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martes, 12 de abril de 2011

Un 'Jack el Destripador' en Long Island

De nuevo la realidad parece superar a la ficción. El que ya se conoce como el 'Asesino de Long Island', que mantiene desde hace semanas a la policía de Nueva York en jaque tras hallarse los restos de 12 personas, podría ser un ex policía o un funcionario conocedor de las técnicas forenses, según los investigadores.

Ya son 12 los cadáveres encontrados entre ellos el de varias prostitutas y el de un niño de 18 meses en la isla de Craiglist en el estado de Nueva York. 12 víctimas enterradas cuidadosamente en la playa, sin prácticamente pistas y que han llevado a la policía a pensar que el asesino tiene conocimientos más que suficientes de las técnicas de investigación y de aplicación de la ley.

En EEUU ya tiene sus comparaciones. Por un lado, los que le señalan como el nuevo 'Jack el Destripador', el famoso asesino en serie que estrangulaba, degollaba y mutilaba a prostitutas.

Y por otro los que le comparan con el asesino más televisivo de los últimos tiempos: 'Dexter', protagonizado por Michael C. Hall, que interpreta a un escrupuloso asesino en serie que trabaja en el departamento de la policía de Miami y que conoce todos los secretos de la ley. La única diferencia es que Dexter sólo mata al que ha matado antes.

"El asesino podría ser un agente de la ley, podría ser un funcionario, podría ser un inspector, podría ser un cartero... o cualquier persona que conozca la zona y las técnicas bastante bien", asegura Wally Zeins, ex policía de Nueva York.

La policía encontró los cadáveres en el marco de la búsqueda de Shannan Gilbert, una prostituta de 24 años, cuyo paradero se desconoce desde el pasado mes de mayo. En diciembre se encontraron los restos de cuatro prostitutas metidos en bolsas, a principios de abril el de cuatro más y esta semana los restos que parecen ser de otra mujer y de un niño. Todos ellos en un radio de tan sólo 5 kilómetros.

Hasta el momento, cuatro mujeres han sido identificadas, incluyendo Amber Lynn Costello, de 27 años; Megan Waterman, de 22; Maureen Brainard-Barnes, de 28 años, y Melissa Barthelemy, de 24.

Nuevos datos de la investigación revelan que la policía sospecha que el asesino realizó varias llamadas burlándose de sus crímenes a la hermana de una de las víctimas. Las llamadas fueron realizadas desde zonas muy pobladas como Penn Station, donde incluso la policía fue capaces de rastrear la señal del teléfono móvil desde el que se realizó.

"La persona que llama se mantiene al teléfono menos de tres minutos lo que indica que sabe que la policía necesita de tres a cinco minutos para rastrear la llamada", explicó el ex detective de homicidios Rod Wheeler.

Una de las pocas pistas con las que cuenta la policía, es precisamente la víctima que abrió el caso y de la que aún no se tiene pistas: Shannan Gilbert. Gilbert, una prostituta de 24 años, fue vista por última vez el 1 de mayo del año pasado en una zona residencial no muy lejos de donde han aparecido el resto de cuerpos.

Ella logró llegar a una casa y pedir ayuda seguramente cuando su asesino la acechaba, pero cuando el dueño de la casa llamó a la policía ella desapareció. Desde entonces nadie ha visto a Gilbert.

Según uno de los investigadores el comportamiento del asesino es muy organizado. El asesino es una persona que probablemente planeé de forma metódica sus crímenes y probablemente tenga un nivel de inteligencia por encima de la media. Al parecer, el asesino atrae a las víctimas y las mata en un lugar distinto al que después abandona el cuerpo.

Un comportamiento que hace pensar que se trata de un hombre sociable con una vida aparentemente normal que ante su familia y amigos se comporta como cualquier persona.

Si se confirma la hipótesis del asesino, se trataría del tercer caso en la región en los últimos 20 años. El récord pertenece a un hombre de 52 años, Joel Rifkin, condenado a cadena perpetua por el asesinato de nueve mujeres, en su mayoría prostitutas, entre 1989 y 1993. La policía sospecha que en realidad mató a 17 mujeres.

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