Los Agentes Rurales han calculado que este año, entre el 1 de junio y el 8 de agosto, han ardido 164,33 hectáreas de arbolado y 118,83 no arboladas, en un total de 170 incendios, mientras que el año pasado por esta época se habían alcanzado los 278 incendios.
Los fuegos más importantes de este verano se han concentrado en la última semana de julio, concretamente en Vilopriu (Girona), Viladecans (Barcelona) y Tarragona, que en total casi alcanzan casi las 200 hectáreas de vegetación agrícola y forestal quemada.
El de Vilopriu calcinó en total 124 hectáreas y se tardó aproximadamente tres días en controlarlo. Además, obligó a desalojar a más de un centenar de personas del núcleo de Gaüses y de una casa de colonias, aunque no hubo heridos.
El fuego que afectó entre el 29 y el 30 de julio una zona de Viladecans acabó calcinando 45 hectáreas, dos de la montaña de Sant Ramon, y el de Tarragona quemó 35 hectáreas y obligó a evacuar varias masías de la zona.
El año pasado, a principios de agosto, Cataluña ya había vivido los peores episodios del verano. Concretamente, ya se había declarado el incendio que afectó el parque natural de Els Ports, en Horta de Sant Joan (Tarragona), el día 20, en el que cinco bomberos murieron en las tareas de extinción al quedar atrapados por las llamas, uno de ellos días después en el hospital, y otro quedó herido grave.
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