WASHINGTON-. EEUU mantiene una "guerra encubierta" en Yemen contra objetivos relacionados con Al Qaeda, a los que ataca mediante aviones no tripulados aprovechando el vacío de poder en el país, según ha asegurado hoy el diario ‘The New York Times’.
La campaña secreta estadounidense se nutre de los enfrentamientos que han herido y alejado del país al presidente, Alí Abdalla Saleh, ingresado en un hospital en Arabia Saudí, según el rotativo, que cita fuentes del Gobierno estadounidense.
Ante la escalada de violencia relacionada con las protestas populares, las tropas yemeníes que habían estado luchando contra milicias de Al-Qaeda en el sur han vuelto a la capital, Sana´a, indica el rotativo norteamericano.
En ese escenario, el Gobierno de Obama "ve los ataques aéreos como una de las pocas opciones que le quedan para evitar que los militantes consoliden su poder", agrega el diario.
La campaña está liderada por el Mando Especial de Operaciones Conjuntas del Pentágono y coordinada con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y se dirige desde un puesto de control en Sana´a que recibe la información de inteligencia sobre los objetivos.
La CIA considera que el brazo de Al-Qaeda en la Península Arábiga presenta el mayor riesgo inmediato para EEUU, más aún que las acciones que puedan tomar los líderes de la organización armada, escondidos supuestamente en Pakistán.
Los bombardeos supondrían el fin de una tregua de casi un año de duración en los ataques aéreos estadounidenses en Yemen, paralizados ante las denuncias de que algunas de las misiones habían fallado en sus objetivos y provocado muertes de civiles.
Según un alto funcionario del Pentágono citado por el New York Times, la persecución a objetivos de Al-Qaeda se ha complicado por el hecho de que sus militantes se han mezclado con otros rebeldes y con quienes protestan contra el Gobierno.
La campaña secreta estadounidense se nutre de los enfrentamientos que han herido y alejado del país al presidente, Alí Abdalla Saleh, ingresado en un hospital en Arabia Saudí, según el rotativo, que cita fuentes del Gobierno estadounidense.
Ante la escalada de violencia relacionada con las protestas populares, las tropas yemeníes que habían estado luchando contra milicias de Al-Qaeda en el sur han vuelto a la capital, Sana´a, indica el rotativo norteamericano.
En ese escenario, el Gobierno de Obama "ve los ataques aéreos como una de las pocas opciones que le quedan para evitar que los militantes consoliden su poder", agrega el diario.
La campaña está liderada por el Mando Especial de Operaciones Conjuntas del Pentágono y coordinada con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y se dirige desde un puesto de control en Sana´a que recibe la información de inteligencia sobre los objetivos.
La CIA considera que el brazo de Al-Qaeda en la Península Arábiga presenta el mayor riesgo inmediato para EEUU, más aún que las acciones que puedan tomar los líderes de la organización armada, escondidos supuestamente en Pakistán.
Los bombardeos supondrían el fin de una tregua de casi un año de duración en los ataques aéreos estadounidenses en Yemen, paralizados ante las denuncias de que algunas de las misiones habían fallado en sus objetivos y provocado muertes de civiles.
Según un alto funcionario del Pentágono citado por el New York Times, la persecución a objetivos de Al-Qaeda se ha complicado por el hecho de que sus militantes se han mezclado con otros rebeldes y con quienes protestan contra el Gobierno.
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