La profesión más antigua del mundo se renueva gracias a una decisión esta semana que abre la puerta al primer burdel legal de prostitución masculina en la historia de Estados Unidos.
El Shady Lady Ranch, un pequeño burdel a unos 240 kilómetros de Las Vegas (oeste de Estados Unidos) donde actualmente trabajan cuatro prostitutas mujeres, está recibiendo solicitudes a través de su página web para trabajadores de sexo masculino tras obtener el visto bueno de la junta local que otorga licencias a las meretrices.
"Mi esposa quería probar esto, así que dije: está bien", dijo Jim Davis, un arquitecto jubilado de 78 años, oriundo de California, que es dueño del burdel con su esposa desde hace 17 años. "No sabemos si va a funcionar o no, pero va a ser divertido averiguarlo".
Nevada es el único estado del país en el que la prostitución es legal, pero las leyes que lo rigen obligan a las trabajadoras sexuales a someterse a exámenes del cuello uterino.
El matrimonio Davis convenció a la junta estatal de Salud de que concediera una excepción y creara un examen de salud para los hombres, que consiste en pruebas de uretra.
La copropietaria del burdel, Bobbi Davis, de 55 años, ya recibió cientos de solicitudes y espera contratar a uno o dos prostitutos a fin de mes.
Varios acompañantes masculinos y estrellas porno enviaron sus curriculum vitae y fotos, pero Davis dijo que quiere a alguien capaz de encantar a las mujeres además de destacarse por su desempeño sexual.
"Tienen que ser capaces de reírse de las bromas de una dama", dijo Davis.
Los Davis buscan hombres heterosexuales que agraden a las mujeres y afirman que si la clientela que busca prostitución masculina resulta estar conformada mayoritariamente por otros hombres, dejará de ofrecer el servicio.
Las muñecas inflables pertenecen al pasado: de talla humana, inteligencia artificial y piel sintética que imita a la de una mujer, Roxxxy fue presentada este sábado como primicia mundial en la exposición de productos para adultos del salón AVN de Las Vegas (Nevada, oeste) por la firma TrueCompanion.
Roxxxy, mide 1,73m de altura y pesa 54 kilos, posee órganos sexuales artificiales y un esqueleto articulado que es posible mover como el de un ser humano, aunque no puede caminar ni moverse de manera autónoma.
"Es una verdadera compañera. Tiene personalidad. Escucha y entiende. Habla y siente cuando uno la toca. Duerme. En síntesis, tratamos de reproducir todas las características de una personalidad humana", afirma Douglas Hines, un ingeniero que trabajó en inteligencia artificial para los laboratorios Bell antes de crear a Roxxxy.
Ella está disponible en cinco personalidades, entre ellas "Wild Wendy", de carácter aventurero y extrovertido; "Frigid Farrah", reservada y tímida; "Mature Martha", maternal y "S&M Susan", la dominadora.
Los clientes pueden personalizar su modelo, eligiendo por Internet el color de la piel de Roxxxy, de sus cabellos e incluso sus medidas.
La empresa prevé asimismo diseñar pronto un muñeco-robot.
En Estados Unidos y Europa, este "juguete sexual" de lujo, cuesta entre 7.000 y 9.000 dólares, según las opciones.
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