Lima, 10 mar (PL) Reproches políticos y sociales recibió el presidente de Perú, Alan García por haber intentado minimizar o justificar un estallido de violencia en el que una operación policial dejó 33 uniformados y civiles muertos.
Tanto el candidato presidencial nacionalista, Ollanta Humala, como el presidente de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), Alberto Pisango, fustigaron un comentario del gobernante sobre el tema, hecho en una reciente entrevista.
Humala señaló que más importante que el petróleo, el oro, la plata, el cobre y las inversiones privadas es la vida de las personas, al rechazar la afirmación de García, de que en cinco años de Gobierno es inevitable que haya muertes sobre todo si los caídos están fuera de la ley.
Se refirió así a los sucesos de Bagua, en el norte de la Amazonía peruana, donde la represión policial contra indígenas que bloqueaban una carretera terminó con 23 agentes y 10 civiles muertos y un uniformado desaparecido.
Humala agregó que son injustificables las muertes de quienes protestaban por una reivindicación totalmente justa y atendible (el derecho a ser consultados sobre concesiones mineras y petroleras en sus territorios) y consideró inceptable que el Gobierno ordene disparar contra la gente.
Señaló que el Gobierno ha ignorado las demandas de los indígenas y campesinos, y ha preferido entenderse solo con los inversionistas privados, lo que determina que haya más de 250 conflictos sociales en el país.
Tras comprometerse a solucionar esos conflictos con el diálogo, planteó la recuperación de la propiedad de los recursos naturales en manos de transnacionales que no comparten sus beneficios con Perú.
Por su parte, el dirigente Pizango, que dirigió la vasta protesta amazónica de 2009, calificó de falsa la afirmación de García de que los hechos de Bagua se debieron a que los indígenas no acataron las leyes.
Recordó que las investigaciones del caso estabecieron que la Policía actuó armada con fusiles automáticos, arma de combate, lo que desató la matanza.
Tanto el candidato presidencial nacionalista, Ollanta Humala, como el presidente de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), Alberto Pisango, fustigaron un comentario del gobernante sobre el tema, hecho en una reciente entrevista.
Humala señaló que más importante que el petróleo, el oro, la plata, el cobre y las inversiones privadas es la vida de las personas, al rechazar la afirmación de García, de que en cinco años de Gobierno es inevitable que haya muertes sobre todo si los caídos están fuera de la ley.
Se refirió así a los sucesos de Bagua, en el norte de la Amazonía peruana, donde la represión policial contra indígenas que bloqueaban una carretera terminó con 23 agentes y 10 civiles muertos y un uniformado desaparecido.
Humala agregó que son injustificables las muertes de quienes protestaban por una reivindicación totalmente justa y atendible (el derecho a ser consultados sobre concesiones mineras y petroleras en sus territorios) y consideró inceptable que el Gobierno ordene disparar contra la gente.
Señaló que el Gobierno ha ignorado las demandas de los indígenas y campesinos, y ha preferido entenderse solo con los inversionistas privados, lo que determina que haya más de 250 conflictos sociales en el país.
Tras comprometerse a solucionar esos conflictos con el diálogo, planteó la recuperación de la propiedad de los recursos naturales en manos de transnacionales que no comparten sus beneficios con Perú.
Por su parte, el dirigente Pizango, que dirigió la vasta protesta amazónica de 2009, calificó de falsa la afirmación de García de que los hechos de Bagua se debieron a que los indígenas no acataron las leyes.
Recordó que las investigaciones del caso estabecieron que la Policía actuó armada con fusiles automáticos, arma de combate, lo que desató la matanza.
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