Se llama megalodón y está considerado el mayor tiburón que ha habitado los océanos. Desde que se extinguió, hace unos dos millones de años, no se ha conocido un depredador como él, pues podía alcanzar los 20 metros de longitud y pesar hasta 100 toneladas.
Este auténtico monstruo del mar, capaz de devorar grandes presas como
ballenas, delfines y focas además de tortugas y peces, vivió también en
aguas canarias, como demuestra el hallazgo de 15 piezas dentales
anunciado por un equipo de científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Según detalla por teléfono desde Tenerife Pedro José Pascual Alayón, biólogo marino del Centro Oceanográfico de Canarias, los fósiles se encontraron a 1.000 metros de profundidad, en un yacimiento al pie de la montaña submarina conocida como Banco de Concepción, situada al norte de la isla de La Graciosa.
El descubrimiento se produjo el pasado mes de octubre durante la
campaña INCOECO 1012 ( en el marco del Proyecto Life+Indemares, aunque
han esperado a tener identificados los fósiles para anunciar el
hallazgo. Y es que junto a los restos de megalodón, pertenecientes a la
especie 'Otudus (Megaselachus) megalodon' encontraban fósiles de otros
animales marinos, todos ellos extintos.
Un yacimiento de animales marinos
Hay fósiles de otras especies tiburones, huesos de ballenas y
fragmentos del cráneo y costilla de un sirénido (un mamífero marino
pariente del actual manatí). El paleontólogo italiano de la Universidad
de Parma Franco Cigala trabajó con Pascual en la identificación de los
fósiles.
"El megalodón vivió en el Mioceno durante más de 15 de millones de años,
un periodo durante el que fue cambiando su linaje evolutivo. Los
dientes más grandes, de unos 17 centímetros, se han encontrado en
California y Chile", detalla Pascual.
El registro fósil de este tiburón gigante se extiende desde hace 20
millones hasta hace dos millones de años y también incluye restos
hallados en otras zonas, como Japón. Por los datos que tiene Pascual, en
España no se habían encontrado fósiles del megalodón (los más próximos
se hallaron en aguas de Marruecos) aunque considera probable que
aparezcan nuevos restos en la costa atlántica española: "Eran unos
animales cosmopolitas. Tuvieron un éxito considerable por su poderío y su tamaño", señala el biólogo.
Los dientes hallados en Canarias pertenecen a varios ejemplares jóvenes, quizás de cinco o seis metros
de longitud (al nacer debían medir unos dos metros). Datar su
antigüedad es muy complejo, porque no tienen suficiente material
biológico y habría que tomar muestras del suelo volcánico para ser más
precisos. Pese a ello, cree podrían haber vivido hace unos 15 millones de años.
"Era la época en la que se estaba originando el archipiélago canario y
el paisaje era muy distinto al de ahora. Las islas apenas eran islotes y
debían estar cerca del continente". Aquí, estos tiburones encontraban
abundante comida, pues se cree que era una importante zona de cetáceos.
A medida que se han ido hallando más fósiles se han podido descartar
algunas teorías. Por ejemplo, se pensaba que se trataba de una sola
especie pero el estudio de los fósiles ha confirmado que había varias.
"Antiguamente, cuando no había mucha información, se consideraba que el megalodón era antecesor del actual tiburón blanco, pero se ha demostrado que no es así", explica.
Pese a su poderío acabó extinguiéndose como tantos otros animales.
"Hay varias teorías sobre la causa. "La que más se menciona es debido a
un cambio climático. Hubo una gran glaciación que llegó a la Península y
cambiaron las pautas de migración de las ballenas, que se concentraron
más en las zonas polares. Parece que el megalodón no se adaptó bien a los cambios".
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