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sábado, 29 de enero de 2011

Los egipcios a Mubarak: 'Vete'


El discurso de anoche del presidente egipcio, Hosni Mubarak, no ha logrado calmar los ánimos de sus compatriotas. Los egipcios se han vuelto a echar a la calle en El Cairo, una ciudad que se ha despertado con los restos de la batalla campal de ayer.

En las calles de la capital egipcia se vive un estallido popular y miles de egipcios opositores al régimen han 'tomado' la plaza de Tahrir, epicentro de las protestas. Los manifestantes van ganando fuerza y esta misma mañana, un oficial ha asegurado que el Ejército les apoya. "El Ejército está con vosotros para derrocar a Mubarak. Lo habéis hecho y lo volveréis hacer. Todo Egipto está unido", ha asegurado el militar a través de un megáfono. Mientras tanto, los ciudadanos corean gritos de: "¡Abajo faraón Mubarak!".

Ahmed Ibrahim, uno de los manifestantes, ha asegurado a ELMUNDO.es: 'La gente ha abandonado sus casas y viene hacia la plaza. Le pedimos, por favor, a Mubarak que renuncie y se vaya a Arabia Saudí. Nunca volverás a ser nuestro presidente'.

En la calle, hay gente de todos los estratos sociales que corea gritos contra el presidente egipcio. Algunos, como una mujer que va cubierta por el niqab, portan pancartas con un mensaje muy directo hacia el presidente: 'Vete'.

"Esta es la última noche de Mubarak en Egipto", sentenció Tarek Mahmud, dentista, que añadió: "Nadie en Egipto quiere que Mubarak siga en el poder, queremos cambio y lo queremos rápido, Egipto tiene que poder pensar y hablar por si mismo".

A su lado, su amigo Ahmed Mohamed Jalid descansaba la pierna enyesada sobre el césped y mostraba su satisfacción por la presencia del Ejército en las calles de la capital: "La lealtad del Ejército es para con la gente, no hacia Mubarak", apostilló.

Un soldado besa a un ciudadano, en las calles de El Cairo. | Afp

Un soldado besa a un ciudadano, en las calles de El Cairo. | Afp

Mientras tanto, el Gobierno egipcio encabezado por Ahmed Nazif ha presentado su renuncia tras anunciarlo anoche Mubarak. Además, el toque de queda en las principales ciudades de Egipto ha sido ampliado hoy. La prohibición de circular regirá a partir de ahora desde las 16.00 hora local (una hora menos en España) hasta las 8.00 horas.

Tras la convulsa jornada de protestas del viernes, con, al menos, medio centenar de muertos, la situación en Egipto continúa siendo tensa: la Policía que custodia el Parlamento ha hecho varios disparos al aire para intentar dispersar a un grupo de personas que pretendía irrumpir en el complejo, mientras han proseguido los saqueos en El Cairo.

Carros blindados incendiados, calles cortadas y la sede del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), devorado por las llamas por un incendio que estalló durante las protestas, como señal de la clara descomposición del régimen que se vive desde las últimas horas.

En la capital, las protestas han continuado tras el vencimiento del toque de queda nocturno, con las calles tomadas por los militares.

Un grupo de violentos atacó en la noche del viernes varios hoteles, provocando destrozos, entre ellos el conocido hotel Ramses. Varios testigos aseguraron que un grupo de radicales asaltó un hotel de camino a las pirámides de Giza, provocando un enfrentamiento con turistas y destrozando varios negocios cercanos y un restaurante.

En dos barrios de la capital, fueron liberados varios presos durante el asalto a las dependencias de la policía.

Mubarak dice que siempre ha estado con la gente

En numerosos cruces y delante de los edificios del Gobierno, hay apostados automóviles blindados y tanques del Ejército. El Ejército está impidiendo el acceso a la plaza de Tahir, epicentro de las protestas, mientras que la Policía apenas tiene presencia en las calles.

Tras permanecer varios días en silencio, Mubarak compareció anoche para lanzar un mensaje a la nación y aseguró que él siempre ha estado "muy cerca de las peticiones de la gente" y que respeta lo que "los manifestantes piden".

Pero a pesar de las revueltas, el presidente egipcio ha decidido que no va a dimitir, sino que va a cesar a todo su Ejecutivo y nombrar a un nuevo Gobierno este mismo sábado por la mañana.

Mubarak ha lamentado la pérdida de "vidas de inocentes" durante las revueltas, más de medio centenar en todo el país, según el último balance. Pero ha pedido a los egipcios que no se dejen llevar por los "malos ejemplos dados por algunos", porque "hay una fina línea entre la libertad y el caos".

Con la intención de calmar la situación, Mubarak ha anunciado que se van a tomar nuevas medidas económicas para reducir el desempleo y mejorar la Sanidad y la Educación.

Ni el toque de queda ni la promesa del presidente de cambiar el Gobierno han sacado a los egipcios de las calles ni acallado su clamor para que haya un cambio total del régimen que está vigente desde hace 30 años.

El país vive un momento decisivo, pendiente de si Mubarak presenta su dimisión. "El momento más importante para Egipto viene ahora", reflexionó Jalid, que, afirmó con resolución: "Nos quedaremos aquí hasta que Mubarak se vaya".

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