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viernes, 14 de mayo de 2010

Portugal se suma al ajuste con una subida general de impuestos

Un día después del ajuste draconiano en España, el Gobierno portugués que preside José Sócrates (socialista) anunció ayer un aumento generalizado de impuestos y un recorte drástico del gasto, para ahorrar 2.100 millones de euros y reducir este año el déficit público al 7,3% del PIB, por debajo del 8,3% previsto inicialmente por el Ejecutivo. El compromiso es que las medidas tengan una duración de un año y medio, hasta finales de 2011.

A diferencia de su vecino ibérico, el plan portugués cuenta con el aval del Partido Social Demócrata (conservador), principal fuerza política de la oposición. El primer ministro Sócrates y el líder opositor Pedro Passos Coelho, sellaron el acuerdo en una reunión de 75 minutos celebrada durante la mañana en el palacio de São Bento.

El jefe de Gobierno aseguró que el objetivo de las medidas adicionales al Plan de Estabilidad y Crecimiento, presentado recientemente a Bruselas, es lograr a finales de 2010 una reducción del déficit público del 9,3% actual al 7,3%. Son medidas, dijo, que permitirán al Gobierno asumir un nuevo objetivo para finales de 2011 y lograr rebajar el déficit hasta el 4,6%. El techo establecido por Bruselas para 2013 es del 3%.

En cuanto a los impuestos, el IVA registrará un aumento del 1% en todos los escalones. El tipo normal pasará del 20% al 21%. El impuesto de rendimiento de las personas físicas se incrementará el 1% para los trabajadores con salarios hasta 2.375 euros mensuales y el 1,5% a los que estén por encima de dicho valor. Sócrates anunció, asimismo, un impuesto adicional del 2,5% a las grandes empresas y a la banca, y recordó los gravámenes que fueron introducidos en el PEC, como el de las plusvalías (45% para los ingresos más elevados), y la introducción de peaje en autopistas gratuitas. Por último, el impuesto sobre el capital aumentará el 1,5% para los tipos de interés de los depósitos a plazo, que afectará también a los dividendos.

En el capítulo del gasto, donde el Gobierno pretende ahorrar 1.100 millones de euros, el recorte será de 270 millones de euros en las indemnizaciones compensatorias a las empresas públicas, de 100 millones en las transferencias del Estado a los Ayuntamientos, y rebajará en un 5% los salarios de ministros, diputados, alcaldes, gestores públicos y reguladores.

Sócrates calificó de "simbólica" esta reducción de los ingresos de los políticos y reconoció haberla incluido en el plan de ajuste a petición del líder de la oposición conservadora, aunque dijo no creer en las medidas simbólicas. Passos Coelho subrayó, por su parte, que "el simbolismo en política es esencial" y defendió que los políticos prediquen con el ejemplo.

Los dos dirigentes hablaron por separado y defendieron el impopular plan de ajuste ante la gravedad de la situación que enfrenta Portugal. "Si no tomáramos estas medidas, la financiación de nuestra economía no estaría asegurada", dijo Sócrates. Horas después Passos Coelho se dirigió al país y empezó pidiendo disculpas "por apoyar al Gobierno en sus medidas, porque son duras para los portugueses y para el país", pero, añadió, ante una "situación de emergencia nacional", "no es momento de pedir responsabilidades, sino de dar una solución al país".

Sócrates admitió haber negado hace pocos días un aumento de impuestos. "Creía que era posible. Era nuestro plan inicial", dijo. "Pero el mundo cambió en los últimos 15 días por el ataque especulativo contra las economías de la zona euro. Por eso tenemos que responder". El primer ministro insistió en presentar el plan de ajuste como un conjunto de "medidas indispensables y necesarias para la defensa y credibilidad de la economía, y defender toda la zona euro". Y pidió "un esfuerzo adicional y colectivo" a los portugueses, "un esfuerzo equitativo justamente distribuido entre los portugueses y entre el Estado y la sociedad".

Le avala en este empeño el nuevo líder del principal partido de la oposición, que anunció la inmediata presentación en el Parlamento de una proposición para una vigilancia independiente que siga mensualmente el nivel de endeudamiento e inversión de las empresas públicas. El Gobierno socialista, sin mayoría en la Asamblea de la República, no habría podido aprobar el plan de austeridad sin el apoyo del PSD. El resto de partidos, a izquierda y derecha, rechazan de forma unánime las medidas gubernamentales. Los sindicatos anuncian movilizaciones contra el paquete de austeridad del Gobierno.


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