Kampala, 2 ago (PL) La hambruna, provocada por una dilatada sequía y su secuela de malnutrición, amenaza ahora a Uganda y otros países del Cuerno Africano, sobre todo Somalia, afirman expertos de la ONU.
Uganda "puede ser el próximo país afectado por una situación alarmante de malnutrición causada por la sequía", dijo una portavoz de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El pasado 20 de junio, la ONU declaró la emergencia por hambruna en las regiones meridionales somalíes de Bakool y Baja Shabelle, por la mayor sequía de las últimas seis décadas y que según esa agencia alcanza a 12 millones de personas.
Kenya, Etiopía y Djibuti están también entre los más dañados por la falta de precipitaciones provocadas por el cambio climático y el fenómeno La Niña, con un impacto negativo dado el bajo desarrollo de la región.
Otro factor son las luchas tribales por el acceso a los escasos recursos, junto al desmedido aumento de los precios de los alimentos en el mercado mundial que genera la actual catástrofe humana en el Cuerno Africano.
En Somalia ocurren 7,4 muertes diarias por cada 10 mil personas, siete veces más del índice aceptado para declarar el estado de emergencia, según el Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur).
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) precisó que las ofertas de los donantes son insuficientes para cubrir las necesidades de asistencia de los 12 millones de damnificados en cinco países.
Esa cifra tienen a aumentar a medida que se extiende la sequía, la cual según expertos puede demorar dos meses más.
Uganda "puede ser el próximo país afectado por una situación alarmante de malnutrición causada por la sequía", dijo una portavoz de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El pasado 20 de junio, la ONU declaró la emergencia por hambruna en las regiones meridionales somalíes de Bakool y Baja Shabelle, por la mayor sequía de las últimas seis décadas y que según esa agencia alcanza a 12 millones de personas.
Kenya, Etiopía y Djibuti están también entre los más dañados por la falta de precipitaciones provocadas por el cambio climático y el fenómeno La Niña, con un impacto negativo dado el bajo desarrollo de la región.
Otro factor son las luchas tribales por el acceso a los escasos recursos, junto al desmedido aumento de los precios de los alimentos en el mercado mundial que genera la actual catástrofe humana en el Cuerno Africano.
En Somalia ocurren 7,4 muertes diarias por cada 10 mil personas, siete veces más del índice aceptado para declarar el estado de emergencia, según el Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur).
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) precisó que las ofertas de los donantes son insuficientes para cubrir las necesidades de asistencia de los 12 millones de damnificados en cinco países.
Esa cifra tienen a aumentar a medida que se extiende la sequía, la cual según expertos puede demorar dos meses más.
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