La cámara que lo cambió todo

Esta semana llega por fin a España la videocámara de bolsillo Flip, un pequeño dispositivo de bajo precio especializado en grabar vídeo que ha transformado el mercado de la imagen, al menos en el apartado de consumo.

La historia de la cámara es curiosa. Fue una idea, en 2006, de una pequeña empresa llamada Pure Digital Technologies. Pure vendía cámaras digitales de usar y tirar -o tirar antes de usar, si tenemos en cuenta la calidad que conseguían las imágenes- en grandes superficies estadounidenses. Estas cámaras eran baratas y tenían capacidad para un centenar de fotografías. Se vendían a bajo precio y el negocio estaba en el proceso de 'revelado'. Las fotos no podían volcarse en el PC sino que la cámara se llevaba a la tienda para obtener la copia en papel y un CD con la imagen digital. La tienda reciclaba las cámaras -limpiaba la memoria- y las ponía de nuevo a la venta.

Uno de los productos de mayor éxito de Pure, sin embargo, era una cámara de vídeo muy simple, bautizada como Dakota. La idea era similar a la de las cámaras de imagen simple. El usuario grababa con ella hasta que se acababa la memoria y después iba a la tienda para obtener el DVD con el resultado. La propuesta funcionaba porque muchos usuarios no querían gastar dinero en una cámara de vídeo digital de grandes prestaciones. Sólo querían un dispositivo sencillo con el que grabar una boda, un cumpleaños o la función del colegio de los niños.

Pure vio en seguida un mercado importante gracias al auge de plataformas de vídeo 'online' como Youtube. Las cámaras de fotos entonces grababan vídeos de baja calidad y por tiempo limitado, la alternativa (las cámaras DV) eran caras y complejas para muchos usuarios, así que lanzó una versión actualizada y de mayor calidad de Dakota, bautizándola como Flip y con un precio inferior a 200 dólares. Utilizaba pilas AA y guardaba en memoria una hora de vídeo VGA. La clave de la cámara es que codificaba el vídeo en un formato legible para el ordenador y tenía incorporada una conexión USB. Bastaba con grabar -y era extremadamente sencillo hacerlo- conectar y subir a Youtube.

Éxito instantáneo

La Flip se colocó en los primeros puestos de venta de Amazon al poco de salir y se ha mantenido allí desde entonces en sus diferentes versiones. El gigante Cisco compró la empresa en el año 2008 y lo más interesante es que ha obligado a toda la industria a cambiar de dirección. Creative y Kodak no tardaron en lanzar sus propias propuestas -ambas disponibles en España desde hace tiempo-. Sanyo encontró un nuevo ángulo para su plataforma Xacti.

Hay tres problemas a los que se enfrentan ahora este tipo de cámaras. El primero es el avance del teléfono móvil. Flip graba ahora con calidad HD -720p- pero muchos de los teléfonos de gama alta de los últimos años también lo hacen. Las videocámaras dedicadas suelen tener pequeñas ventajas -mejores sensores, mejores micrófonos- pero como siempre la comodidad de tener la grabación de vídeo en un dispositivo que llevamos siempre encima puede con estas ventajas.

El segundo es el avance de las cámaras compactas. Ahora prácticamente todas graban con calidad HD, en algunos casos 1080p, y su precio ha bajado considerablemente.

El tercero, bastante relacionado, es la mejora en la grabación en vídeo de las cámaras réflex, que permiten usar diferentes ópticas para conseguir profundidades de campo específicas y encuadres que hasta ahora estaban limitados a las cámaras de vídeo de gama alta. Para los amantes del vídeo doméstico son una propuesta más avanzada y completa.

Aún con todo, la propuesta de Flip -y sus clones- sigue siendo interesante para algunos usuarios. Encender, pulsar el botón de grabación, grabar y volcar al PC. Es sin duda la videocámara más sencilla del mercado y a veces eso es precisamente lo que se echa de menos en los productos de electrónica de consumo.