La Asociación para la gestión de Barcelona Decideix, que prepara una consulta para el próximo 10 de abril en la capital catalana, han denunciado la "baja calidad democrática" del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona.
Varios miembros de la entidad han lamentado el acoso que están sufriendo en la campaña realizada en la ciudad en los últimos meses para buscar el máximo de participación en la consulta ya que, según ellos, han sufrido multas por ocupar espacio público teniendo permiso o desalojos por parte de la Guardia Urbana.
En palabras del portavoz de Barcelona Decideix, Alfred Bosch, la "gota que colma el vaso" es la carta de rechazo que les ha hecho llegar el Ayuntamiento a instalar unas 400 banderitas en diversas calles principales de la ciudad para fomentar la participación. "Nos han hecho perder votos" destacó Bosch que más que el perjuicio económico lamentó que no podían poner estas banderas en vías por las que pasan cientos de miles de vehículos y personas.
Por eso, Barcelona Decideix ha presentado un recurso administrativo contra la decisión municipal para conseguir que el tribunal les dé la razón. Son conscientes de que, cumpliendo los términos judiciales y en el caso de una resolución favorable, la asociación tendría dificultad para poner las banderas ya que "se requiere ordenar su estampación y colocación y tenemos poco tiempo". Pese a esto, consideran que la negativa municipal es "un abuso gravísimo" que vulnera derechos fundamentales como la discriminación por cuestiones ideológicas o la libertad de expresión.
El Consistorio argumento su negativa a ceder la vía pública para ubicar las banderas destacando que la convocatoria de la consulta era un "acto político" y que sólo se podía poner "propaganda política" dentro de la campaña electoral.
Barcelona Decideix ha negado que fuesen un partido o entidad política y se han remitido sólo a su voluntad de hacer una consulta popular sobre un hecho en concreto. Además, también lamentaron que el Ayuntamiento inicialmente era partidario de ceder las calles para ubicar las banderas aunque finalmente, a finales de febrero, lo rechazó por carta.
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