Comerciantes y vecinos de la Ciudad Vieja denunciaron la presencia de al menos seis bocas de pasta base en la zona. Aseguran que la Policía se niega a cerrarlas argumentando que "cada vez que se cierra una se abre una nueva".
Hartos de ser "asaltados cada noche" y tener que soportar que los delincuentes utilicen la zona "hasta de baño", vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja volvieron a reunirse con el comisario de la Seccional 1° de Policía y los representantes del Ministerio del Interior, en busca de soluciones.
En la reunión, de la que participaron unas 50 personas, los vecinos denunciaron la presencia de, al menos, seis bocas de pasta base. "Se mencionó el lugar explícito de las bocas de venta y hasta el horario en que más reciben gente", dijo uno de los participantes de la reunión que solicitó el anonimato por temor a las represalias de los delincuentes. "Si se enteran que soy yo me tengo que mudar", dijo a El País.
El vecino agregó que "la respuesta de los representantes del Ministerio del Interior fue que no las cierran porque por cada una que se desarma, aparece una nueva. Nosotros lo que les pedimos fue que las cerraran, y si aparecía una nueva ¡que la volvieran a cerrar!".
Los involucrados, además, están dispuestos a identificar a cada uno de los 50 delincuentes que, a su entender, son los que "saquean la zona" cada noche.
"Después de las ocho de la noche esto queda desprotegido. Más temprano no hay problema porque tenemos a la Policía Turística, que está con los chalecos fluorescentes, pero cuando se van, esto queda en manos de las banditas que se apoderan de la zona y de nuestra seguridad", agregó otro comerciante.
Los habitantes de la Ciudad Vieja aseguran que quienes asaltan y cometen los delitos viven allí mismo y que tienen maneras de proceder que ya son habituales, como por ejemplo robar a los empleados en los cambios de turno "como sucede en la zona del Maciel", afirmó el vecino.
Edgar Bellomo, responsable del programa Mesas Locales de Convivencia del Ministerio del Interior, afirmó a El País que "hay una política por parte del Ministerio de apuntar la mira un poco más alto y tratar de dar con los que abastecen a las bocas de pasta base, porque si atacamos sólo las bocas metemos preso a uno y no solucionamos nada", explicó, en línea con lo manifestado por el ministro Eduardo Bonomi (ver aparte).
Sin embargo, Bellomo aseguró que "eso no significa que no cerremos bocas, lo que pasa es que tratamos de solucionar el problema de raíz", dijo.
El representante del Ministerio en la reunión fue Miguel Mariño, quien afirmó que "el encuentro fue bueno", fue preciso al explicar que las expresiones utilizadas por los vecinos, como "nos roban todos los días", o "todos sabemos qué pasa", no sólo no se traducen en los registros de denuncias de la Seccional 1°, sino que "la mayoría de las veces no son suficientes para iniciar una intervención policial". Los vecinos también reconocieron algunas mejoras. "Ahora la comisaría tiene dos patrulleros en lugar de uno y aparecieron tres motos, una no funciona pero la están arreglando. Además, en el turno de la noche ahora hay 18 efectivos; antes había 16", dijo el vecino.
Ahora los habitantes de la zona formarán comisiones para hacer propuestas en procura de encontrar soluciones, ya que los problemas de inseguridad "están generando otro tipo de problemas". En la reunión se habló de que, por la noche, muchas personas dejan sus autos en las peatonales por que están más iluminadas y ahí no se los roban, pero el peso de los vehículos rompe las baldosas, por lo que ahora, además de inseguridad, tienen roturas.
Ignacio Lussich, otro empresario de la zona vinculado al turismo, agregó que la Policía "pasa 15 años buscando a los `peces gordos` y mientras tanto la `majuga` no nos deja trabajar". Además se preguntó: "¿Me vas a decir que en el microcentro de Buenos Aires, por ejemplo, hay un edificio entero ocupado por faloperos? Sólo acá permiten esto", sentenció.
Los vecinos elaborarán sus planes y se los presentarán a la Policía en la próxima reunión, que será en un mes.
"La boca no cierra, se perfecciona"
En julio de este año el ministro Eduardo Bonomi habló de las bocas de pasta base en el Parlamento "Cuando se descubre una se manda preso a un individuo, pero eso no significa que la boca no exista más. A la noche esa boca trabaja el doble, para pagar el abogado del preso y para mandarle dinero a la cárcel. La boca no cierra, perfecciona su funcionamiento", dijo. Una alternativa es la prisión domiciliaria, para que un asistente social tenga acceso al hogar las 24 horas.
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