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martes, 18 de mayo de 2010

El Obispado de Girona estudia el caso de un cura que intentó flagelarse en bañador

El Obispado de Girona está estudiando el caso del cura de las parroquias de Sant Miquel de Fluvià y Sant Mori, Antoni Viñas, que este domindo se quedó en bañador tres cuartos y sandalias y pretendía flagelarse con un cinturón como acto simbólico de arrepentimiento y reconciliación comunitaria, en medio de la celebración eucarística dominical con motivo de la Fiesta de las Personas Mayores, inscrita en la Fiesta de la Espina de la localidad.

La acción reivindicativa del párroco no fue entendida por parte de los fieles, todos ellos resultaron sorprendidos y algunos de ellos, molestos, abandonaron la Iglesia. Otros le instaron a que siguiera la ceremonia olvidando la acción simbólica que había pensado llevar a cabo, según ha informado el Diari de Girona.

Antoni Viñas, de 78 años, que es párroco de Sant Miquel de Fluvià desde 1999, durante la celebración litúrgica quiso expresar ante los fieles el perdón por los pecados. Para dar ejemplo, ayudado por dos monaguillos, frente al altar y los primeros bancos del templo, se sacó la casulla, como forma de sacarse la dignidad sacerdotal y quedó con un bañador hasta las rodillas, unas sandalias, un cinturón y una camiseta del Jubileo de 2000. Después se despojó de la camiseta ante caras de sorpresa y algunas sonrisas.

No obstante, mientras algunos fieles se iban molestos por la intervención del párroco, otros fieles, entre ellos el alcalde, optaron por aconsejarle que cesara de la reivindicación tal y como la estaba representando. Les hizo caso y la eucaristía siguió con normalidad.

Ante estos hechos el Consejo episcopal ha emitido un comunicado en el que afirma estar estudiando este caso y que tomará una decisión dentro de este mismo mes de mayo

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