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miércoles, 3 de julio de 2013

El alcalde de Barbadás vota los cambios urbanísticos que benefician a su familia

Los acusaron de propiciar un pelotazo urbanístico, de incurrir en una supuesta prevaricación, de haber buscado solo un objetivo, el de “su propio enriquecimiento y el de sus familiares y amigos” con su gestión política al frente del gobierno municipal, pero el alcalde y el teniente de alcalde de Barbadás, José Manuel Freire Couto y Manuel García, aguantaron impertérritos el chaparrón en el pleno de ayer, solo acertaron a defenderse de los ataques tildándolos de “demagogia” y votaron favorablemente la modificación provisional de un área de reparto, la AR-10, que ve aumentada su edificabilidad y en la que ambos, junto con otros exconcejales constructores de su grupo, tienen propiedades.
De nada sirvió la advertencia de la portavoz del PSOE, Victoria Mourenza, de que ambos deberían abandonar la sala en la votación. La secretaria municipal eximió al alcalde de responsabilidad considerando que es una empresa a nombre de su mujer y de su hija —y no al suyo— la dueña de los terrenos que ven aumentada la edificabilidad y descartó igualmente que se ausentase el teniente de alcalde —con los terrenos a su nombre— valorando en este caso que “no existe beneficio directo para él”. La secretaria entiende que sería “distinto” si el número dos del Ayuntamiento “fuese el propietario mayoritario o exclusivo” de los terrenos de esa área de reparto. El teniente de alcalde es la segunda persona con mayor volumen de terreno, según precisó la oposición, con 3.071 metros cuadrados.
Con los dos votos de los dirigentes del PP se aprobó la modificación, que el PSOE ha anunciado que impugnará, que supone para los dueños de parcelas la supresión de la construcción de dos viales de acceso a la N-540, el aumento de la edificabilidad en 2.100 metros cuadrados, la reducción de reservados para zonas verdes y, según precisó el portavoz nacionalista, Xosé Manuel Fírvida, y no negó el alcalde, un beneficio de económico añadido al desarrollo urbanístico previsto de tres millones de euros. “Todo se hizo por el cauce reglamentario. No sé dónde ven ustedes el pelotazo”, concluyó el alcalde.

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