"Es cierto que, en un primer momento, los viajeros atrapados en Barcelona alargaron estancias y esto compensó un poco la falta de llegadas. Pero los aeropuertos se han ido vaciando y las llegadas no se han producido al ritmo esperado", lamenta Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona. Esta semana, la ocupación será el 20% menor de lo esperado por culpa de las cancelaciones, según el gremio.
Los hoteles cercanos al aeropuerto sí han sacado tajada del caos aéreo, ya que han estado completos. Pero los de gama más alta y los dedicados a las visitas por negocios no han tenido la misma suerte, ya que se han anulado o celebrado sólo parcialmente algunos congresos internacionales, como el de urología. Y otros eventos se han celebrado con una participación muy inferior a la esperada, dice Roberto Torregrosa, supervisor de los hoteles de lujo de la cadena Husa.
La continuada senda de recuperación que vivía la ocupación hotelera en Barcelona desde febrero -que hizo a Joan Gaspart, presidente de Turismo de Barcelona, augurar hace dos semanas que el primer cuatrimestre del año terminaría con un crecimiento de turistas del 5% respecto a 2009- se ha visto truncada, según asegura Clos.
"Los hoteles no podrán compensar las anulaciones con las estancias por el colapso, porque la gente ha estado una o dos noches mientras se esforzaba por conseguir un medio de transporte; en cambio, los que han anulado, en muchos casos tenían preparadas estancias de hasta 10 días en Cataluña, sobre todo en la costa", explica Bruno Hallé, socio de la consultora Magma Turismo.
Imprevistos como el del volcán hacen, además, que los turistas de impulso, los que compran a última hora, se asusten y no hagan escapadas o aprovechen ofertas de última hora, insiste Hallé. Y eso se notará los próximos meses. "Hay que revisar todas las previsiones, debido a la incertidumbre", opina.
"Es cierto que estos días de caos no hemos tenido reservas. Los viajes de última hora los hemos perdido", añade Francesc Carnerero, presidente de la Asociación Catalana de Agencia de Viajes (ACAV), aunque no puede hacerse una evaluación económica. "Pero somos positivos y esperamos que a medio plazo las reservas sigan creciendo", dice Carnerero.
Juan Gallardo, director de hoteles de la consultora Bric Global, es más optimista. Cree que habrá impacto, pero limitado al mes de abril. Y que mayo y junio irán bien. "Es cierto que unos hoteles lo notarán, aunque compensarán con otros. Globalmente, seguirá el crecimiento", augura. Para las aerolíneas y las agencias de viajes no es tan positivo. "Las compañías aéreas serán las más afectadas. Pero todo dependerán de cómo hayan actuado". Las que se han preocupado por sus clientes y han gastado en buscarles alojamiento o modos alternativos de viaje tendrán impacto, razona. Igual que las agencias y los operadores turísticos: los que devuelvan el dinero a los afectados o les hayan procurado alojamiento por las cancelaciones lo notarán a corto plazo en su cuenta de resultados.
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