Diciembre de 2010. Cliente: "Hola. He visito un anuncio en internet de un piso que está en venta en Madrid, en la zona de Chamartín, más concretamente en Santo Domingo. Cuesta 360.000 euros. ¿Cuándo podría acercarme a verlo?". Inmobiliaria: "No, no se puede ver". P.: "¿Cómo que no se puede ver?". I.: "Pertenece a un banco". P: "¿Cómo voy a comprar una vivienda sin verla?" I.: "Es una de las condiciones. Por eso, el precio es tan bajo". Conversación real –primera toma de contacto- entre un potencial comprador de casa y el responsable de una agencia inmobiliaria. Si usted también está buscando vivienda, podría toparse con la misma situación. ¿Qué significa?
La crisis económica, focalizada principalmente en el sector inmobiliario, está volteando el mercado de la vivienda hasta extremos casi esperpénticos. Lo último, la venta de casas 'invisibles' por parte de las entidades financieras. Éstas han colgado el cartel de 'Se vende' a pisos que ya les pertenecen judicialmente, pero de los que no tienen las llaves. Los potenciales compradores no pueden verlos. Estas operaciones inmobiliarias 'a ciegas' y de elevado riesgo conllevan como contrapartida jugosos precios.
La banca comercializa pisos que le pertenecen judicialmente, pero de los que no tienen llaves
Estas viviendas han sido bautizadas como 'Inmuebles sin posesión'. Traducido al lenguaje de la calle, inmuebles embargados y adjudicados a la banca tras una subasta judicial en trámite de adquisición por entidades financieras. Bancos y cajas de ahorros, apremiando el factor tiempo, no han dudado en hacer un hueco especial a este nuevo segmento de casas en sus escaparates. Es el caso de CatalunyaCaixa, que en la web de su filial inmobiliaria –CX Inmobiliaria-, ha abierto una pestaña para 'Inmuebles sin posesión' especificando que "Todavía no disponemos de llaves".
Marzo de 2011. Segunda toma de contacto entre la misma inmobiliaria y el mismo cliente, pero ahora llama el vendedor. Inmobiliaria: "Hola. ¿Usted llamó para preguntar por el piso de Santo Domingo de 80 metros cuadrados, tres habitaciones y dos baños hace unos meses, verdad?". Cliente: "Sí, así es". I.: "¿Sigue interesada? Le informamos de que su precio ha bajado a 310.000 euros. Eso sí, continúa sin poder verse". P.: "Entonces, le digo lo mismo que hace meses. ¿Cómo voy a comprarme mi futuro hogar sin haberlo visto antes? Sólo como inversión creo que podría arriesgarme a adquirirlo, pero en mi caso, para vivir, no. Muchas gracias".
'Sólo como inversión creo que podría arriesgarme a adquirirlo, pero en mi caso, para vivir, no. Muchas gracias'
Con esta práctica de venta de pisos 'invisibles', las entidades financieras buscan aligerar lo antes posible la gran losa que supone los inmuebles ya ejecutados en sus balances. Antes, incluso, de disponer de su posesión efectiva, que es cuestión de tiempo, pero cuyos desahucios a veces puede alargarse durante más de un año-. Como gran gancho para captar compradores, estos inmuebles "en proceso de posesión" en manos de la banca salen al mercado a precios mucho más que interesantes.
Un gancho en forma de chollo con alto riesgo que, sin duda, también da sus frutos. "Son siempre de segunda mano y provienen de adjudicación judicial. Algunas de estas casas también se venden, aunque no es el producto más demandado", especifican desde CatalunyaCaixa, donde este tipo de pisos en venta representan ya el 12% de su cartera inmobiliaria total. La caja catalana apunta que el comprador de este tipo de inmuebles suele ser alguien que conoce la vivienda como un vecino, "que asume el posible estado de la misma". "Los inversores domésticos, particulares, familiares y vecinos", principales demandantes en este mercado.
Inversores domésticos, particulares, vecinos y familiares, principales demandantes
A la hora de adquirir estas casas 'invisibles' desde CatalunyaCaixa se indica que no se firma un contrato habitual de compraventa, sino un documento que "prevé esta salvedad" especial y el plazo de entrega de la vivienda "depende de cada caso e incluso de la comunidad autónoma, de la agilidad del juzgado que gestione la posesión judicial". La entidad anima a los posibles interesados en comprar vivienda en que "no duden en buscar estas casas ya que es donde mejores ofertas se pueden encontrar actualmente".
Desde el punto de vista jurídico, la abogada Itzíar Echeandía, del despacho Echeandía y Alevito, aconseja a los que se decanten por acceder una casa través de esta novedosa fórmula que dejen asesorar previamente por un profesional. "Entre los riesgos a los que se expone el comprador está el que el ocupante del inmueble cuente con un título que le legitime para residir ahí como pudiera ser un contrato de alquiler", afirma Echeandía.
No se firma un contrato habitual de compraventa, sino un documento que 'prevé esta salvedad'
De darse esta situación, señala Echeandía, "el nuevo propietario de la casa se vería obligado bien a esperar a que expirara el contrato de arrendamiento -un plazo que podría alargarse hasta cinco años- o bien a intentar su resolución anticipada previa indemnización al inquilino o, en su caso, esperar a que éste incumpliera alguna de sus obligaciones contractuales –como pudiera ser el pago de la renta-, lo que daría pie a instar la resolución contractual".
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