Sus ojos disparan un brillo de felicidad inconfundible. Su sonrisa es una constante inmodificable. Con su andar, ese arquero que para muchos es una maravilla, fabrica una nube de inmensa alegría. Envuelto en esa “sensación increíble”, como él mismo define este presente, se cobija el gran secreto de Paraguay, el por qué de esta selección finalista.
Sólo en Justo Villar se puede explicar la causa de cómo un equipo que no ganó ni siquiera un partido puede luchar por el título. Es que de Justo Villar sobresalen esas manos mágicas que atajaron penales clave, ante Brasil, primero, y frente a Venezuela, después. Sin duda, todo es Justo Villar, el héroe paraguayo de este torneo. Y resulta inevitable acordarse del Mundial de Italia 90 y el arquero argentino que marcaba el camino desde los penales.
-¿Sos el Sergio Goycochea de esta Copa América?
-(Se ríe) No, Goyco pasó por muchas cosas. Yo soy yo y nada más. No quiero compararme. A mí me tocó en estos dos partidos detener penales y pasar de ronda, pero él es mucho más grande.
Habla y sonríe permanentemente el nuevo refuerzo de Estudiantes. Le cuesta creer lo que está viviendo.
“Ya nos vamos a tranquilizar y ahí nos daremos cuenta de lo que estamos logrando”, dice el arquero de 34 años. Si bien habla en plural, refiriéndose a todo el plantel, lo sorprendente son sus números personales: en esta Copa América le marcaron sólo 5 goles, mantuvo la valla invicta en tres partidos y, de los últimos ocho penales que le patearon, detuvo dos y tres fueron desviados.
-¿Dónde está el secreto para evitar tantos penales?
-No hay una fórmula. Sólo es cuestión de sentirse confiado y acertar el lugar. Un entrenador que tuve de chico me decía que lo difícil es adivinar hacia dónde va a ir la pelota. Así que cuando lo hacés, tienes que atajarlo. No se puede fallar y hay que tener un poco de suerte.
-¿Es una casualidad que en los finalistas se destaque el arquero?
-Es que nosotros estamos más cerca de ser figuras con los penales. Al haber un alto porcentaje para el que patea, tenemos esa ventaja. Ojalá que en el próximo partido tenga menos trabajo y sean nuestros delanteros los protagonistas principales.
-Que el arquero sea la figura no habla bien del juego de los equipos. ¿Coincidís?
-Claro, eso significa que basamos mucho nuestro juego en las defensas. El orden y todo el sacrificio empieza desde atrás. Así lo hacemos nosotros y también Uruguay. Después intentamos atacar, pero eso nos está costando un montón.
-¿Cuánto influirá en el juego el cansacio por los alargues?
-Influye bastante. De a poco vamos recuperándonos físicamente para el partido. Más allá de todo, tenemos una gran oportunidad y, ya que llegamos hasta aquí, queremos conseguir la Copa.
-Pese a que no ganaron en este torneo, estás muy confiado.
-Es que uno da cualquier cosa por un título. Tenemos la oportunidad. Y un partido es un partido.
Si bien no hay victorias paraguayas en esta Copa América 2011, tampoco aparecen derrotas en los cinco partidos del equipo del Tata Martino. Todos los encuentros terminaron empatados y sólo por Justo Villar se abrió el camino a la clasificación en los penales. Por eso, el arquero tiene claro que deben cambiar: “No podemos hacer lo mismo que venimos haciendo. Fue un milagro lo que pasó hasta ahora”.
-¿Contra Uruguay otra vez definirán por penales?
-Nunca en pensamos eso antes de jugar. Ni contra Venezuela ni con Brasil. Los partidos hicieron que al no poder crear situaciones y que ellos terminen mejor que nosotros, pensemos en la definición por penales.
-¿Vas a estudiar cómo patean Forlán, Suárez...?
-No. Hasta acá llegamos sin hacerlo y no lo vamos a hacer justo para la final.
-Por cábala, entonces.
-Y, digamos que sí.
Y se fue. ¿Cómo? Sonriendo...
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