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domingo, 21 de septiembre de 2014

Hawking: 'No hay ningún dios. Soy ateo'

Stephen Hawking (Oxford, 1942) ya no puede mover ni un dedo. La devastadora enfermedad que empezó a corroer su sistema nervioso, cuando sólo tenía 21 años, ni siquiera le permite manejar el ratón que usaba antes para seleccionar palabras en su ordenador y transmitirlas a través de un sintetizador de voz. Los músculos de su rostro se han convertido en las últimas herramientas corporales que le quedan para comunicarse, activando con la mejilla derecha un sensor acoplado sobre sus gafas.
Gracias a esta impresionante tecnología diseñada especialmente para él, Hawking logra mover un cursor en una pantalla y activar así la legendaria voz robótica que habla en su nombre con acento americano. Pero pese al esfuerzo titánico que debe afrontar para compartir sus ideas, ha concedido una entrevista exclusiva para los lectores de EL MUNDO.
Cuando aparece sobre su silla de ruedas en el hotel de Tenerife donde tiene lugar nuestro encuentro, nos conquista nada más llegar, esbozando una entrañable sonrisa con esos pocos músculos de la cara que todavía le sirven para expresar pensamientos y emociones. Como los médicos ya no le permiten volar, Hawking ha viajado hasta la isla canaria en un crucero de seis días para presentar esta semana su visión del cosmos en el Festival Starmus, un congreso concebido para divulgar los hallazgos de la astronomía a toda la sociedad.
De repente, me encuentro ante uno de los cerebros más brillantes del último siglo, a punto de realizar la entrevista con la que siempre he soñado. Pero cuando llega el momento de la verdad, me quedo tan impactado que no sé muy bien ni cómo debo saludarle. Una de sus cinco enfermeras, Nikky O'Brien, se da cuenta de mis titubeos y resuelve mis dudas de inmediato, cogiendo la mano de Hawking y acercándola a la mía, para que pueda estrechársela.

Un 'gourmet' en Canarias

Tras agradecerle al científico más famoso y admirado del planeta el inmenso privilegio de habernos concedido una entrevista exclusiva, le enseño el maravilloso retrato de Ricardo Martínez que le hemos traído como regalo, y también el espectacular set que hemos preparado para hacerle fotos, ante un lienzo de constelaciones y galaxias pintado por otro de nuestros dibujantes, Ulises Culebro.
«Espero que le guste. Si le parece bien, nos gustaría en primer lugar fotografiarle con este fondo cósmico», le explico. Su respuesta afirmativa, que tarda aproximadamente medio minuto llegar, es la primera palabra que nos transmite a través de los movimientos de sus mejillas: «Yes». La enfermera O'Brien, permanentemente pendiente de cada mínimo gesto de Hawking, empieza a peinarle con ímpetu y nos confirma la aprobación del astrofísico: «Adelante, no hay problema, le ha gustado mucho todo lo que habéis montado».
Mientras Hawking posa como un profesional para la sesión de fotos, levantando los ojos para mirar a la cámara y regalándonos sus mejores sonrisas, le pregunto a Nikky O' Brien si el profesor está disfrutando de su visita a Canarias. «¡Desde luego! Incluso ya ha probado las papas con mojo picón y le encantan», me asegura. A pesar de que su movilidad es cada vez más reducida, Hawking todavía puede masticar bien la comida y es un auténtico gourmet.
Teniendo en cuenta la importancia crucial del sofisticado sistema informático que utiliza el astrofísico para comunicarse, le pregunto a la enfermera de Hawking si entre su equipo de cuidadores hay alguien con conocimientos de informática, por si surge algún problema con su ordenador o el sintetizador de voz. «Pues la verdad es que no, y el ordenador se queda colgado de vez en cuando», me confiesa O'Brien. Sin embargo, si se produce una incidencia importante, la enfermera nos explica que un informático de Cambridge siempre puede entrar en el ordenador de Hawking mediante una conexión remota y resolver cualquier problema.

Tres palabras por minuto

(Imagen: CARLOS GARCÍA POZO / Edición: NACHO MORENO)
Con el sofisticado mecanismo que activa mediante el movimiento de sus mejillas, Hawking logra escribir una media de tres palabras por minuto. Por eso, para entrevistar al astrofísico británico, es una condición imprescindible enviarle las preguntas con antelación. De lo contrario, el diálogo se extendería durante muchas horas, e incluso días. En nuestro caso, le enviamos por correo electrónico un cuestionario de 10 preguntas a finales de agosto, tres semanas antes de que nos reuniéramos con él en Tenerife el pasado jueves.
Cuando termina la sesión de fotos, que Hawking ha soportado sin una sola queja, me acerco a él y le pregunto si podemos empezar nuestro diálogo. De inmediato, empieza a mover el cursor en la pantalla de su ordenador a través del sensor acoplado a sus gafas, y veo que lo coloca sobre un documento de Word en su escritorio que ha llamado «EL MONDO». Me hace gracia la pequeña errata en el nombre de nuestro periódico, y sobre todo me emociona la idea de que el infatigable explorador del cosmos haya dedicado unas cuantas horas de su tiempo a contestar a las preguntas que le hicimos llegar por e-mail.
Le pregunto en primer lugar si sigue creyendo, como dijo en el libro que le hizo mundialmente famoso, Historia del Tiempo, que algún día lograremos una «Teoría del Todo» para comprender las leyes que gobiernan el Universo, o si hay aspectos de la realidad en las que nunca podrá penetrar la mente humana. Su respuesta refleja una inquebrantable fe en el poder de la ciencia para desentrañar los misterios del cosmos: «Creo que sí conseguiremos entender el origen y la estructura del Universo. De hecho, ahora mismo ya estamos cerca de lograr este objetivo. En mi opinión, no hay ningún aspecto de la realidad fuera del alcance de la mente humana».

Ciencia 'versus' religión

En mi segunda pregunta, le pido que me aclare su postura sobre Dios y la religión, que ha generado un intenso debate entre sus lectores. Por un lado, al final de Historia del Tiempo, escribió que si algún día lográramos esa «Teoría del Todo», conoceríamos «la mente de Dios». Pero posteriormente en su polémico libro El gran diseño, afirmó que el Universo puede crearse «de la nada, por generación espontánea», y que la idea de de Dios «no es necesaria» para explicar su origen. Le pregunto, ante esta aparente contradicción, si cambió su opinión en este terreno, y si se considera agnóstico o ateo.
Su rotunda respuesta deja muy claro que aunque muchos han llegado a calificar como «un milagro» el hecho de que Hawking siga vivo, medio siglo después de que se le diagnosticara una enfermedad cuya esperanza de vida suele ser de un par de años, el astrofísico rechaza de plano todas las creencias religiosas: «En el pasado, antes de que entendiéramos la ciencia, era lógico creer que Dios creó el Universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente. Lo que quise decir cuando dije que conoceríamos 'la mente de Dios' era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de comprender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La religión cree en los milagros, pero éstos no son compatibles con la ciencia».
Antes de poder responder a cada pregunta, Hawking va seleccionando frases del archivo donde ha dejado preparadas sus respuestas y las vuelca en un programa llamado Speaker, que convierte textos escritos en frases que emite su sintetizador. El software que produce la famosa voz de Hawking es de los años 80, la época de la traqueotomía a la que tuvo que someterse le dejó definitivamente sin habla. En realidad, hoy existen programas más avanzados que suenan mucho menos robóticos, pero Hawking lleva ya tantos años utilizando esta voz, que se identifica plenamente con ella y no tiene ninguna intención de cambiarla.
En una ocasión incluso le preguntaron si no preferiría instalarse un sintetizador con un acento british, que se parecería mucho más a la voz original de un nativo de Oxford como él. Pero Hawking respondió con su inconfundible sentido del humor, que sin duda le ha ayudado a soportar tantos años una enfermedad tan cruel: «con el acento americano, tengo mucho más éxito con las mujeres».

La conquista de otros planetas

Tras dialogar sobre la religión, pasamos de lo divino a lo humano y le pregunto si cree que sigue mereciendo la pena invertir millones en enviar misiones con astronautas al espacio, o si le parece un despilfarro, como opinan muchos de sus colegas científicos. El astrofísico tiene muy claro que la conquista del cosmos debe continuar, no sólo porque «la exploración espacial ha impulsado y continuará impulsando grandes avances científicos y tecnológicos», sino porque puede representar un seguro de vida para la futura supervivencia de nuestra especie: «Podría evitar la desaparición de la Humanidad gracias a la colonización de otros planetas».
Tampoco puedo desaprovechar la incomparable oportunidad de poder dialogar en España con Hawking, para preguntarle sobre los recortes que ha sufrido el campo de la investigación científica en nuestro país en los últimos años. «¿Qué mensaje le mandaría al presidente del Gobierno español si le tuviera delante, sobre la importancia de invertir en ciencia?». El astrofísico, una vez más, demuestra que no se anda con medias tintas. Éste es su recado para Mariano Rajoy y toda la clase política de nuestro país: «España necesita licenciados con formación científica para garantizar su desarrollo económico. No se puede animar a los jóvenes a estudiar carreras científicas con recortes en el campo de la investigación».
El tiempo se nos acaba y la enfermera O'Brien empieza a hacerme la señal de la guillotina, pero veo en la pantalla de Hawking que aún tiene una respuesta más a una pregunta que le hice sobre cómo le gustaría que le recordaran las futuras generaciones. «Espero que se me recuerde por mi trabajo en el campo de la cosmología y los agujeros negros», me contesta antes de que empiecen a llevárselo sus enfermeras.

Me llama la atención que no dice absolutamente nada sobre el extraordinario ejemplo que ha dado con su vida, al demostrar hasta dónde puede llegar la capacidad de superación del ser humano ante la adversidad más cruel. Y mientras desaparece por los pasillos del hotel, me acuerdo de una de sus sentencias más inolvidables: «La Humanidad es tan insignificante si la comparamos con el Universo, que el hecho de ser un minusválido no tiene mucha importancia cósmica».

La generación ‘youtuber’ hace caja

Son como Cristiano Ronaldo o Messi pero en el planeta YouTube. Son chicos que apenas superan la veintena y que llevan nombres de guerra que suenan así: Vegetta 777, El Rubius, WillyRex, Wismichu, Celopan, TiparracoSA, TheDiamondMinecart o PewDiePie. Son un fenómeno de masas en ese mundo soterrado que es a veces Internet. Algunos, los menos, ganan millones; otros, cada vez más, son capaces de generar ingresos mensuales de entre 900 y 5.000 euros subiendo, con sus comentarios, bromas o análisis, vídeos caseros a YouTube. Es el fenómeno youtuber, un movimiento planetario que ya ha atraído la mirada de grandes productoras de televisión que ven en esta plataforma el mismo éxito que tuvieron los vídeos musicales en los pasados años ochenta.
Para cientos de miles de jóvenes la vida sucede en YouTube. Estos días, la plataforma atrae a más de 1.000 millones de visitantes al mes que dedican 6.000 millones de horas a ver vídeos. Solo en julio, según la consultora OpenSlate y la web especializada en la industria audiovisual Tubefilter, los cien canales más vistos de YouTube han crecido un 80% en visitas frente a idéntico mes del año pasado. La propia compañía, muy reacia a dar datos, afirma que “los ingresos de los partners [como llama a quienes generan negocio a través de ella] subieron un 60% entre 2012 y 2013”.
Quizá a estos jóvenes youtubers las cifras les suenen lejanas, pero saben que el negocio es real. “En España se puede ganar de 0,20 a 1,20 dólares [entre 0,15 y 0,93 euros] por cada 1.000 visionados”, apunta Pedro Ricote, director general de Boomerang Live, una productora especializada en este mundo. ¿Le parece poco? No cuando uno tiene millones de visitas. PewDiePie, el alter ego de Felix Kjellberg —un gameplayer sueco experto en comentar partidas de videojuegos— acumulaba en julio pasado, según OpenSlate, más de 5.544 millones de visionados, mientras que el español Vegetta 777 (Samuel de Luque) supera los 1.137 millones.
En España ya hay una treintena de estos creadores que son casi profesionales, y decenas esperando serlo. “Es verdad que da para vivir, pero tampoco se ganan las fortunas que la gente cree”, dice Jesús Casabón, quien se escode detrás de TiparracoSA. Tiene el mayor canal de bromas y cámaras ocultas del país (acumula cinco millones de visitas) y reconoce que “solo piensa en YouTube”.
Porque si algo define este oficio de youtuber es la obsesión. David Calvo (Celopan) sostiene que “no mira mucho el mañana”. Ha aparcado, con 18 años recién cumplidos, sus estudios de publicidad. Se la juega con su canal de gameplays, que acaba de superar los 500.000 suscriptores y los ocho millones de visionados. O sea, empieza a ser rentable.
Aunque esa ganancia es difícil precisarla. Básicamente porque los propios youtubers no sueltan prenda. Todos se escudan en un acuerdo de confidencialidad con la plataforma. Pero algunos medios, como The Richest, han trazado su ranking particular. Las mayores ganancias acumuladas (siete millones de dólares) se las lleva PewDiePie, le siguen Yogscast (6,7 millones), Smosh (5,7), DisneyCollectorBR (5) y Blue Collection (4,8). Todos extranjeros.
En España, Ismael Prego, 20 años, creador del canal Wismichu, lanza sus cálculos. “Si quieres vivir bien de esto necesitas 500.000 suscriptores; o sea, unos 100.000 visionados por mes”. Por ahora, él ya tiene 1,48 millones de fieles y suma 12 millones de visitas. Forma parte de la élite nacional. Allí donde hacen negocio y fama (datos a jueves pasado) El Rubius (8,35 millones de suscriptores), Vegetta 777 (6,9), WillyRex (4,2 millones), JPelirrojo, (502.772), YellowMelloMG (472.814) y Loulogio (444.685).
Pero sería injusto contar la historia de los youtubers solo con números, porque también habla, y mucho, de creatividad, trabajo (algunos chicos dedican 12 horas al día a su canal) y talento para conectar con una audiencia que tiene entre 15 y 21 años. Son voces de una nueva generación. Un tiempo diferente que “salta las barreras convencionales”, según Leandro Pérez, organizador de iRedes, un encuentro internacional de redes sociales. “Antes los niños querían ser futbolistas, ahorayoutubers”, asegura, tal vez exagerando, Pedro Ricote. Hay cierto poso de realidad. Héctor Zamarriego es el creador del canalHectoreshector (400.000 suscripciones y 25 millones de visitas). Ha construido su plataforma entrevistando a otros youtubers. Empezó en 2011 analizando videojuegos y más tarde encontró su lenguaje. “No sabemos cuánto va a durar esto. Tal vez sea algo temporal, como lo fue Terra frente a Google”, narra este estudiante de 2º curso de Comunicación Audiovisual. “Aun así, cada vez tengo más ganas de colgar vídeos”.
Sobre esa pasión, infinidad de empresas han visto el negocio de utilizar a estos chicos como prescriptores de marca. De hecho, muchas compañías de videojuegos que antes no querían asociar su producto a los youtubers —por el riesgo de perder el control de los mensajes— ahora les persiguen. “A nuestros consumidores les gusta el mundo digital, por eso las campañas y experiencias de marca tienen una fuerte presencia en ese entorno”, explica un portavoz de Nike. El enganche es fuerte. Luis Regalado, 16 años y en 4º de ESO, cuenta que en verano dedica cuatro o cinco horas al día a seguir a El Rubius, WillyRex, Vegetta 777 o Puncho Deistar, algunos de sus youtubersfavoritos. Y en Reyes, asegura, pedirá una capturadora de PlayStation para crear su propio espacio. “Es un fenómeno brutal que, con algunos cambios, se sostendrá a largo plazo”, augura Cristina Bonaga, country manager en España de la productora Divimove, que representa a conocidos youtubers.
Por ahora, la industria toma posiciones. Disney ha pagado 950 millones de dólares (unos 733 millones de euros) por la estadounidense Maker Studios, una de las principales redes que agrupa canales de youtubers. Y la californiana Fullscreen —tiene más de 40.000 espacios de YouTube— es una pieza más que tentadora para las corporaciones. En EE UU se vive una fiebre en busca de talento para la plataforma. Por eso los españoles WillyRex y Vegetta 777 se han ido a vivir juntos a Los Ángeles en busca de fortuna.

Burritos que desafían a la hamburguesa

“No soy un adicto. Solo los como todos los días”. El eslogan partido por un burrito podría decirlo cualquier joven que hace cola en el último local abierto por Chipotle en la zona alta de Manhattan, un barrio donde se pueden encontrar de los mejores sitios para comer de toda la ciudad de Nueva York. La compañía de comida mexicana no para de crecer, pese a las dificultades por las que atraviesa las otras grandes cadenas de restaurantes en Estados Unidos.
Chipotle es una cadena de comida fast-casual. Es el término que utiliza para distinguirse de los restaurantes de comida rápida, como McDonald’s y Burger King. Los jóvenes estadounidenses acuden en masa a estos locales de comida mexicana buscando una opción más saludable a la hamburguesa. Pero también, porque por su formato pueden confeccionar el plato a su gusto.
La cadena gestiona 1.680 restaurantes, que en el primer semestre le generaron unos ingresos por valor de 1.950 millones de dólares (1.500 millones de euros). El grueso de las operaciones se concentran en EE UU. También tienen algunos locales a modo de prueba en Canadá, Reino Unido, Alemania y Francia, que son la cabecera de playa de una posible expansión internacional a la que no son ajenas España e Italia.
El beneficio de la sociedad fue de 195 millones, un 18% de incremento en un año. Es pequeña cuando se compara con los grandes de la industria. Pero está marcando tendencia. Chipotle abrió su primer restaurante hace dos décadas en Denver (Colorado). Con el paso del tiempo creó una nueva categoría en esta competitiva industria. La idea es servir un producto que se asemeje lo más posible al de los restaurantes convencionales, aunque con la rapidez de un fast food.
Steve Ells fundó la compañía con 85.000 dólares que le prestó su padre. De niño, cuenta, le gustaba ver en televisión el programa de cocina de Julia Child y Graham Kerr. Se formó después en el Culinary Institute of America y trabajó por primera vez en un restaurante en San Francisco. Pero la idea de su propio negocio le llegó de una popular taquería que había junto a su casa.

‘Fast casual’

  • Technomic Information Services define ‘fast casual’ a los establecimientos que cumplen los siguientes criterios:
  1.  Tienen auto-servicio o un servicio muy limitado.
  2.  El precio medio está entre 8 y 15 dólares.
  3. Los sabores son más complejos que los ‘fast-food’.
  4. La decoración es más exquisita y elaborada.
  5. A menudo no tiene servicio ‘drive-thru’.
  • Otras fuentes añaden que deben tener un menú con una amplia oferta de ingredientes caseros y productos saludables.
  • La creación del término ‘fast casual’ se disputa entre el fundador de FastCasual.com Paul Barron y el expresidente de la cadena mexicana ZuZu, Horatio Lonsdale-Manos, entre mediados y finales de los noventa. El concepto no llegó a ser popular finales de la década de 2000 y comienzos de 2010. La crisis de 2007 disparó las ventas de estos locales en el segmento de población entre 18 y 35 años.
Cinco años después, el gigante McDonald’s se convertiría en el principal socio e inversor de Ells. Entonces Chipotle contaba solo con 16 restaurantes, todos localizados en Colorado. El paraguas, pero sobre todo la liquidez de la cadena de hamburgueserías, dieron soporte a su expansión por todo el país. Cuando la cadena de los arcos dorados se apartó de Chipotle y la sacó a Bolsa como empresa independiente tenía ya más de 500 locales.
Chipotle tiene una capitalización bursátil de 20.260 millones de dólares. Sus títulos se revalorizan un 25% en los que va de año. El pasado jueves las acciones cotizaban a un precio de 653 dólares, aunque llegaron a rozar los 700 dólares hace un mes. Pero si lo que se toma referencia es el precio de la oferta en el estreno bursátil en febrero de 2006, la revalorización es del 3.000%. En el caso de McDonald’s lo hicieron solo un 160%.
Las ventas de la cadena, que mantiene su sede en Denver, siguen aumentando en EE UU, todo un desafío al estancamiento que se vive en todo el sector. Los analistas de Wall Street esperan un crecimiento del 15% en el trimestre en curso, aunque firmas como Cleveland Research lo elevan al 20%. Y lo está consiguiendo, además, después de haber elevado recientemente el precio del menú un 6,5%.
Ells hizo un cálculo con su padre cuando pensaron abrir. Le bastaba con vender un centenar de burritos al día para ser rentable. En el primer mes superó el millar. Ahora cada restaurante genera ventas anuales de 2,1 millones, más del doble que su rival Southwestern Grill y Moe’s. El último incremento de precios puede aportarle más de 100.000 dólares en ingresos por local.
La cifra de negocio de la compañía es en este momento un 30% más alta que la de hace un año, cuando se comparan los resultados del segundo trimestre. Otro signo de su sólido ritmo de crecimiento es que para el conjunto del ejercicio 2014 espera abrir 195 nuevos locales. Lo que le diferencia de McDonald’s y Burger King es que todos los establecimientos son de su propiedad.
Chipotle ofrece también servicio de catering en algunos de sus locales y a finales del pasado año anunció que estaba operando ya sus primeras pizzerías en el área metropolitana de Denver. Hace tres años también llevó el concepto de fast-casual a la comida asiática, con un restaurante conocido como ShopHouse Southeast en Washington, que está aún en fase de desarrollo.
Ells decía recientemente ante los analistas que la respuesta de los clientes a ShopHouse le recuerda mucho a la experiencia que vivió cuando abrió el primer Chipotle. Pero lo que interesa ahora a los inversores, más allá de probar en nuevos mercados, es el plan de expansión internacional de la cadena de comida mexicana, sobre todo cuando ven el rendimiento de la acción.
Chipotle se prepara para duplicar su tamaño en unos años en EE UU puesto que la expansión internacional está siendo muy lenta. En este momento están tratando de crear más la marca para poder presentarse como una alternativa a Taco Bell. Los analistas opinan que hay oportunidad clara para que Chipotle crezca fuera de EE UU, algo que podría empezar a tomar cuerpo en los próximos años pese a que las ventas de los locales en Europa no muestren ese potencial. En Londres, por ejemplo, no terminan de acostumbrarse al enorme tamaño de los burritos cuatro años después de su desembarco y la marca no es muy conocida.
En Canadá, sin embargo, las cosas progresan mucho mejor mientras que en Francia y Alemana es pronto para poder valorar porque su llegada es más reciente. Ells prefiere verlos como unos mercados en desarrollo, que llevará tiempo crear. Su estrategia es hacer crecer el negocio de una manera orgánica, para poder formar a su propio personal con calma en cada local.

PARTIDOS DE LA JORNADA

Fútbol. Inglaterra. Premier LeagueLeicester City – Manchester Utd
21 de septiembre a 14:30
(Premier League)


Fútbol. Inglaterra. Premier LeagueTottenham – West Bromwich
21 de septiembre a 14:30
(Premier League)


Fútbol. Países Bajos. EredivisieFeyenoord – Ajax
21 de septiembre a 14:30
(Eredivisie)


Fútbol. Países Bajos. EredivisiePSV Eindhoven – Cambuur
21 de septiembre a 14:30
(Eredivisie)


Fútbol. Italia. Serie AUdinese – Napoles
21 de septiembre a 15:00
(Serie A)


Fútbol. Italia. Serie AGenova – Lazio
21 de septiembre a 15:00
(Serie A)


Fútbol. Italia. Serie ARoma – Cagliari 
21 de septiembre a 15:00
(Serie A)


Fútbol. Italia. Serie AAtalanta – Fiorentina
21 de septiembre a 15:00
(Serie A)


Fútbol. Italia. Serie ASassuolo – Sampdoria
21 de septiembre a 15:00
(Serie A)


Fútbol. Alemania. BundesligaWolfsburgo – Leverkusen
21 de septiembre a 15:30
(Bundesliga)


Fútbol. Inglaterra. Premier LeagueManchester City – Chelsea
21 de septiembre a 17:00
(Premier League)


Fútbol. España. Primera DivisiónVillarreal – Rayo Vallecano
21 de septiembre a 17:00
(Primera División)


Fútbol. Alemania. BundesligaColonia – Moenchengladbach
21 de septiembre a 17:30
(Bundesliga)


Fútbol. España. Primera DivisiónCordoba – Sevilla
21 de septiembre a 19:00
(Primera División)


Fútbol. Italia. Serie APalermo – Inter Milan
21 de septiembre a 20:45
(Serie A)


Fútbol. España. Primera DivisiónLevante – Barcelona
21 de septiembre a 21:00
(Primera División)


Fútbol. Francia. Ligue 1PSG – Lyon

21 de septiembre a 21:00
(Ligue 1)