Los trabajadores del transporte definen hoy si realizan un nuevo paro mañana, cuando se dispute la segunda final entre Peñarol y Nacional. El partido fue fijado para las 16 horas, como sugirieron los gremios y la Policía, que ajustará el operativo.
Tras una reunión de más de dos horas, en la que participaron el Ministerio del Interior, la Jefatura de Policía de Montevideo, la Asociación Uruguaya de Fútbol y los presidentes de Peñarol, Juan Pedro Damiani, y de Nacional, Ricardo Alarcón, se resolvió que el partido de mañana se dispute a las 16:00 y no las 20:30 como estaba previsto inicialmente.
El adelanto del encuentro, en el que se definirá el campeón uruguayo, fue planteado por las autoridades policiales. La Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) había anunciado que si el partido se mantenía en el horario nocturno, repetiría la medida de paro que desarrolló el sábado, como consecuencia de los últimos episodios violentos registrados en torno al fútbol.
El subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, expresó que "se optó" por realizar el clásico en horas de la tarde como forma de brindarle "todas las garantías posibles a la ciudadanía y tratando que se desarrolle un espectáculo bueno y con el mejor marco de seguridad". Las autoridades del Ministerio del Interior mantendrán hoy una reunión con delegados de la Unott para analizar la situación. "Creemos que en estas condiciones sí va a haber ómnibus", dijo Vázquez.
Piquetes. Los trabajadores del transporte fueron más cautelosos sobre la posibilidad de cumplir con el servicio de ómnibus el día del clásico.
El Ejecutivo de la Unott se reunirá hoy a las 10 de la mañana para resolver si habrá un nuevo paro, similar al del sábado. El gremio del taxi (Suatt) también definirá hoy los pasos a seguir, comentó el dirigente Sergio Pereira.
Hasta ayer, la fijación del partido para el martes de tarde representaba "un 50% a favor de que se levante la medida", explicó el dirigente de la Unott, Marcos Lombardi. El otro 50% depende de que se cumpla con las medidas de seguridad que reclaman los trabajadores.
Los transportistas exigen un trabajo coordinado entre la Policía y los trabajadores el día del partido así como la instalación de 17 "piquetes" en distintos puntos de Montevideo y Canelones (Ver inforgrafía).
El "piquete" funciona como un puesto de control policial con un móvil y cuatro o cinco efectivos. Estos controles se hacen en "puntos neurálgicos en donde se cruzan las hinchadas o donde éstas esperan que pasen los ómnibus cargados con la parcialidad del otro cuadro" para agredirlas, dijo Lombardi.
En los últimos clásicos, estos puntos estratégicos habían sido coordinados en reuniones entre la AUF, los delegados de Peñarol y Nacional y los trabajadores del transporte. Sin embargo, a través de un comunicado el pasado viernes, la Unott acusó a las autoridades de "no haber cumplido los acuerdos" en el partido del miércoles 12, lo que desembocó en la agresión a 25 ómnibus ese día.
Tras estos incidentes, la Unott decretó un paro de 24 horas para el sábado.
La situación afectó seriamente a la recaudación prevista por los clubes, que calcularon que apenas 35.000 aficionados asistieron al Estadio el sábado, en comparación con 50.000 que habían concurrido el miércoles.
Las autoridades de la Jefatura de Policía de Montevideo se reunirán hoy para definir las características del operativo de seguridad para mañana. Se estima que el procedimiento, al igual que el del sábado, contará con unos 600 efectivos.
"Habrá que hacer una reestructura importante en el operativo de seguridad" ya que el del sábado fue "atípico" en virtud de la ausencia de transporte colectivo, dijeron fuentes policiales consultadas por El País.
Según se indicó, no se estima necesario aumentar el número de policías para el partido de mañana, sino "reubicarlos por la presencia de los ómnibus", dijeron las fuentes.
Además, se tendrá en cuenta la seguridad para las zonas de festejos, ya que el clásico de mañana definirá cuál de los dos equipos será el nuevo campeón del fútbol uruguayo.
El presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, se mostró muy satisfecho de los resultados de la reunión de ayer con Jorge Vázquez y el director nacional de Policía, Julio Guarteche. "Los clubes hubiéramos preferido que el partido se jugara de noche, por la gente que trabaja y no puede asistir de tarde, pero reconocimos que frente a la amenaza de paro del transporte había que ceder la derecha al Ministerio del Interior", explicó Damiani.
"Quedamos contentos, sin embargo, porque vimos un compromiso para implementar medidas que permitirán limpiar el tema de la violencia. Son un centenar los hinchas violentos y hay que eliminarlos de cuajo", agrego.
En tanto, la Unott evaluará hoy junto a su comisión de seguridad los avances en otras propuestas formuladas a las autoridades, como la detención de barrabravas durante el horario de los partidos de fútbol.
En esa línea, el gremio definirá hoy si firma un protocolo de actuación para los clásicos. Este documento incluiría controles policiales, el registro de hinchas violentos así como el modo de actuación de la Policía, las empresas del transporte y los choferes ante eventuales incidentes. De haber acuerdo, el protocolo se firmaría esta tarde, adelantaron desde la Unott.
Vázquez: "Creo que en estas condiciones sí va a haber ómnibus", dijo el subsecretario.
Registro de huellas para admisión
El director nacional de Policía, Julio Guarteche, dijo ayer a los directivos de Peñarol y Nacional que el Ministerio de Interior planea, en el futuro cercano, adquirir equipos informáticos que permitirán determinar la admisión de un hincha de un equipo mediante su huella dactilar.
Si bien Guarteche no brindó mayores detalles al respecto, planteó que sería una de las mejores alternativas para poder aplicar cabalmente el derecho de admisión, ya que actualmente no se dispone de medios adecuados para ello, según pudo saber El País.
Para aplicar este mecanismo, el Ministerio del Interior y la AUF, en coordinación con la Justicia, deberán elaborar una lista de las personas que al tener antecedentes de violencia vinculados al fútbol, no se les permitirá seguir ingresando a los partidos.
En tanto, en la reunión, ayer se acordó que se reducirá el pulmón policial que se estableció en la Tribuna Olímpica en el partido del sábado. Eso permitirá que cada equipo disponga de 1.000 entradas más.
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