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jueves, 29 de abril de 2010

Ocho institutos se echan a la calle para que no les quiten el bachillerato

La amenaza de cierre del bachillerato pende a modo de espada de Damocles sobre nueve institutos. Son el Miquel Taradell, Fórum 2004, Montjuïc, Sant Martí de Provençals, Collserola, Roger de Flor y Rambla Prim, en Barcelona, y el Antoni Torroja y La Segarra, en Cervera. Ayer tres centenares de alumnos y profesores afectados se echaron a la calle en Barcelona.

La suerte aún no está echada para todos. En algún instituto dependerá de los alumnos que se inscriban en mayo para el próximo curso. Otros, en cambio, ya han recibido el aviso de que perderán estos estudios por falta de alumnos. Y otros han recibido la noticia de que pueden seguir: el Pineda, en Badalona, y La Ribera, en Montcada i Reixac, confirmaron a este diario que han sido amnistiados.

El Roger de Flor, en Trinitat Nova, es el único con bachillerato en el barrio. "No nos dejan seguir porque no llegamos a 20 alumnos. Pero tenemos más del 80% de inmigración y creo que cumplimos un papel de cohesión social en el barrio. Este es un barrio modesto y para nosotros es un orgullo que de aquí sigan saliendo bachilleres", dice el director, Ángel Fandos.

El Miquel Taradell, en el Raval, es otro de los afectados. Ana Pomar, profesora de dibujo, recalca: "Perder el bachillerato es un desastre para el centro y para el barrio. El bachillerato es la puerta de la Universidad". A partir de ahora los alumnos de secundaria del Taradell tendrán que ir al cercano Milà i Fontanals para seguir bachillerato.

Yussuf Belfakir, marroquí de 14 años, estudia en el Miquel Taradell y quiere cursar Derecho. A su compañero Ayoub El-Lilfani, también de Marruecos y de 15 años, le gustaría hacer Historia. Los dos se quejan del cierre del bachillerato en su centro.

El instituto Collserola está en Horta, fronterizo con Nou Barris. La tipología de sus alumnos es de extracción social "media-baja, aunque hay de todo", dice el director, Antoni Aragón Minguell. Con el 55% de inmigración, la "expectativa es mala. Los alumnos deberán cambiar de centro al acabar secundaria y algunos ya no vendrán por eso".

El Departamento de Educacion ha dicho que todos los alumnos afectados tienen cerca otro instituto donde cursar bachillerato. La responsable de Educación de CiU, Irene Rigau, acusó ayer al consejero Ernest Maragall de haber hecho una mala planificación y criticó el cierre de líneas de bachillerato. "Las decisiones entran en contradicción con el compromiso del presidente Montilla de ofrecer más formación a los jóvenes", reprochó Rigau. "Ningún alumno se quedará sin oferta de bachillerato o formación profesional", le replicó Maragall. Educación ofrecerá 64.732 plazas de bachillerato el curso que viene, 683 menos, pero las creará en unos lugares y las reducirá en otros.

En Cervera, estudiantes y profesores de los institutos Antoni Torroja y La Segarra están preocupados por la posibilidad de que uno de ellos se quede sin bachillerato. Ramon Mateu, director de La Segarra, dice que la medida creará una pésima imagen y efectos perniciosos para el que se quede sin bachillerato, informa Lluís Visa. Un responsable de los Servicios de Educación en Lleida afirmó que no se tomará ninguna decisión hasta conocer los datos de la preinscripción.


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