A Tito Vilanova le disgustaba que le preguntaran por su salud desde que el 22 de noviembre del año pasado fue operado de la glándula parótida en la Vall d'Hebrón.
El entrenador del Barcelona había conseguido con sus respuestas y
actitud que la mayoría de personas de su entorno barcelonista dejara de
preocuparse por la enfermedad que le llevó al quirófano e incluso la
dieran por olvidada cuando el 27 de abril aceptó sustituir a Pep Guardiola como técnico del Barça.
Actuaba con absoluta normalidad y, de vez en cuando, confesaba: “Acabo
de ir al taller y me han dicho que bien”. El domingo incluso participó
en la Maratón solidaria de TV-3 dedicada al cáncer. “Lo que hoy es
importante, mañana no lo es. Nada es suficientemente importante”, afirmó
quien tiene como máxima en la vida: “Vive y deja vivir”.
Así ha sido durante mucho tiempo, meses en que su equipo se ha
convertido en el protagonista del mejor arranque en la historia de la
Liga (15 victorias y un empate) y se ha clasificado para los octavos de
final de la Copa del Rey y de la Champions, cuyo sorteo se
celebra hoy. Hasta el pasado martes, cuando en uno de los controles
médicos habituales a los que se sometía, se observaron anomalías que
requerían una mejor exploración, la que se hizo ayer. Al igual que ya
pasó cuando fue operado en noviembre, el mismo día en que el equipo
partía para Milán, Vilanova pidió la máxima discreción hasta que no
mediara un comunicado médico. Ayer, sin embargo, no fue posible guardar
el secreto, a pesar de que no lo sabían ni los jugadores.
Ocurrió que por la mañana el club anunció mediante un comunicado que
quedaban suspendidos la mayoría de actos navideños que tenía anunciados,
como la comida anual con la prensa y la posterior conferencia del
presidente, Sandro Rosell, así como la cena de los trabajadores del club
con el consejo directivo. No se especificaban los motivos, sino que el
consejo directivo se remitía a un posterior comunicado. A la espera de
la nota, las especulaciones se sucedieron, algunas referentes a
futbolistas y otras a la institución, hasta que se supo que el
entrenador volvía a tener problemas de salud. Las ediciones digitales de
los periódicos y las redes sociales empezaron a recoger mensajes de
instituciones, como el Madrid,
y de deportistas, solidarizándose con Vilanova —su hijo Adrià agradeció
el interés por Twitter—, mientas la directiva se mantenía en silencio
para respetar la voluntad del técnico.

El parte fue divulgado al mismo tiempo que el propio Vilanova se
encontraba en la Ciudad Deportiva Joan Gamper para informar de su
recaída a la plantilla. A las 19.50, finalmente, comparecieron el
presidente, Sandro Rosell, y el director deportivo, Andoni Zubizarreta,
para dar explicaciones sobre los planes del club. “Queremos expresar
nuestro apoyo incondicional a la familia. Estamos convencidos de que
volverá pronto. Ahora precisa de tranquilidad. El club se siente fuerte,
unido y con capacidad para superar cualquier adversidad”, proclamó
Sandro Rosell, mientras el director deportivo confirmaba que el segundo
entrenador, Jordi Roura, se hace cargo del equipo, que el sábado juega
en Valladolid. Roura tiene 45 años y le hizo debutar Johan Cruyff con el
Barça en 1988. Jugó diez partidos y una lesión de rodilla en Milán le
apartó del club azulgrana. La entidad procuró proceder con la misma
naturalidad deportiva con la que sustituyó en circunstancias opuestas a
Guardiola. Zubizarreta entiende que es la mejor manera de respetar el
modelo y de reiterar el protagonismo del staff técnico y de los jugadores, cuyos capitanes estuvieron en la rueda de prensa de Zubizarreta y Rosell.
Vilanova tardó dos semanas en reincorporarse cuando fue operado en
noviembre, plazo que invita a los portavoces del club a desmentir que
hayan contactado con técnicos como Luis Enrique o Guardiola o se hayan
planteado recurrir a Eusebio, entrenador del filial. La alternativa es
ahora Roura y Aureli Altimira. “El entrenador es Tito”, subrayó
Zubizarreta.
El impacto de la noticia sobre la enfermedad de Vilanova fue tan tremendo en el barcelonismo, que todavía festejaba la renovación de Messi, Puyol y Xavi
anunciada el martes. El club no tenía conocimiento de la recaída del
técnico cuando comunicó la continuidad del 10 y de los capitanes.
La última vez que el técnico entró en el quirófano, en noviembre de
2011, aseguró: “Mi única preocupación eran mis dos hijos”. Hoy volverá a
la sala de operaciones y seguramente sus jugadores recordaron lo que el
entrenador dijo en la presentación del equipo cuando se refirió a
Abidal: “Tu lucha es nuestra fuerza. Te esperaremos lo que haga falta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario