Como si fueran trofeos. Así mostraron dos soldados estadounidenses su hazaña de asesinar a niños y otros civiles inocentes en una incursión en la ciudad afgana de Kandahar llevada a cabo el año pasado. La revista alemana 'Der Spiegel' ha sacado a la luz este lunes tres instantáneas donde aparecen los jóvenes soldados estadounidenses Jeremy Morlock y Andrew Holmes, en fotos diferentes, agarrando las cabezas de un pequeño afgano muerto tras el ataque.
Ambos se muestran sonrientes mientras se jactan de su cometido. Según una fuente de la revista alemana, los militares levantaron la camiseta del pequeño para mostrar que no tenía bombas adheridas a su cuerpo. Tras hacerse la fotografía le lanzaron una granada al tiempo en que sus compañeros abrieron fuego. Cuando informaron sobre el incidente a sus superiores, los soldados afirmaron que este hijo de granjero les amenazó con la granada.
El Ejército estadounidense se ha apresurado a condenar las instantáneas en un comunicado emitido por el coronel Thomas Collins, en el que se disculpa por el sufrimiento que las imágenes hayan podido ocasionar. "Las fotografías son repugnantes para nosotros como seres humanos y contrarias a las normas y valores del Ejército estadounidense", reconoce.
Según el comunicado, los presuntos autores de esta barbarie son un grupo de soldados que están acusados de varios asesinatos y cuyos consejos de guerra comenzarán este miércoles. En total son 12 los militares que serán juzgados. Entre ellos se encuentran los marines que aparecen posando junto a los cadáveres de los pequeños.
"Las fotos suponen un contraste con la disciplina, el profesionalismo y el respeto que han caracterizado la labor de nuestros soldados durante casi 10 años de operaciones sostenidas", afirmó el coronel Collins en el comunicado.
'El equipo asesino'
De esta manera se hacían llamar los autores de esta matanza de civiles retratada. Los miembros de 'el equipo asesino' están a la espera de ser juzgados en Seattle por estos hechos. Según indica 'The Guardian', los militares implicados se dedicaban a mutilar los dedos de sus víctimas, además de quedarse con sus dientes como trofeo.
Uno de los protagonistas de las fotos, Jeremy Morlock, ha confirmado su disposición a declarar en contra de sus compañeros para que le sea reducida la pena a un máximo de 24 años de prisión, y ha apuntado a su superior, el sargento Calvin Gibbs, como el culpable de las barbaries del grupo. El juicio comenzará este miércoles y el joven de 22 años de edad se declarará culpable del asesinato de tres civiles afganos.
Este hecho trae reminiscencias de las imágenes de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, Iraq, cuando entre 2003 y 2006 se mostró la manera en que algunos contratistas estadounidenses y miembros de la CIA abusaban de los prisioneros mientras se jactaban en las instantáneas.
Se desconoce cómo la revista alemana consiguió publicar las fotografías, ya que un juez militar había prohibido su difusión por formar parte de las investigaciones en contra de los acusados. Desde 'Der Spiegel' indican que se han publicado tres instantáneas de las 4.000 imágenes y vídeos que poseían gracias a una investigación que duró cuatro meses.
A pesar de las disculpas del Ejército estadounidense, la OTAN teme que el sacar a la luz estas imágenes pueda desencadenar hechos violentos en Afganistán. Por esta razón, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton se apresuró a telefonear a su homólogo en Afganistán para tratar de solucionar la situación, que pone en peligro las pretensiones estadounidenses de instalar bases militares permanentes en Afganistán.
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