Hoy, José Luis Rodríguez Zapatero tiene su enésima prueba de fuego en el Congreso para exponer el plan del Ejecutivo para acelerar la reducción del déficit público e informar de la situación creada por los ataques de los especuladores en los mercados financieros.
Zapatero tiene intención de explicar en la Cámara Baja cómo piensa el Gobierno conseguir ese recorte de 5.000 millones de euros para este año y de 10.000 millones para el que viene. Un plan que no ha convencido demasiado fuera de nuestras fronteras y que ha incrementado la presión internacional sobre el Ejecutivo.
Dice el dicho: 'si pongo un circo, me crecen los enanos', y parece que en las últimas semanas, meses y si apuras años, es lo que le está ocurriendo al presidente del Gobierno y a sus planes para superar la crisis.
Los brotes verdes que la ministra de Economía anunció son más bien hierbajos, o así lo ve la comunidad internacional, mientras la economía española no parece conseguir el empujón que le haga salir del agujero.
A esto, ahora hay que sumarle que los principales organismos internacionales, instituciones y países han comenzado una batalla de presión contra el Gobierno de Zapatero con un objetivo: España no puede acabar como Grecia, y no por España en sí, si no por lo que supondría para el resto otra bofetada como la del país heleno.
Rapapolvo de la UE
"Europa ha cantado las cuarenta a Zapatero" porque "España ha sido vista como un problema en Europa, algo que no ocurría en muchos años". Así resumió el líder de la oposición, Mariano Rajoy, la reunión de los 27 mantenida el pasado fin de semana y de la que salió un plan de rescate valorado en 750.000 millones de euros.
Y, aunque no tan claro, así lo describió la UE: se utilizará para rescatar a los países miembros en apuros, pero estos tienen que cumplir y ponerse las pilas.
El Gobierno lo intentó anunciando un recorte adicional del déficit de 0,5 puntos en 2010 y 1 punto en 2011, pero tampoco pareció convencer a sus compañeros europeos, que no tardaron en calificar de "insuficiente" dicha medida.
El Ecofin estimó que los 15.000 millones de euros de reducción adicional comunicados por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, es "de una ambición insuficiente" como para cumplir con el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo el pasado viernes.
Angela Merkel no se fía
Alemania, el país europeo que más reticencias ha puesto a la hora de aplicar planes de rescate para salvar la eurozona, lo vio claro horas después de la reunión de los 27: España y Portugal son los culpables de los problemas del euro.
"Se ha exigido a estos países que corrijan el curso de su gasto público. Estamos apoyando nuestra moneda con medidas excepcionales, en una situación excepcional", añadía la canciller, que anunciaba además que la UE va a abordar de inmediato reformas que eviten en el futuro errores excepcionales como los que atribuye a estos países del sur de Europa.
Además, no tiene dudas, a aquel país que incumpla los criterios de déficit se le aplicarán más "medidas de castigo". Se puede decir más alto, pero no más claro. La presión internacional caía de nuevo sobre España.
El FMI exige más recortes
El otro organismo implicado en la salvación de Europa, el Fondo Monetario Internacional (FMI), tampoco se ha mostrado muy seguro de que las medidas de ajuste fiscal de Zapatero sirvan de mucho.
Pocas horas después de que la UE y Merkel lanzaran sus advertencias, el FMI hacía también lo propio y pedía a España y a Portugal que llevaran a cabo una reducción adicional de su déficit.
"Simplemente dar financiación no va a proporcionar la solución", dijo el 'número dos' del organismo y en ese sentido afirmó que es necesario "un ajuste de política adicional en muchos países de la zona euro".
El último en sumarse: Obama
Como si fuera poco las presiones, advertencias y ultimátum recibidos, Zapatero se encontró con la llamada que nunca le habría gustado recibir. El presidente de EEUU, Barack Obama, temeroso de la situación que vive España y de las implicaciones que tendría para Europa y por ende para su país, descolgó el teléfono e instó al presidente español a adoptar "acciones resueltas" para fortalecer su economía.
El diálogo se produjo, según ha explicado la Casa Blanca, porque España "padece algunos problemas sobre los que es necesario adoptar reformas para asegurarse de que no se extienden" y sobre las que Zapatero "ha comenzado a trabajar".
La OCDE prevé un panorama muy negro
Semanas antes de que la crisis griega estallará en las manos de la UE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advertía de que la situación no era nada fácil y que había países que lo iban a pasar realmente mal.
Entre ellos estaba España. La OCDE auguró que sufriríamos más la crisis a largo plazo y reiteró su recomendación de realizar más reformas, en particular en la educación y en el mercado de trabajo, en la línea con las recomendaciones que desde 2005 le viene haciendo para elevar su potencial de crecimiento económico.
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