Alejandro Borreguero es un antiguo empleado de la agencia de detectives Método 3 y uno de los presuntos autores materiales de la grabación de la conversación que mantuvieron la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, y Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola,
en el restaurante barcelonés La Camarga el 7 de julio de 2010. Una cita
que Camacho ha defendido para obtener información sobre posibles
corruptelas e irregularidades del hijo del histórico dirigente nacionalista.
El detective, el pasado 20 de junio, ha aportado al juez a través de su
abogado una transcripción de la cinta que grabó ese día para probar que
la comida fue reservada y pagada por él en nombre de su agencia, que
revisó la víspera el restaurante, colocó allí la grabadora y se
identificó ante los camareros como asistente de la líder popular.
Borreguero intenta así demostrar que la grabación no fue un acto
personal de los detectives imputados, sino un encargo de Método 3, ya
que reservó y pagó la comida. También defiende que el trabajo no era un
secreto, puesto que dejó recado expreso en el restaurante para que las
comensales no abonaran nada: “Les dije que las personas que han
reservado han pagado”, dice Borreguero en el resumen de su cinta. Esta
revelación trastoca el pacto entre Sánchez-Camacho y Método 3,
alcanzado el pasado 19 de junio, por el que la dirigente popular otorgó
a dicha agencia y a su personal “el más amplio perdón tanto civil como
penal”, aunque a cambio de una indemnización de 80.000 euros. “Tras su
cobro, no habrá nada más que pedir ni reclamar”, reza tal acuerdo.
Borreguero rechaza tal perdón por entender que implica que él “debería
haber cometido algún hecho susceptible de ser perdonado”.
Esto se suma a la voluntad ya manifestada por la Fiscalía Anticorrupción para proseguir con la investigación del caso
pese al acuerdo de la líder del PP catalán con la agencia. El
ministerio público considera que el presunto espionaje afecta al interés
general ya que Sánchez-Camacho es, en tanto que diputada y senadora,
una alta institución del Estado.
En la transcripción entregada al juez se recogen los siguientes
diálogos de Borreguero con empleados del restaurante cuando, el 7 de
julio de 2010, acudió a pagar e instalar una grabadora oculta en un
centro de mesa (florero/tiesto) justo minutos antes del almuerzo.
Borreguero. Buenas tardes, a ver, hoy a las dos hay una reserva para la señora Camacho, un reservado.
C. [Empleado de La Camarga] ¿Sabe con quién viene?
B. Bueno, hicimos la reserva solo a nombre de señora Camacho.
C. Como señora Camacho, no hay...
B. Sí, hice una la reserva por teléfono y luego vine a confirmar el reservado.
La búsqueda sigue hasta que entre ambos encuentran la causa de que no hallen la reserva.
B. Yo, directamente, dije la señora Sánchez tiene una reserva y me dijeron que sí.
C. ¿Sánchez?
B. Exacto, Sánchez-Camacho.
C. Pero tú me has dicho Camacho...
A continuación, el camarero se ofrece a ubicar el centro de mesa que oculta la grabadora.
C. ¿Esto va en el centro?
B. Si puede ser, sí, sería un favor.
C. Por supuesto.
B. Y quiero que le digan que cuando, no sé, si
intentaran pagar, que yo me haré cargo. Le dicen que las personas que
han reservado van a hacer el pago de la mesa y, bueno... Si quieren que
deje algo de señal...
C. No, una tarjeta para saber dónde tenemos que...
B. Les dejo mi teléfono o lo que sea.
C. Sí.
B. A ver. Yo en principio puedo dejar si quieren más
o menos una cantidad y si sobra pues vuelvo a recogerlo. Igualmente
tengo que volver a recoger esto [el centro de mesa con la grabadora
oculta], así que volver tengo que volver.
C. Como quiera, más que nada porque tengo que dar de
baja en otro nombre y acreditar a un nombre, pero si quiere hacer esto y
dejar aquí un dinero.
B. Si yo le dejo esto aquí, no sé si con esto llegara, si falta... Son dos personas.
C. Como mucho, mucho, esto.
B. Vale. Supongo que sobre las tres y media terminarán, vengo a recoger esto y pago lo que haga falta.
C. ¿Su nombre? Para que así, si viene a buscarlo y no estoy yo, que lo reconozca...
B. Como el asistente de la señora Camacho.
C. Vale, perfecto, más que nada para que si no estuviera yo...
B. Vale, esto es bastante importante...
C. ¿Que esté allí en el centro?
B. Sí, y eso..., que si intentan pagar, no, las personas que han reservado ya se han encargado.
Según el relato incorporado por su letrado, Borreguero no solo
apalabró el día antes el reservado, sino que “puso en marcha la
grabadora que estaba contenida en el florero/centro de mesa al salir de
su despacho de Método 3 hasta que la recogió, acabado el evento, del
restaurante La Camarga”. Por ello la cinta registra todos los
prepaparativos.
El PP: “Es una mentira”
El PP tachó este martes de “mentira absoluta” que Sánchez-Camacho
estuviera al corriente de la grabación, y achacó la denuncia de
Borreguero a su estrategia para defenderse de haber realizado una
grabación ilegal.
Según el PP, esa transcripción, desde hace tiempo en poder del
juzgado, solo demuestra que Borreguero se hizo pasar por “asistente” de
la senadora.
El PP asegura que fue el partido el que hizo la reserva, pero no
acaba de aclarar si pagó la comida. Eso sí, en los restaurantes donde el
partido tiene cuenta, la senadora no paga ni en metálico ni con
tarjeta.