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viernes, 22 de julio de 2011

Paraguay, el finalista 'sospechoso', último obstáculo de Uruguay


La Copa América definió su final en una noche para el olvido: Paraguay se medirá a Uruguay el domingo pese a no haber ganado ninguno de los cinco partidos, llevar 240 minutos sin marcar (ni recibir) gol y tras superar en penales a Venezuela en una noche gélida, sin fútbol y que concluyó con una pelea masiva entre jugadores de ambos equipos.

"Será un campeón olvidable", dijo un comentarista de la cadena de televisión argentina TyC Sports sobre la final, recordando el triunfo de la sorprendente Grecia en la Eurocopa de 2004.

Más allá de que Uruguay no sea un equipo brillante, el debate lo genera Paraguay. Sigue siendo el equipo aguerrido y ordenado que llegó a cuartos de final del Mundial de Sudáfrica e hizo sufrir a España, a la postre campeón.

Pero ahora ni siquiera es tan firme. Superó a Brasil y a la Vinotinto en penales tras sendos empates sin goles y después de haber empatado también los tres partidos de la fase de grupos.

Su portero, Justo Villar, es la estrella y los postes, sus aliados. Hasta tres balones estrelló Venezuela en el palo la noche del miércoles, dos de ellos en la prórroga, en la que los guaraníes se hundieron físicamente y jugaron en inferioridad.

"No todos los partidos se ganan en la cancha. Paraguay lo tiene igual de merecido si avanza por los penales", había advertido antes del choque de hoy el delantero uruguayo Luis Suárez.

Uruguay será el claro favorito en el Monumental de River, ya rehabilitado tras los destrozos por el descenso del conjunto "millonario". Lo será por fútbol, por estrellas, por tradición y por descanso. Paraguay sufre varias lesiones y suspensiones y llega con un día menos de recuperación y el desgaste de dos duelos seguidos a 120 minutos.

Lo que sí tiene de frente Paraguay es la suerte. "No podemos llegar a la final y hacer lo mismo. No servirá llegar a 0-0 y esperar los penales, es demasiado, tuvimos suerte estos días y tendremos que mejorar en el juego", pidió Villar.

"El equipo está de buena vibra (suerte), apareció un milagro ante Brasil y hoy también", señaló el arquero tras superar a Venezuela.

Los jugadores no ocultan la fortuna y por eso se les esboza una sonrisa al explicar cómo han podido llegar a la final.

"Esperemos que la suerte del campeón continúe", dijo el delantero Roque Santa Cruz, que pide también "ayudar a la fortuna".

"Hay que jugar mejor. Vinimos para ser campeones, tenemos buenos resultados en la historia con Uruguay, pero no nos quedan muchas piernas para hacer el juego de presión que nos gusta", alertó el ariete, baja casi segura por lesión.

"Se puede criticar la forma en la que hemos jugado los dos últimos partidos", admitió el defensa Paulo da Silva, que destacó también el "mucho desgaste" que sufre el conjunto guaraní.

"Hay que arriesgar y jugar a todo o nada. Tenemos que mejorar muchas cosas. Tenemos que agregarle fútbol, tenemos que hacer un partido perfecto", reclamó de cara a la final del domingo en Buenos Aires.

Así, con ese aire de finalista "sospechoso" llega al cierre de la Copa Paraguay, que puede ser campeón sin haber ganado un solo partido, un hecho insólito. La cábala parece estar de su lado. Busca el tercer título continental. El último fue en 1979 en la final disputada precisamente en Buenos Aires y tras haber eliminado antes a Brasil.

Uruguay busca romper el empate a 14 títulos que tiene con Argentina y recuperar el trofeo que no levanta desde 1995. Es el favorito, pero enfrente está Paraguay, que no mete goles y apenas tiene fútbol, pero que cuenta con un aliado: la fortuna.

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