El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha reducido sus apariciones televisivas desde que hace tres meses se sometió a una operación por un cáncer. La enfermedad lo ha obligado a cambiar hábitos de vida y trabajo y ha abierto interrogantes sobre su estrategia de comunicación de cara a los comicios de 2012. Sin embargo, su popularidad no se ha resentido. Todo lo contrario, goza de una envidiable salud.
Según una reciente encuesta de GIS XXI, un 59,3% de los venezolanos calificó la actual gestión del presidente como 'buena o muy buena' frente al 22,2% que la considera 'regular' y el 18,2% que la juzga de 'mala o muy mala'. Esto significa un 4,8% más desde junio, cuando el mandatario anunció en La Habana que había sido operado de un tumor canceroso. Otro estudio reciente de la empresa Hinterlaces le da a Chávez una aprobación del 58%, lo que significa 4% más que hace dos meses.
Con casi 2.000 cadenas conectadas obligatoriamente en el momento de sus intervenciones y más de 1.300 horas en los receptores (datos del Comité para la Protección de Periodistas), Chávez ha sido durante doce años el rey de la pequeña pantalla, a la que convirtió en herramienta imprescindible de gobierno.
Un cáncer operado el 20 de junio y revelado diez días después obligó al presidente venezolano a bajar el ritmo y a adquirir rutinas más saludables como dormir más, comer mejor y aparcar la omnipresencia mediática a la que había acostumbrado a los venezolanos.
"Ese es un Chávez que ha quedado en el pasado porque, de lo que uno le intuye a él en todo lo que ha dicho, bueno, ese era un Chávez que no se respetaba a sí mismo", dijo Jesse Chacón, ex ministro de Comunicación del gobernante.
'El estilo de campaña del presidente va a cambiar, de eso no hay duda. Debe superar el personalismo y buscar nuevas técnicas'
Para el también director de la encuestadora GIS XXI, la enfermedad ha planteado una "reflexión" a un Chávez que no es "distinto", sino adaptado "a la nueva realidad", y que está fomentado un gobierno "más colectivo". "Me imagino que va a tener que aprender a construir un discurso donde en menor tiempo pueda concretar mucho más", consideró Chacón.
La enfermedad ha impedido a Chávez encabezar actos de gobierno prolongados; usa más la red social Twitter y aparece en la televisión estatal habitualmente a primera hora de la mañana y, en muchas ocasiones, vía telefónica.
Después de 12 años en el aire, su espacio 'Aló Presidente', buque insignia de su estrategia de comunicación con 375 programas, apenas salió siete veces al aire en 2011 y ha desaparecido de la parrilla después del cáncer.
"Aunque Chávez hace un esfuerzo importantísimo para no generar vacío comunicacional, hay un vacío de Chávez porque él acostumbró a la población a su presencia permanente", señaló por su parte el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.
"Y eso que fue su valor es hoy su máxima debilidad", continuó, tras subrayar, que, de momento, los cambios no han revertido en una disminución de la popularidad del presidente que roza el 60%.
El sector académico ha advertido también los cambios de comunicación gubernamentales por la enfermedad de Chávez, que se ha sometido a cuatro ciclos de quimioterapia.
El coordinador del programa de comunicación política de la Universidad Católica Andrés Bello, Andrés Cañizález, se cuestiona cómo pueden afectar los cambios en un Ejecutivo basado en un "decisionismo mediático", donde no solamente el presidente "interviene mucho, sino que toma las decisiones de política pública desde el espacio televisivo".
"El gobierno corre el riesgo que en este cambio que estamos viviendo se perciba que no está trabajando tanto", dijo a Efe el investigador. Cañizález destaca también la "diversificación" de los portavoces oficiales que ha provocado la convalecencia de Chávez y que ha dado protagonismo a ministros que tenían un papel secundario en las transmisiones televisivas.
Pero la pregunta que todos se hacen es si estos cambios se mantendrán de cara a la campaña para las presidenciales del 7 de octubre de 2012, en las que Chávez ha prometido sacar la "caballería", aunque ha reconocido que va a apoyarse más en las nuevas tecnologías.
Para el politólogo Nicmer Evans, profesor de la escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela, "el estilo de campaña del presidente va a cambiar, de eso no hay duda". Evans cree que Chávez dejará atrás la estrategia de "presencia permanente" y que la campaña "debe superar el personalismo" para buscar "nuevas técnicas" que involucren a un Gobierno "en equipo".
"Si la vida cotidiana puede regresar, las probabilidades de que Chávez vaya a donde le ha funcionado permanentemente, a la fuerza, a la campaña, a la calle, crecen", apuntó León.
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