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viernes, 22 de julio de 2011

Forlán: "Nada de lo que hacemos es por casualidad" (La Nación .Argentina)


En la otra orilla del Río de la Plata, el pueblo uruguayo está enfervorizado. Dicen que por estas horas, en el paisito, prácticamente sólo se habla del puñado de guerreros charrúas que prolongan esa suerte de euforia y embriaguez futbolística que se inició hace un año, con el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Sudáfrica. Pasado mañana, el seleccionado Celeste que conduce el Maestro, Oscar Tabárez, intentará conquistar por 15a vez en su rica historia la Copa América; el rival será Paraguay. Pero los uruguayos saben lo que hacen, tienen una estrategia, una filosofía de sacrificio colectivo y a nadie se la caen los anillos. Tampoco a Diego Forlán, el enorme referente de la generación que recuperó la alegría. El delantero, de 32 años, es un ejemplo del espíritu solidario que ostenta el grupo: no convirtió goles en el torneo, pero no se altera por ello y continúa jugando en una posición más retrasada ("Como un 10 mentiroso", puntualiza), gestando los avances y enfocado en que su compañero, Luis Suárez, siga inspirado frente a los arqueros rivales. Uruguay enfrentó la Copa América como una continuidad del Mundial, con seriedad.

"Tomamos la competencia con respeto y nada de lo que hacemos es por casualidad. Desde hace unos años a esta parte, se está haciendo un trabajo integral en Uruguay. La Copa América es el torneo más importante después del gran Mundial que hicimos y estamos juntos con el Maestro desde hace mucho; lo conocemos a la perfección y es como un padre para todos. Él sabe lo que pasa en los juveniles y en la selección mayor", le explicó Cachavacha a LA NACION, en el atardecer porteño de ayer.

-¿Que del juego de Uruguay se pondere la garra es minimizarlos?

-Bueno, todos hablan de eso, pero la realidad es que hay un trabajo hecho, consolidado; nos conocemos todos, somos amigos, y por eso se dan los resultados. Y tenemos siempre la misma actitud. Y aprovechamos cada práctica a morir.

-El DT de Perú, Sergio Markarian, dijo que para vos y Messi es más difícil jugar en América porque los entrenadores son "bandidos" y a ustedes los mandan a marcar mejor. ¿Es así?

(Sonríe.) -No lo sé... Uno hace el juego que puede y que le dejan. Acá, en América, se defiende bastante bien. No sé si hay más roces; eso depende de contra quién juegues y qué árbitro te toque. En Europa, la manera de arbitrar es distinta en cada país, y eso influye. En España, por ejemplo, no te permiten ir al límite y cortan bastante el juego, pero en Inglaterra se sigue más y se hace rápido.

-En la Copa América te convertiste en el jugador con más presencias en la historia de Uruguay.

-Sabiendo todos los monstruos que jugaron con la Celeste en la historia, es un orgullo. De chico jamás hubiera pensado que iba a ser el jugador con más presencias. Es increíble. Haber llegado a 81 partidos es una locura. Es increíble...

-Últimamente tuvieron grandes alegrías en la selección, pero ¿con la Argentina fue un gran desahogo?

-Fue un clásico, y jugar con la Argentina siempre es especial. Y encima cómo se dio el contexto: jugando de visitantes, con la cancha llena de hinchas argentinos, con un hombre menos durante mucho tiempo. La verdad que fue un partido único y por eso lo festejamos así.

-¿Creés que el equipo argentino pecó de soberbio en este certamen?

-No, no, para nada. Pienso que trató de ganar, de ganarnos, pero en el segundo tiempo nosotros levantamos mucho el nivel, se emparejó y la expulsión de Mascherano hizo que se emparejara todo. Después, en los penales, bueno.

-¿Cómo lo notaste a Messi, con el mismo ímpetu que en España?

-No estaba mal. Tampoco estaba analizando sólo a Messi; yo estaba observando más nuestro juego. Pero nadie puede dudar de la calidad que tiene Messi. Es el mejor jugador. En nuestro partido jugó bien, pero también se lo marcó de cerca, pero igual desequilibró.

-¿En qué te cambió la vida tras ganar la Bota de Oro en Sudáfrica?

-Cambiar no cambió nada, al menos desde el punto de vista personal. Obviamente, todo lo que hago tiene más repercusión. Pero cuantos más años van pasando y más logros obtengo, valoro cada cosita, cada premio individual. Claro que soy más conocido ahora que hace un tiempo. Pero como persona no cambié nada; sigo siendo el mismo.

-Precisamente, siendo una persona con bajo perfil, ¿qué sentiste al verte en revistas y programas de TV de chimentos por tu situación personal?

-Ni quiero hablar del tema, porque no vale la pena. Me gritaron cosas en la cancha, pero estoy acostumbrado. Prefiero hablar de fútbol. Yo sigo siendo el mismo de siempre; no voy a cambiar nada.

-¿Cómo te afecta la sequía que acarreás? El último gol que hiciste fue en marzo, en Atlético de Madrid, mientras que en la selección no convertís desde el Mundial.

-No me afecta, la verdad, porque además estoy jugando en una función un poco más retrasada, repartiendo el juego. Soy delantero y vivo de los goles, está claro, pero el equipo está bien. Yo, también. Estamos logrando los objetivos que nos ponemos adelante y, si llegamos a ganar el título, será impresionante y no me importará la sequía. He tenido la suerte de ser dos veces goleador en España, una en el Mundial; entonces, es como que esto me agarra en otra etapa de mi vida. No me voy a volver loco por no hacer goles. Si fuera más chico, quizá sí, pero ahora, no. No tengo ansiedad; estoy muy tranquilo. Trato de ayudar en lo que sea.

-Se medirán con Paraguay, que no ganó ningún partido en la Copa.

-Sí, el torneo en general es así: raro. Pero Paraguay se clasificó bien igual y será durísimo.

-Tu abuelo materno, Juan Carlos Corazzo, fue campeón de la Copa América como DT. Tu padre Pablo, como jugador. ¿Te toca estirar el festejo a la tercera generación?

-¡Qué bueno! Ojalá. Ellos ya fueron campeones y ahora me falta a mí; creo que sería algo histórico.

-¿Tenés contrato en Atlético hasta 2013? ¿Cuál es tu idea? Imagino que Peñarol e Independiente te querrían.

-Me encantaría regresar, pero a uno le gustaría estar el mayor tiempo posible en Europa. Me encantaría vestir la camiseta de Independiente y Peñarol, pero hay que ser consciente de lo que uno hace y dice, y no quiero prometer nada. Tengo que ser honesto conmigo y con la gente. Pero ya habrá tiempo para pensar en el futuro. Ahora sueño con ganar la final, que será linda y muy emotiva.

81
Los partidos de diego forlán en el seleccionado mayor uruguayo, cifra que lo convirtió en el jugador con mayor cantidad de presencias.

CON TODO EL PLANTEL A DISPOSICIÓN
Uruguay se entrenó ayer en Ezeiza y el entrenador Oscar Tabárez tiene a su plantel completo a disposición: los defensores Diego Lugano y Diego Godín, así como el atacante Edinson Cavani, trabajaron primero en el gimnasio con el resto del plantel y luego hicieron ejercicios tácticos con pelota. Lugano arrastra un golpe en la cadera, Godín superó una infección gripal y Cavani dejó atrás una lesión en la rodilla, por lo que están a disposición del DT. "Aportar la Copa número quince para Uruguay sería un gran cierre para todo este ciclo", dijo Álvaro González, ex hombre de Boca.

COMO LA MAYORÍA SORPRENDIDO POR RIVER
Con solamente recordar que Diego Forlán debutó en una primera división en Independiente, en 1998, queda en evidencia que su conexión con el fútbol argentino es muy fuerte. Por ello, para el rubio delantero no pasó inadvertido el descenso de River a la B Nacional: "Estaba en Uruguay viendo el partido y fue sorprendente, sobre todo porque es una institución muy grande. En Europa es más común que un grande descienda. Pero se dio porque en varios torneos no jugó bien, tuvo otros problemas y es así. Belgrano se jugó todo. Y cuando las cosas no las hacés bien, el fútbol te termina dando cachetazos. El fútbol está cambiando".

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