El Ayuntamiento de Salt derribará 600 pisos y rehabilitará otros 1.200 en un proyecto de transformación urbana de la zona del centro histórico que se hará en un periodo de 12 años divididos en dos sexenios y costará 200 millones de euros. Está previsto que la financiación del proyecto se divida entre el Estado, la Generalitat, el Ayuntamiento y los particulares, con aportaciones de 54, 14,9, 9,8 y 21,4 millones de euros respectivamente de los primeros 100 millones que se invertirán del 2010 al 2016.
La alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda, ha explicado que este proyecto de renovación, la más grande transformación urbana vivida nunca en la provincia, cambiará la realidad social de la zona, que ganará en cohesión social, y a la vez repercutirá en el resto de la localidad.
El centro histórico de Salt, víctima del desarrollismo franquista de los años 60 y 70, sufrió la construcción de muchas viviendas en un mínimo espacio, sin zonas verdes, que en un primer momento fueron ocupadas por la inmigración procedente de Andalucía y Extremadura. Al prosperar dejaron estos inmuebles, que fueron ocupados sobre todo por recién llegados desde África y Latinoamérica. Esto la convierte en una zona con unas especificidades propias peyorativas de entrada, como sobreocupación, paro, degradación de las viviendas, conflictos familiares, etc.
Para poner en marcha esta propuesta esta noche el pleno aprueba un convenio con el Estado y la Generalitat para impulsar este proyecto con una inversión de 40 millones de euros entre 2010-2012.
Este convenio servirá para actuar de forma inmediata en las primeras 300 viviendas y también se aprobará la zona donde se piensa hacer el esponjamiento, aunque la concreción de qué se derribará y cómo se harán los realojamientos se hará más adelante. Lo que si ha dejado claro Iolanda Pineda es que los 600 pisos que se derribarán no se volverán a construir. Se aprovechará para zonas verdes y equipamientos municipales.
Este ambicioso proyecto, que afectará a un 10% de las 6.000 viviendas del centro, cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos con representación municipal y ha sido calificado por la alcaldesa como "un sueño hecho realidad". Los representantes municipales confían en que los recortes anunciados por el presidnete del gobierno no afecten a este proyecto de ciudad.
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