La deliberación sobre el Estatuto catalán se inició pasada la una de la tarde, pues hasta entonces el pleno estuvo dedicado a resolver una sentencia sobre un asunto de seguridad vial, siete autos y 10 providencias, entre ellas la que decide la paralización de los derribos de El Cabanyal al haber admitido a trámite un recurso del presidente del Gobierno.
Las intervenciones se iniciaron por los magistrados más modernos en el tribunal, es decir, empezó el catedrático Manuel Aragón Reyes, y la ronda concluirá con la intervención de la presidenta del tribunal, María Emilia Casas.
La posición de Aragón Reyes es clave en la resolución del Estatuto, ya que si consiguiera arrastrar el voto de alguno de los magistrados del bloque conservador, singularmente el del vicepresidente Guillermo Jiménez, la sentencia podría ver la luz, después de tres años y medio en el tribunal. Hasta ahora, las reticencias de este magistrado a la constitucionalidad de algunos aspectos relacionados con el término "nación" han impedido conformar una mayoría que retocaría del Estatuto en aproximadamente unos 40 artículos, pero dejaría los aspectos sustanciales del texto.
La operación de sumar a esa mayoría al vicepresidente Guillermo Jiménez y al magistrado Ramón Rodríguez Arribas, liderada en principio por Aragón, parece no haber superado las dificultades de los anteriores proyectos de la ponente, Elisa Pérez Vera.
El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el abogado y ex dirigente de CiU Miquel Roca Junyent advirtieron ayer de que España será "la principal víctima" de una sentencia que recorte el Estatuto catalán, y se mostraron seguros de que el Constitucional respetará la integridad del texto. Aunque anoche se desconocía cuántos jueces habían intervenido, no se procedió a la votación oficial del texto de la quinta ponencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario