para los que solo tenían en su envoltorio la indicación del año. La comercialización solo se permite en la venta al por menor y está vetada en restaurantes o bares, con multas que pueden llegar hasta los 5.000 euros por unidad de producto.
Su vida comercial se alarga entre una semana y tres meses
La directiva no contradice necesariamente las normas comunitarias, que datan del año 2000. La Comisión Europea diferencia entre el consumo preferente y la fecha de caducidad. Este último concepto será el aplicable en comida muy perecedera, y que por lo tanto su consumo pasado el plazo fijado puede ser peligroso. La industria de alimentación es la que debe decidir si cada producto pertenece a una u otra categoría. La nueva regulación que prepara Bruselas sobre información de productos alimenticios, que entrará en vigor el 13 de diciembre de 2014, mantiene esta distinción. Pero establece que los productos con fecha de caducidad deben considerarse como no seguros una vez que haya pasado la fecha indicada, informa Luis Doncel.
“Creo que es algo que no va a prosperar”, comenta en conversación telefónica desde Atenas Alexandros Theodorides, portavoz de la organización Boroume, una de las iniciativas nacidas a raíz de la crisis para responder a las crecientes necesidades de una población cada vez más empobrecida (el 31% está en riesgo de pobreza y exclusión social, según Eurostat; la tasa de paro supera el 27% y Unicef estima que hay 600.000 niños que viven ya por debajo de la línea de pobreza). Boroume pone en contacto personas o instituciones que necesitan comida con empresas y particulares que pueden ofrecerla. Por eso trata a menudo con los supermercados, intentando poner un freno también al desperdicio de alimentos que se genera normalmente en la gran distribución. “En cuanto leí la noticia pensé que los supermercados no se arriesgarían a comprometer su reputación. Y justo acabo de venir de una reunión con una de las mayores empresas de Grecia y decían que no lo van a hacer”. De hecho el diario Kathimerini informaba en su edición en inglés del malestar de las principales cadenas de supermercados que ya han expresado su intención de no ponerlas en marcha porque las consideran contrarias a las políticas de venta. El temor al desprestigio de su propia marca puede ser mayor que los beneficios de la venta de unos productos que de otra forma acabarían en la basura.
Las principales cadenas se resisten por temor al desprestigio
“Son productos que se tiran. Pero si se puede alargar ¿en razón de qué entonces se ha puesto la fecha de consumo preferente? Dando por hecho de que se garantice la seguridad alimentaria, nos da un poco la sensación de que es una fecha con la que se ha estado jugando por motivos económicos”, comenta José Ángel Oliván, presidente de la Unión de Consumidores de España, que recuerda también las recientes polémicas aquí por el cambio en la fecha de consumo de los yogures, cuya caducidad hasta el pasado marzo estaba establecida por ley. “En el caso de Grecia me parece muy hipócrita lo que están haciendo. Éticamente me resulta rechazable. Vamos a tener comida para pobres y comida para ricos. Y además los que han comprado la comida de primera categoría ya ha pagado la de segunda porque los supermercados cargan en los precios las pérdidas del porcentaje de mermas que prevén”, añade. “La crisis al final lo que está destapando es mucho clasismo”, concluye.

El juez acumula datos fiscales para volver a imputar a la Infanta

El juez José Castro, que investiga desde hace tres años el entramado de empresas con las que Iñaki Urdangarín cometió supuestamente varios delitos de corrupción, acumula datos fiscales de la infanta Cristina para plantear una nueva imputación.
El juez Castro consideró en abril pasado que había indicios suficientes en la causa abierta por el denominado caso Nóos para citar a la Infanta como imputada. El magistrado apuntaba que la infanta conocía los negocios irregulares de su marido y que ella misma era copropietaria de la empresa Aizóon, cuyos ingresos procedían mayoritariamente de los contratos que Urdangarin cerraba con administraciones públicas.
La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca decidió dejar en suspenso la imputación de la Infanta. No obstante, señaló al juez el camino para argumentar de manera más sólida la investigación y, en su caso, la imputación por posible blanqueo de capitales a través de la participación de la infanta en la empresa Aizóon, con la que su marido había defraudado al fisco.
La Agencia Tributaria no ha remitido aún al juez los datos que solicitó sobre ventas a terceros atribuibles a la hija del Rey, pero entre los nuevos informes que el juzgado ha incorporado al sumario figuran intentos de cobro por parte de doña Cristina cuya validez ha sido rechazada por Hacienda. EL Grupo de Delincuencia Económica de la Policía rastrea en Barcelona y Palma la facturación de Aizoon, una tarea compleja y aún inconclusa.
Esos intentos tienen que ver con la factura de 3.828 euros que la hija del Rey supuestamente giró a su propia empresa, Aizóon, en concepto de alquiler de la vivienda que la Infanta tiene en Barcelona. Aizóon intentó hacer pasar ese pago de alquiler a la Infanta como gastos de la empresa, pero Hacienda no lo admitió.
Tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado entienden que el hecho de que la Infanta compartiera con Urdangarin la propiedad de Aizóon, a través de la que se defraudó a Hacienda, no es suficiente para imputar a la hija del Rey.

El megalodón, el mayor tiburón del océano, vivió en aguas canarias


Se llama megalodón y está considerado el mayor tiburón que ha habitado los océanos. Desde que se extinguió, hace unos dos millones de años, no se ha conocido un depredador como él, pues podía alcanzar los 20 metros de longitud y pesar hasta 100 toneladas.
Este auténtico monstruo del mar, capaz de devorar grandes presas como ballenas, delfines y focas además de tortugas y peces, vivió también en aguas canarias, como demuestra el hallazgo de 15 piezas dentales anunciado por un equipo de científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Según detalla por teléfono desde Tenerife Pedro José Pascual Alayón, biólogo marino del Centro Oceanográfico de Canarias, los fósiles se encontraron a 1.000 metros de profundidad, en un yacimiento al pie de la montaña submarina conocida como Banco de Concepción, situada al norte de la isla de La Graciosa.
Recreación del aspecto del tiburón megalodón.|Museo de Historia Natural de San Diego.
El descubrimiento se produjo el pasado mes de octubre durante la campaña INCOECO 1012 ( en el marco del Proyecto Life+Indemares, aunque han esperado a tener identificados los fósiles para anunciar el hallazgo. Y es que junto a los restos de megalodón, pertenecientes a la especie 'Otudus (Megaselachus) megalodon' encontraban fósiles de otros animales marinos, todos ellos extintos.

Un yacimiento de animales marinos

Hay fósiles de otras especies tiburones, huesos de ballenas y fragmentos del cráneo y costilla de un sirénido (un mamífero marino pariente del actual manatí). El paleontólogo italiano de la Universidad de Parma Franco Cigala trabajó con Pascual en la identificación de los fósiles.
"El megalodón vivió en el Mioceno durante más de 15 de millones de años, un periodo durante el que fue cambiando su linaje evolutivo. Los dientes más grandes, de unos 17 centímetros, se han encontrado en California y Chile", detalla Pascual.
El registro fósil de este tiburón gigante se extiende desde hace 20 millones hasta hace dos millones de años y también incluye restos hallados en otras zonas, como Japón. Por los datos que tiene Pascual, en España no se habían encontrado fósiles del megalodón (los más próximos se hallaron en aguas de Marruecos) aunque considera probable que aparezcan nuevos restos en la costa atlántica española: "Eran unos animales cosmopolitas. Tuvieron un éxito considerable por su poderío y su tamaño", señala el biólogo.
Los dientes hallados en Canarias pertenecen a varios ejemplares jóvenes, quizás de cinco o seis metros de longitud (al nacer debían medir unos dos metros). Datar su antigüedad es muy complejo, porque no tienen suficiente material biológico y habría que tomar muestras del suelo volcánico para ser más precisos. Pese a ello, cree podrían haber vivido hace unos 15 millones de años. "Era la época en la que se estaba originando el archipiélago canario y el paisaje era muy distinto al de ahora. Las islas apenas eran islotes y debían estar cerca del continente". Aquí, estos tiburones encontraban abundante comida, pues se cree que era una importante zona de cetáceos.
A medida que se han ido hallando más fósiles se han podido descartar algunas teorías. Por ejemplo, se pensaba que se trataba de una sola especie pero el estudio de los fósiles ha confirmado que había varias. "Antiguamente, cuando no había mucha información, se consideraba que el megalodón era antecesor del actual tiburón blanco, pero se ha demostrado que no es así", explica.
Pese a su poderío acabó extinguiéndose como tantos otros animales. "Hay varias teorías sobre la causa. "La que más se menciona es debido a un cambio climático. Hubo una gran glaciación que llegó a la Península y cambiaron las pautas de migración de las ballenas, que se concentraron más en las zonas polares. Parece que el megalodón no se adaptó bien a los cambios".

La fiesta de las vírgenes de Suazilandia

Miles de niñas y adolescentes han danzado para su rey tras siete días de gran fiesta. Lo han hecho como manda una de las tradiciones más viejas y controvertidas del sur de África: semidesnudas, en casa de la reina madre, el viejo palacio que posee la familia real en Suazilandia. Uno de tantos.
El Reed Dance o Umhlanga es una tradición zulú y suazi que se practica en Sudáfrica y Suazilandia y en la que miles de jóvenes danzan con el pecho destapado (algunas llevan camisetas) delante de su monarca. También se le conoce como baile de las vírgenes o baile de las cañas, que es el objeto que las adolescentes deben llevar hasta el palacio para entregar como ofrenda.
Los hombres también responden a las jóvenes con bailes y ofrendas en los que participa hasta el propio rey de Suazilandia, Mswati III, que al final del domingo bajó con el resto de cortesanos a bailar entre las miles de jóvenes. En este sentido, la fiesta es global, ya que hasta las propias hijas del monarca participan en las mismas condiciones que el resto (sólo llevan plumas rojas en la cabeza como señal de distinción).
Tradicionalmente este baile servía para que el rey eligiera esposa entre las participantes que enseñan el cuerpo. Tiene también otros significados: el de encuentro de las mujeres de todo el reino y el de una forma de afianzar su papel social y fortalecer el trabajo en equipo.
En la controvertida fiesta deben participar sólo niñas y jóvenes que sean vírgenes, lo que ha generado todo tipo de críticas internacionales por el papel en el que deja a la mujer y por la exhibición que hacen las adolescentes de sus cuerpos. Congrega a miles de personas en torno a un estadio que en el caso de Suazilandia se utiliza sólo para este evento. Ellas bailan y cantanmientras el resto las mira pasar. Una fiesta difícil de entender y de juzgar desde un prisma puramente occidental.

Microsoft adquiere el negocio de telefonía de Nokia por 5.440 millones de euros

Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.
Microsoft anunció este martes la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia. La operación no se cerrará hasta el primer trimestre del año que viene y la empresa estadounidense abonará en efectivo unos 5.440 millones de euros. Un tercio para hacerse las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica teléfonos Lumia con el sistema operativo de Microsoft.
"Es un paso valiente hacia el futuro y algo muy positivo para los empleados, los accionistas y los clientes de ambas empresas. Unir estos equipos acelerará los beneficios y la cuota de mercado de nuestra empresa y fortalecerá nuestras oportunidades y las de nuestros socios", escribió este martes Steve Ballmer, que hace unos días anuncio su retirada como presidente de Microsoft.
Microsoft no sólo adquirirá la división de telefonía móvil de Nokia. También se quedará con unos 32.000 empleados de la compañía finlandesa. Incluidos unos 4.700 que trabajan en el país nórdico y 18.300 cuya labor es fabricar, ensamblar y empaquetar los dispositivos de la empresa en todo el mundo.
El negocio de telefonía de Nokia facturó el año pasado unos 14.900 millones de euros. Una cifra que supone la mitad de los ingresos globales de la empresa nórdica, cuyos gestores han apostado por abandonar el negocio que disparó sus ingresos y les otorgó reconocimiento mundial.

Potenciar Windows Phone

Entre los activos que adquiere ahora Microsoft se encuentra la capacidad de seguir desarrollando los teléfonos Lumia, que según recuerda en su anuncio han ganado varios galardones desde su salida al mercado y de los cuales había vendido unos siete millones de unidades en el segundo trimestre de 2013. Pero también adquiere los demás modelos fabricados por la empresa finlandesa, que vendió unos 53 millones de teléfonos en el segundo trimestre de este año y ofrece sus servicios a cientos de millones de clientes en todo el mundo. Un extremo que la empresa de Ballmer percibe como una posibilidad para potenciar el alcance de su sistema operativo Windows Phone.
En un guiño a la nacionalidad de muchos de sus nuevos empleados, Microsoft desveló que construiría en Finlandia un nuevo centro de datos que dará servicio a sus clientes en toda Europa. Un proyecto en el que por ahora invertirá unos 250.000 millones de dólares: unos 200.000 millones de euros al cambio actual.
Entre los empleados de Nokia que se incorporarán a la multinacional estadounidense se encuentran Jo Harlow, Juha Putkiranta y Timo Toikkanen. Pero también su consejero delegado Stephen Elop, cuyo nombre suena con fuerza en las apuestas para suceder a Steve Ballmer como presidente ejecutivo de Microsoft.
"Al fortalecer nuestra alianza podemos unir a los mejores programadores de Microsoft con el mejor diseño y la mejor ingeniería de producto de Nokia", dijo este martes el propio Elop, que dejará el cargo y se convertirá en el vicepresidente de la división de productos y servicios hasta el cierre de la adquisición.

Del papel al móvil

Nokia nació como una fábrica de papel junto a la ciudad finlandesa de Tampere en 1865. Pero sus propietarios poco a poco fueron transformándola en un conglomerado que a principios del siglo XX fabricaba botas de goma y empezaba a penetrar en el negocio de la electricidad.
La compañía fue una de las primeras en explorar el negocio de la telefonía móvil. Diseñando primero prototipos desde mediados de los 60 e inundando luego el mercado a finales de los 90 con terminales como el exitoso Nokia 3310.
Nokia llegó a tener una formidable cuota de mercado. Pero sus ingenieros no supieron adaptarse a la llegada de los teléfonos con acceso a Internet. La irrupción de los ‘smartphones’ minó los ingresos de la empresa nórdica y llevó a sus responsables a sellar una alianza con Microsoft en febrero de 2011.
Se podría decir que aquel acuerdo fue el preludio de la operación anunciada este martes por la multinacional estadounidense, cuyos responsables no vislumbraron tendencias como el auge del libro electrónico, el triunfo de Google o el estallido de las redes sociales que fueron minando sus ingresos y arrinconándolo en el paisaje digital.
El objetivo de Microsoft es recrear la cuota de mercado que llegó a tener en los ordenadores personales en dispositivos como las tabletas o los teléfonos móviles. Una meta que se antoja difícil por el dominio de Apple y los dispositivos con Android y que la compra de Nokia podría ayudarle a lograr.
La operación está sujeta a la aprobación de los accionistas de Nokia y al visto bueno del regulador. Pero la intención de los responsables de ambas empresas es cerrarlo en el primer trimestre del año que viene. Justo antes de que se haga efectivo el adiós de Steve Ballmer como presidente de Microsoft.