Las eléctricas han pedido formalmente al Gobierno, a través de su
patronal (Unesa), que aumente un 10% las tarifas de acceso en el recibo
de la luz doméstico a partir del próximo 1 de enero. Esto supondría un
encarecimiento de al menos un 5% de la factura en 2013, ya que los
peajes fijan la mitad del precio final que paga el consumidor.
La otra mitad corresponde al precio de la energía en el mercado
mayorista de electricidad, que se fija de forma trimestral mediante
subasta entre comercializadoras. La próxima de estas pujas,
precisamente, se celebra mañana. Los expertos apuntan a un repunte del
precio de la electricidad de en torno a un 8%, lo que se traduciría en
un incremento del 4% en el precio del recibo.
La patronal advierte de que sólo mediante una subida de la parte
regulada de la factura se lograría subsanar el agujero económico del
sector. Las eléctricas prevén que el desvío entre ingresos y gastos del
sistema se disparará este año hasta los 4.839 millones de euros, muy por
encima de los 3.452 millones calculados por Industria y más del triple
del límite legal para este ejercicio, fijado en 1.500 millones.
Sin embargo, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel
Soria, ha propuesto a la Comisión Nacional de la Energía (CNE)
'congelar' los peajes en 2013, de forma que el precio de la factura sea
únicamente determinado por el mercado.
No obstante, Industria está trabajando en la creación de un recibo de
la luz progresivo que penalice a quienes consuman un 10% más de la
media, dentro de la escala de potencia eléctrica que tengan contratada.
Este modelo de factura, que aún no ha sido aprobado, supondrá un
incremento del precio de la luz de entre un 3% y un 7%, según denuncian
las asociaciones de consumidores.
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