Minsk, 12 abr (PL) A 12 aumentó hoy el número de muertos, tras la explosión ocurrida en la intercepción entre las estaciones capitalinas de Oktiaberskaya y Kupolovskaya, mientras el servicio de seguridad belaruso busca al posible ejecutor del atentado.
Las autoridades de Salud indicaron que un total de 149 personas debieron recibir atención médica, de ellas 22 se encuentran en estado muy grave y 30 en estado grave, la mayoría con afectaciones en las extremidades inferiores y el pecho.
De acuerdo con la dirección del Comité de Seguridad del Estado (KGB), se determinaron las características de un posible realizador del bombazo, ocurrido cerca de las siete de la noche (hora local) de ayer, en el momento de mayor flujo de personas en esta ciudad.
El coronel retirado del KGB Valeri Kostko indicó a la prensa que era poco probable alguna motivación religiosa o nacionalista en esa acción violenta y culpó a quienes pudieran buscar la desestabilización del país, aunque tampoco consideró que pueda ser la oposición.
Los belarrusos amanecieron esta jornada en duelo nacional, mientras la línea del metro donde se registró la detonación se mantiene sin funcionar y en la zona del atentado trabajan investigadores de la fiscalía, la policía y el KGB. Para suplir la paralización de una de las dos líneas del metro capitalino la alcaldía de Minsk puso en funcionamiento una flota de ómnibus adicionales que cubre un tramo similar al del subterráneo.
La víspera el presidente belaruso, Alexander Lukashenko, admitió que su gobierno era el principal responsable del fracaso para impedir el atentado y consideró que era imprescindible la ayuda de todos los ciudadanos para determinar a los ejecutores.
Las autoridades de Salud indicaron que un total de 149 personas debieron recibir atención médica, de ellas 22 se encuentran en estado muy grave y 30 en estado grave, la mayoría con afectaciones en las extremidades inferiores y el pecho.
De acuerdo con la dirección del Comité de Seguridad del Estado (KGB), se determinaron las características de un posible realizador del bombazo, ocurrido cerca de las siete de la noche (hora local) de ayer, en el momento de mayor flujo de personas en esta ciudad.
El coronel retirado del KGB Valeri Kostko indicó a la prensa que era poco probable alguna motivación religiosa o nacionalista en esa acción violenta y culpó a quienes pudieran buscar la desestabilización del país, aunque tampoco consideró que pueda ser la oposición.
Los belarrusos amanecieron esta jornada en duelo nacional, mientras la línea del metro donde se registró la detonación se mantiene sin funcionar y en la zona del atentado trabajan investigadores de la fiscalía, la policía y el KGB. Para suplir la paralización de una de las dos líneas del metro capitalino la alcaldía de Minsk puso en funcionamiento una flota de ómnibus adicionales que cubre un tramo similar al del subterráneo.
La víspera el presidente belaruso, Alexander Lukashenko, admitió que su gobierno era el principal responsable del fracaso para impedir el atentado y consideró que era imprescindible la ayuda de todos los ciudadanos para determinar a los ejecutores.
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