El Papa ha dicho hoy que el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo son contrarios al "bien común" y ha defendido las iniciativas para proteger la vida desde la concepción y la familia, "basada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer".
Benedicto XVI, de visita a Portugal, ha hecho estas manifestaciones en el discurso que ha dirigido a las asociaciones católicas dedicadas a la pastoral social, con las que se ha reunido esta tarde en la iglesia de la Santísima Trinidad de Fátima tras la misa que ha celebrado en la explanada del santuario luso, a la que han asistido más de medio millón de personas.
"Las iniciativas que tienen el objetivo de tutelar los valores esenciales y primarios de la vida, desde su concepción, y de la familia, basada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, ayudan a responder a algunos de los más insidiosos y peligrosos desafíos que hoy se oponen al bien común", ha dicho el Papa. Y ha agregado que esas iniciativas constituyen "elementos esenciales para la construcción de la civilización del amor".
Benedicto XVI ha expresado su "más profundo aprecio" a todos aquellos proyectos pastorales y sociales "que intentan luchar contra los mecanismos socio-económicos y culturales que llevan al aborto y que defienden la vida y la reconciliación y curación de las personas heridas por el drama del aborto".
Durante la misa de esta mañana en el santuario de Fátima para conmemorar el 13 de mayo de 1917, día en el que la tradición católica atribuye una primera visión de la Virgen a tres niños pastores, el Pontífice ha dicho que "se equivocan" quienes piensan que el mensaje de la Virgen "ha terminado", ya que aquí -ha asegurado- "permanece el proyecto de Dios para el hombre y, aunque éste ha intentado desencadenar un ciclo de muertes y terror, no lo ha conseguido". Benedicto XVI ha declarado que ya en las Sagradas Escrituras aparece que Dios busca "justos" para salvar "la ciudad de los hombres" y que lo mismo hizo aquí, en Fátima, donde la Virgen preguntó a los niños que "si querían ofrecerse a Dios para soportar todos los sufrimientos que les mandase para reparar los pecados con los que se ofende a su Hijo".
Según la Iglesia, la profecía de Fátima está dividida en tres partes y fue revelada por la Virgen a Lucía, Jacinta y Francisco en 1917 durante las apariciones del 13 de mayo, 13 de julio y 13 de octubre. Lucía se encargó de redactarla y decidió revelar sólo las dos primeras partes. La primera vaticinaba la muerte prematura de Jacinta y Francisco (que eran hermanos y primos de Lucía) y la segunda aludía a la visión aterradora del infierno, al final de la Primera Guerra Mundial y al estallido de la Segunda, y predecía la conversión de Rusia y el fin del comunismo. La tercera fue desvelada en el año 2000 y, según el Vaticano, se refería al atentado que sufrió Juan Pablo II en 1981 y a la lucha del comunismo contra la Iglesia.
Benedicto XVI dijo el pasado martes, de camino a Portugal, que la "novedad" que se puede descubrir ahora, diez años después de su publicación, es que el mensaje es para todo el mundo, para todos los papas, tiene una validez eterna y se refiere los sufrimientos de la Iglesia en todos los tiempos.
Mañana es la última jornada del viaje de cuatro días del Papa a Portugal. Se trasladará a Oporto, donde celebrará otra misa antes de partir hacia Roma.
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