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martes, 22 de marzo de 2011

Los españoles que vienen de Japón no están contaminados

Por fin llegan a España, después de más de un día de viaje y haciendo escala en Bangkok. En total, aterrizan 154 personas: 79 son españoles y el resto cónyuges japoneses y pasajeros procedentes de otros países de la Unión Europea y también de Brasil. En las maletas traen sus vivencias tras el tsunami y los terremotos y ahora, ya en tierra española, un equipo de especialistas ha comprobado si de Japón también traen contaminación radiactiva.

Según ha declarado Carmen Amela, directora general de Salud Pública, a ELMUNDO.es, "no se ha encontrado ningún indicio de contaminación en ningún viajero, ni en su ropa, ni en el equipaje ni en el avión". Durante el vuelo, explica, se les ha pasado un cuestionario para conocer la zona geográfica de donde proceden en Japón y si tienen síntomas relacionados con la contaminación, como náuseas, vómitos... "Ninguno vivía a menos de 100 kilómetros y ninguno presentaba síntomas".

Una vez en tierra, tal y como estaba previsto en el protocolo para la vigilancia radiológica, establecido por el Ministerio de Sanidad y el Consejo de Seguridad Nuclear, tenían la posibilidad de someterse a una medición radiológica. No era una cuestión obligatoria, sino de carácter voluntario. En total, 119 viajeros se han sometido a esta prueba, incluida casi la totalidad de los niños (36). El resto ha ejercido su derecho a negarse. "Ha salido todo bien. Nos han pasado un aparato alrededor del cuerpo, pero no ha dado positivo. No se tarda más de tres minutos", explica Paco Valdés, una de las personas que ha regresado de Tokio en el avión fletado por el gobierno español.

"He venido con mi hijo. Mi mujer se ha quedado allí trabajando. Más que miedo a los terremotos (que hemos vivido muchos en 20 años), lo que tenemos es respecto a la radiactividad. Si dentro de unos años mi hijo tiene cualquier problema no quisiera preguntarme si fue por culpa de la radiactividad. Si te puedes ir, te vas; y eso hemos hecho", cuenta Paco.

Duchas y ropa preparadas

El procedimiento de medición es sencillo. Un equipo de 20 inspectores (entre ellos cuatro médicos de Sanidad Exterior) recorren con un detector la superficie del cuerpo (incluida la ropa), deteniéndose especialmente en el cabello, las extremidades o la glándula tiroides. Con aparatos parecidos se han realizado las mediciones del equipaje y el avión. Como "no hemos encontrado ningún indicio, no ha hecho falta hacer nada más", puntualiza Amela, no sólo como directora general de Salud Pública, también como médico. "Habíamos habilitado duchas y teníamos una habitación con ropa. Si hubiéramos encontrado algún indicio de contaminación, les habríamos facilitado ducha y ropa para después repetir la medición".

En caso de que los niveles de contaminación persistieran, el siguiente paso habría sido "programar una revisión más adelante en un contador de radiactividad corporal para medir una posible contaminación interna", explica el CSN en un comunicado. Finalmente, esto no ha sido necesario, ya que ni siquiera "hemos encontrado valores de radiación externa", detalla la doctora Amela. "Sí hemos observado que todos estaban muy cansados. Es normal, después de un viaje de 30 horas...". Algunos incluso más, ya que ahora se dirigen a otras ciudades como Oviedo o Murcia.

Para cualquier duda que tengan las personas procedentes de Japón, el Ministerio de Sanidad pone a su disposición un número de de teléfono de información (901 400 100) y una dirección de correo electrónico (oiac@mspsi.es).

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