El Gobierno de la provincia de Buenos Aires intervino este lunes una comisaría y puso a disposición judicial a 15 policías en el marco de una causa que investiga la muerte de dos jóvenes durante un enfrentamiento entre agentes y vecinos de un barrio de chabolas que intentaron asaltar un tren de carga.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dijo a la agencia estatal Télam que el jefe de la Policía de ese distrito, Juan Carlos Paggi, se reunirá este martes con las familias de las víctimas, Franco Almirón y Mauricio Ramos, ambos de 16 años.
Los dos adolescentes murieron el jueves pasado después de que un tren descarrilara en la localidad bonaerense de José León Suárez y de que la policía se enfrentara con delincuentes que intentaron asaltar la formación.
Los resultados de las autopsias revelaron que las dos víctimas presentaban impactos de balas disparadas con escopetas de la policía, al parecer desde corta distancia, según fuentes judiciales.
El fiscal Marcelo Sendot tomó declaración a unos 50 testigos en su intento de determinar cómo fue la actuación policial y si el tren descarriló por el mal estado de las vías o porque los delincuentes bloquearon su paso intencionalmente.
La mayoría de los testigos criticó la represión de los policías de la comisaría de José León Suárez, pero también admitió excesos por parte de la banda que maneja el asentamiento precario situado en esa zona de la periferia de Buenos Aires.
El fiscal también busca determinar si los adolescentes asesinados tenían armas en su poder, después de que uno de los testigos negara esa información y señalara que en el momento de los enfrentamientos recogían cartones para vender.
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