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viernes, 23 de abril de 2010

El Papa acepta la dimisión de otro obispo irlandés por nuevo escándalo de abusos

La renuncia del obispo irlandés de Kildare y Leighlin, James Moriarty, fue aceptada por el Pontífice, según la norma canónica que autoriza el retiro por "enfermedad" o por "otras razones graves", precisó el comunicado emitido por la oficina de prensa del Vaticano.

Monseñor Moriarty, de 73 años, fue entre 1991 y 2002 obispo auxiliar de Dublín, diócesis en la que cientos de niños sufrieron abusos sexuales por parte del clero durante décadas.

El obispo, que presentó su renuncia el 23 de diciembre, pidió este jueves perdón a las víctimas y a sus familias, y reconoció errores.

"Una vez más, acepto que desde la época en que me convertí en obispo auxiliar, debería haber cuestionado la cultura imperante" de ocultación, declaró monseñor Moriarty en un comunicado.

"La verdad es que la larga lucha de los supervivientes para ser escuchados y respetados por las autoridades ha revelado una cultura dentro de la Iglesia que muchos describirían simplemente como no cristiana", agregó.

Un informe publicado en noviembre tras tres años de investigaciones reveló que los responsables de la archidiócesis de Dublín encubrieron abusos sexuales cometidos por sacerdotes a niños de la región durante décadas.

Seis meses antes, otro informe concluyó que miles de niños sufrieron abusos sexuales, físicos y emocionales, a veces "endémicos", en instituciones católicas irlandesas a partir de los años 1930.

Hasta ahora, seis obispos u obispos auxiliares irlandeses implicados en investigaciones sobre abusos sexuales han presentado su dimisión al Papa, cuatro de las cuales fueron aceptadas.

El Papa "debe ocuparse todavía de otros obispos en Irlanda y en otras partes del mundo", declaró a la AFP John Kelly, portavoz de la asociación de víctimas SOCA, citando el caso del primado de Irlanda, el cardenal Sean Brady, que cometió errores".

"Debe hacer una limpieza a fondo", agregó. Las asociaciones de víctimas reclaman la dimisión del cardenal, que pidió perdón tras admitir que en 1975 participó en reuniones secretas en las que dos presuntas víctimas de abusos sexuales firmaron promesas de silencio.

En una carta divulgada el 20 de marzo y dirigida a los católicos de Irlanda, Benedicto XVI manifestó la "vergüenza" y los "remordimientos" de toda la Iglesia frente al escándalo de pedofilia en Irlanda.

En su texto, el Papa confirmó que los sacerdotes culpables de abusos sexuales deberán que responder "ante Dios" y ante la justicia.

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