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miércoles, 10 de marzo de 2010

LA REPUBLICA entregó ayer los restos óseos al director nacional de policía, Julio Guarteche

Seis piezas óseas, presuntamente pertenecientes a restos del "Benemérito de la Patria", el coronel mayor don Leandro Gómez, jefe militar y mártir de la heroica Paysandú, ascendido al grado de general, post morten, fueron entregados en la madrugada de ayer en la capital sanducera al diario LA REPUBLICA, por los presuntos profanadores de su monumento mortuorio.

Portando la maleta con los restos de Leandro Gomez, Fasano y Falca ingresan a la Fiscalía de Corte.

Portando la maleta con los restos de Leandro Gomez, Fasano y Falca ingresan a la Fiscalía de Corte.
La entrega. Momento en el que el director de LA REPUBLICA, Federico Fasano, acompañado del editor de política, Marcelo Falca, hace entrega en la sede de la Dirección de Policia Nacional, en el Ministerio del Interior, a su titular, Inspector principal, Julio César Guarteche, de las seis piezas óseas, presuntamente pertenecientes al héroe nacional, General Leandro Gñomez.

La entrega. Momento en el que el director de LA REPUBLICA, Federico Fasano, acompañado del editor de política, Marcelo Falca, hace entrega en la sede de la Dirección de Policia Nacional, en el Ministerio del Interior, a su titular, Inspector principal, Julio César Guarteche, de las seis piezas óseas, presuntamente pertenecientes al héroe nacional, General Leandro Gñomez.
Las tres vértebras y la tibia, el ilíaco y el húmero, presuntamente de Leandro Gómez, rescatados por LA REPUBLICA

Las tres vértebras y la tibia, el ilíaco y el húmero, presuntamente de Leandro Gómez, rescatados por LA REPUBLICA

Las seis piezas óseas que incluían una vértebra dorsal, una cervical y el atlas, así como un hueso húmero, un ilíaco y una tibia, fueron depositadas, envueltas en una bolsa de nailon y recubiertas en papel de diarios, en la calle Solís, esquina Zorrilla de San Martín, en un gran tacho azul circular de residuos, en el centro de Paysandú.

La fuente plenamente identificada por LA REPUBLICA, que habló con el director de LA REPUBLICA, Federico Fasano Mertens y el editor de nuestro diario, Marcelo Falca, para posibilitar la recuperación de los restos del héroe nacional, lo hizo bajo el acuerdo de confidencialidad de su identidad, hecho que aseguró nuestro diario dado el objetivo superior planteado.

Es la misma fuente, cuyas informaciones en proceso, dieron lugar a la denuncia del diario plural del jueves 4 de marzo, dando cuenta de los detalles, móviles y presuntos participantes del secuestro y vilipendio de los restos de quien con un reducido grupo de soldados, resistiera durante dos meses, el ataque combinado de las fuerzas rebeldes de Venancio Flores apoyadas por una poderosa escuadra brasileña y tropas unitarias argentinas de tierra, muy superiores en número y poder de fuego, escribiendo una de las gestas épicas más conmovedoras de la historia patria.

Conocida la denuncia y obtenidas las fotos de los presuntos restos, así como del candado de la urna y un trozo de madera de la misma, LA REPUBLICA procedió a dar a conocer la noticia a la opinión pública con el fin de instalarla en el orden del día nacional para que se reanudara con bríos, la búsqueda de los restos de una parte traumática de nuestra historia.

De inmediato y como una forma de colaborar con las autoridades para el esclarecimiento del caso que conmocionó a Paysandú y a nuestra capital, el director del diario, Federico Fasano, puso en conocimiento del ministro del Interior, Eduardo Bonomi y del fiscal de Corte, Rafael Ubiría, todos los detalles en poder de nuestro matutino, preservando la identidad del informante, quien nunca pidió dinero alguno por sus informes y que, según nos afirmó, sólo perseguía el objetivo de recuperación de los restos y el castigo de los promotores y autores intelectuales y logísticos de esta macabra operación delictiva.

El Dr. Fasano también se reunió de inmediato con el titular del Juzgado Especial, con jurisdicción nacional, Jorge Díaz, quien se interesó en el caso, pero declinó competencia al indicar que este tipo de delitos no entraba dentro de la competencia de los dos juzgados especiales recientemente creados y tras averiguar que ya había comenzado a actuar el Juzgado Penal de 4º Turno de Paysandú, a cargo del juez Pablo D'Alera, actuando por el Ministerio Público el fiscal Pablo Rivas.

Fasano también se reunió con el director de la Secretaría Nacional de Antilavados de activos, Cr. Ricardo Gil Iribarne, para consultarlo sobre la figura del "pentiti", el colaborador, figura recientemente incorporada a nuestro corpus jurídico, pero sólo para ciertos delitos, que no son precisamente los cometidos en este hurto de restos óseos, del mausoleo erigido en honor del héroe de "La Defensa".

Todas las autoridades informadas y consultadas, respetando el secreto profesional de los periodistas de LA REPUBLICA, y la identidad de la fuente clave del suceso, actuaron con suma diligencia e investigación, tratando de juntar los dispersos elementos de este singular rompecabezas.

Enterados, recién el día de ayer, por una citación judicial, de la existencia de una indagatoria en el Juzgado Penal de 4º Turno de Paysandú, la dirección del diario decidió poner en conocimiento de la sede, todos los elementos que con anterioridad habían sido revelados a las autoridades con jurisdicción nacional.

EL HALLAZGO DE LAS 6 PIEZAS ÓSEAS

En la decena de oportunidades en que el editor de la sección Política, Marcelo Falca, se comunicó con la fuente clave de este caso, así como el contacto que el director de LA REPUBLICA, Federico Fasano Mertens, mantuvo con la misma persona, se insistió en la necesidad de persuadir a los autores materiales, de devolver la totalidad de los restos secuestrados, así como de entregarse a las autoridades, con la atenuante de la devolución de lo sustraído y la revelación de los autores intelectuales y logísticos de la repugnante operación.

También exigió nuestro director, simultáneamente, la entrega de mayores elementos probatorios de la existencia de los presuntos restos del héroe nacional, en poder de los autores materiales del delito.

Finalmente, en la madrugada de ayer, nuestra fuente nos informó que nos iban a entregar una parte de los restos de Leandro Gómez, pero que la entrega no se realizaría en Montevideo, sino en la ciudad de Paysandú.

Posteriormente se señaló el lugar exacto donde los restos serían depositados, en pleno centro de la ciudad.

Fasano dispuso dos operativos simultáneos. Uno con asiento en la misma Paysandú que procedería a retirar los restos y a trasladarlos a la ciudad de Young, donde otro grupo los recogería en un auto que salió de inmediato desde Montevideo hacia esa ciudad.

El primer intento de recoger los restos en la medianoche falló, porque las personas designadas para ir a buscarlos, no los encontraron. Sólo hallaron muchas bolsas de basura en ese tacho y nada de restos. A eso se sumaba que el lugar elegido por los delincuentes para dejar los restos de una gloria nacional, era un lugar concurrido, a la vista de toda la gente, que dado el calor aún de esa noche, había sacado sus sillas a la vereda haciendo aún más dificultoso el hallazgo.

Volvimos a comunicarnos con nuestra fuente explicándole que ningún resto óseo existía en ese depósito en la vía pública. La fuente insistió en que los restos fueron allí depositados y que lo que podía haber ocurrido era que se encontraban en el fondo del recipiente ya que cuando los depositaron no había ningún otro elemento en ese recipiente, que con el transcurso de las horas se había llenado, impidiendo una fácil detección.

El segundo intento resultó exitoso. En el fondo del recipiente, envueltos en una bolsa de nailon y dentro de ellas, acomodados en papel de diario pertenecientes al periódico "El Telégrafo", aparecieron seis paquetes, cada uno conteniendo las seis piezas óseas, que afirman los autores haber sustraído del monumento al General Leandro Gómez.

Con los restos en su poder el primer grupo se trasladó con los restos hacia Young, donde se encontraría con el segundo grupo que ya había salido de Montevideo. El encuentro se produjo sin inconvenientes y a las 7 de la mañana, ya las 6 piezas óseas se encontraban en nuestra capital. Dos horas después Fasano recibía formalmente en la redacción de LA REPUBLICA, las piezas óseas y se comunicaba con el Fiscal de Corte para decidir la autoridad a la que serían entregadas, ya que entendió que no podía retenerlas un día más en su poder. Recién hoy se encontraría con el juez penal de Paysandú, al que dada las altas horas de la madrugada en que se encontraron los restos, no podía despertárselo para hacerle entrega de los mismos y el personal que los halló poseía precisas instrucciones de no retenerlos sino de entregarlos al director de nuestro diario, quien se haría, como corresponde, responsable de toda la operación que él organizó y mandató.

Fasano, con las 6 piezas en su poder, acompañado con el editor de Política, Marcelo Falca, se entrevistó con el fiscal de Corte, Rafael Ubiría, quien explicó que no podía recibirlos en virtud de no autorizarlo los reglamentos que rigen la actuación de los fiscales, en el actual sistema penal. Colaboró como lo hizo durante estos días y sugirió que debíamos entregarlo al Ministerio del Interior.

Fasano, con el asesoramiento del abogado penalista, Gonzalo Fernández, se comunicó con el ministro Bonomi, que se encontraba en la ciudad de Maldonado, por razones de su cartera. Este habló con el director de la Policía Nacional, inspector principal, Julio César Guarteche, que se encontraba en la ciudad de Treinta y Tres, quien retornó a Montevideo, para recibir los presuntos restos del héroe de Paysandú.

En horas de la tarde, en la sede de la Policía Nacional, se labró el acta respectiva de la entrega de los restos, firmada por el director de LA REPUBLICA, el editor de Política y el propio director de la Policía Nacional.

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