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jueves, 29 de abril de 2010

Pena de dos años a un joven por retener a su novia para que no fuera a una fiesta

Un joven de 20 años ha aceptado dos años de prisión por haber secuestrado durante unas horas a su novia adolescente para evitar que acudiera a la fiesta de fin de curso, en junio de 2008.

El procesado, Xavier Rodríguez, que iba a ser juzgado en la Audiencia de Barcelona, afrontaba inicialmente una petición fiscal de siete años y medio de prisión por los delitos de detención ilegal, amenazas y violencia de género.

No obstante, el joven ha reconocido los hechos y se ha conformado con la rebaja a dos años de cárcel y tres de alejamiento propuesta por la Fiscalía, lo que ha evitado la celebración del juicio.

El acusado raptó a su pareja adolescente, con la que llevaba tres años de noviazgo, la noche del 13 de junio de 2006, tras ir a buscarla a su casa de Barcelona para recogerla y llevarla en coche a la fiesta y la cena de fin de curso.

Tras cerrar el vehículo con seguro, el procesado, que entonces tenía 18 años, advirtió a su novia de que la llevaría "muy lejos" porque no podía soportar que ella acudiera a la fiesta, y acabó conduciéndola a un polígono industrial de Castellbisbal (Barcelona).

Dentro del vehículo, y pese a que la chica le pedía reiteradamente que la dejara salir, Xavier Rodríguez amenazó a su novia con matarla con una pistola que llevaba en el coche y con acabar también con la vida de su hermano pequeño si no accedía a sus pretensiones.

De esa forma, la obligó a llamar con su teléfono móvil a las amigas con las que había quedado para ir a la fiesta de fin de curso para informarlas de que no acudiría a la cita y, así, no levantar sospechas.

Posteriormente, Xavier Rodríguez llevó a su propia casa a la víctima, a sabiendas de que sus padres no estarían en la vivienda, y, tras obligarla de nuevo a llamar a sus amigas con el móvil, la agarró por el brazo, la empujó contra la cama y la arrastró afuera de la vivienda mientras le advertía de que la iba a llevar "muy, muy lejos".

Una vez en la calle, la víctima consiguió zafarse de su agresor, aprovechando la presencia de transeúntes.

Tras enterarse de lo sucedido, el padre de la chica acudió a la vivienda del procesado, que lo recibió esgrimiendo un cuchillo jamonero de grandes dimensiones, aunque no llegó a agredirle porque varias personas que se hallaban en el lugar se interpusieron entre ellos.

El joven lleva ya dos años sin acercarse a menos de 500 metros de su ex novia, en cumplimiento de la medida cautelar que le impuso el juzgado de violencia sobre la mujer tras su detención.

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