La Policía tuvo que desplegar un importante operativo para contener la furia de más de 500 personas, a pesar de lo cual se produjeron incidentes, con un policía herido y dos particulares detenidos.
En las primeras declaraciones el asesino identificado como Nelson Silva Siqueira, de 29 años, declaró haber actuado en compañía de por lo menos dos hombres, uno de los cuales, un joven de 19 años, estuvo detenido hasta la tarde del martes, cuando se comprobó su inocencia. En realidad, al asesino, en el afán de eludir responsabilidad, acusó al hijo del propietario de un terreno por donde debía pasar para llegar al lugar donde consumó el brutal crimen.
En horas de la tarde, cuando se realizaba la reconstrucción del hecho en presencia del juez Gustavo Iribarren, autoridades policiales y el doctor Carlos Barboza, defensor de oficio, el asesino informó que se había presentado en la casa en la que se encontraba la niña, a la que despertó y con el pretexto de que su abuela había quedado preocupada por el hecho de encontrarse sola, había quedado a su cargo y pretendía llevarla a la chacra que tiene el padre de Silva en la carretera al aeropuerto.
En una moto de su propiedad llegaron al lugar, en el kilómetro 4 de la ruta "Oscar Gestido", ingresaron por el Paraje Gazapina, recorriendo algo más un kilómetro, debiendo bajar del ciclomotor y hacer casi 10 cuadras a pie, hasta llegar a la orilla del arroyo Cuñapirú.
PADRE DEL ASESINO: "CRIÉ A UN MONSTRUO"
Al llegar al lugar el hombre comenzó a dar muestras de sus reales intenciones, agrediendo a la niña, a la que desnudó a la fuerza. Como pudo se defendió, arañando en el rostro a su atacante, a pesar de lo cual no pudo evitar ser violada por el sujeto, que totalmente fuera de sí, y haciendo valer su fortaleza física, tomó una cuerda y la estranguló hasta la muerte.
De inmediato comenzó a cavar un pozo en la orilla del arroyo, donde sepultó el cuerpo de la niña junto a su ropa y la cuerda que usó para asesinarla.
De inmediato abandonó el lugar para dirigirse a la casa de su padre, al que le manifestó que había estado realizando un trabajo en el campo y que pensaba volverse a la ciudad. En diálogo con LA REPUBLICA el padre de Silva Siqueira, visiblemente emocionado y contenido por familiares directos de la niña asesinada, expresó: "No lo puedo creer, con mi señora criamos 14 hijos con gran esfuerzo, pero en este caso creo que crié a un monstruo.
Estuvo en mi casa, y por la hora, luego de haber matado a la niña actuó con una frialdad que me cuesta creer.
Al llegar me dijo que necesitaba una pala porque dijo que tenía que hacer un trabajo. Me pidió algo de dinero y hasta me dijo que se había quedado casi sin combustible, por lo que le di 3 litros de nafta para que se fuera a buscar a uno de sus hijos. Mi hijo acaba de destruir a dos familias, la de la niña y la mía...".
El juez Iribarren procesó a Nelson Silva Siqueira por "un delito de homicidio especialmente agravado" , quedando en libertad el joven al que pretendió involucrar en el hecho, a la vez que se dejó sin efecto la orden de captura que se había librado contra otro individuo, también inculpado por el asesino.
De acuerdo a lo que informara a LA REPUBLICA el jefe de Policía de Rivera, inspector principal Heriberto Fagúndez, sobre el destino del ahora procesado, dado el grado de alarma pública que generó el hecho, "por el momento lo vamos a mantener en Rivera. Le vamos a asignar una celda especial para evitar que el resto de los internos pueda agredirlo".
La población de Rivera vivió 24 horas de dolor e indignación y por momentos se pensó que este sería un caso más como los de Sheila López, Camila y Karen Daniela, aún sin resolverse. La pericia del Comando de Jefatura y el trabajo del personal de varias seccionales y grupos de apoyo fueron determinantes para que un asesino de niños fuera a la cárcel.
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