El ahorro de energía se ha convertido en uno de los grandes temas de actualidad desde que el gobierno abrió el fuego con el autopistazo del viernes. Todas las medidas de ahorro están destinadas a rebajar el consumo de combustible y los derivados del petróleo. La dependencia energética española es una de las mayores, pues el el 84% de la energía primaria tenemos que importarla. Y todo es básicamente petróleo y otros hidrocarburos.
Pero esa adicción al petróleo proviene especialmente de sectores como el transporte, que es totalmente dependiente de los combustibles fósiles. En otros campos, como la generación de electricidad, España es mucho menos dependiente del exterior. Cerca de la mitad de la electricidad que producimos y gastamos proviene de fuentes auctóctonas: las energías renovables.
Según datos de Red Eléctrica de España, la compañía que opera el sistema eléctrico español, en lo que llevamos de 2011 el 38% ha provenido de fuentes verdes, es decir la eólica, la hidráulica y la fotovoltaica. Y ni siquiera es un récord, pues en realidad esa cifra supone un 2% menos que en el mismo periodo de 2010, cuando se llegó al 40%.
La gráfica de la generación eléctrica en 2011 muestra que la eólica supuso un 17% en estos dos primeros meses, la hidráulica un 19% y la solar un 2%. Por contra, el gas natural se quedó en el 21%. Sumando el 21% del ciclo combinado de gas, el 1% del fuel-gas, el 9% del carbón y el 11% de la cogeneración, los hidrocarburos llegan a un 42%. De este modo, la electricidad renovable prácticamente empata con la electricidad producida con petróleo y similares.
El gas se está quedando fuera
El mapa de enero y febrero de 2011 es consecuencia del enorme crecimiento que ha tenido la potencia eólica en España. Pese a que permanece la idea en muchas personas de que las renovables tienen un papel testimonial o son cosa del futuro, lo cierto es que, desde hace años, la capacidad de producción de electricidad con renovables en España roza cifras de récord y es una realidad presente. .
En momentos puntuales, la eólica ha supuesto más del 54% de la electricidad producida en España en ese instante. De hecho, a España le sobra capacidad de generación eléctrica.
Por ejemplo, aunque se ha convertido en un mito repetido por muchas voces, no es cierto que España compre energía a Francia. Al contrario, es nuestro país el que tiene un saldo neto anual exportador con el país vecino. España, según datos de Red Eléctrica de España, acaba el año habiendo enviado más electricidad a Francia de la que recibe de ella en los intercambios diarios necesarios para la operación del sistema.
España ha aumentado tanto su capacidad de producción eléctrica que tiene que apagar molinos eólicos, sobre todo de noche, porque sobra esa energía. Ese es uno de los motivos por lo que se habla tanto últimamente del coche eléctrico. Tener millones de esos vehículos permitiría cargarlos con la electricidad sobrante de origen renovable y evitaría que gastaran petróleo. La capacidad eléctrica existe ya, son los coches y sus baterías los que no están desarrollados aún del todo aseguran los expertos.
Precisamente este aumento de capacidad de generación eléctrica con eólica, unido a otros elementos, esto, unido a otros elementos, ha supuesto grandes cambios en el sector de generación eléctrica. En los tres últimos años, debido a la crisis económica, la demanda de energía eléctrica ha bajado en España en cifras cercanas al 10%. Al mismo tiempo, ha habido buenos años hidráulicos, con lo que las presas han producido bastante. Y a ello se suma que la eólica, en continuo ascenso, ha estado en cifras medias superiores al 15% en el total del año.
Todo ello ha hecho que algunas tecnologías como las de carbón, fuel y gas se estén quedando fuera del sistema. Hay que tener en cuenta que la nuclear, por su características técnicas, nunca se desenchufa y siempre está produciendo. En el mix eléctrico siempre entra la nuclear por motivos técnicos y, después por obligación legal para impulsar las energías autóctonas y libres de CO2, entran las renovables. De este modo, son los derivados del petróleo los que están perdiendo hueco en el mix de generación. Muchas inversiones realizadas en los últimos años en el sector del ciclo combinado de gas afrontan ahora con incertidumbre el futuro. Las plantas térmicas han tenido que estar paradas muchas más horas de las previstas cuando se construyeron, explican fuentes del sector eléctrico.
Algunos defensores de las renovables entienden esto como una de las claves de la reciente oposición a las energías limpias que empieza a notarse en algunos foros.
Que el desarrollo de las renovables está siendo ralentizado recientemente se puede comprobar si se observa que el Ministerio de Industria ha frenado el desarrollo de la fotovoltaica aprobando una reforma retroactiva de las primas a esta energía solar. Reforma que ha sido muy criticada en su paso por el Senado, como puede apreciarse en esta intervención del senador Pere Sampol.
Los defensores de la renovable consideran que los sectores tradicionales tienen miedo a que un desarrollo de la fotovoltaica similar al que ha tenido la eólica deje fuera del mercado a las tecnologías basadas en hidrocarburos, como, en cierto modo, ya está pasando.
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